Si alguna vez te has sorprendido tarareando Video killed the radio star mientras navegas por internet, es probable que hayas visto el anuncio de Casa Marcial. En este popular spot publicitario, adaptado al ritmo del éxito de The Buggles, se promociona una página web utilizando la imagen de una tienda que parece salida de otro tiempo.
Esa tienda, que se graba a fuego en la memoria colectiva, es el emblemático colmado Murria, situado en el corazón de Barcelona.
¿Dónde está el colmado?
Este local histórico, ubicado en la calle Roger de Llúria, se ha convertido en un icono tanto para los barceloneses como para los turistas que pasean por el Eixample. Pero Murria es mucho más que una charcutería o un simple colmado.
Fundado en 1898, el establecimiento combina tradición y exclusividad, con una oferta que incluye productos gourmet como quesos artesanales, jamones selectos y una cuidada selección de vinos. Sus vitrinas modernistas y la atmósfera de época que lo envuelve son, probablemente, lo que atrajo a los creadores del anuncio de Casa Marcial para convertirlo en un escaparate perfecto de nostalgia y autenticidad.
Polémica en el escaparate
El colmado Murria no solo ha captado la atención por su aparición en anuncios, sino también por algunas decisiones que han generado controversia. En un artículo publicado en Consumidor Global, se revelaba que la charcutería cobra cinco euros a los turistas que entran al local sin intención de comprar, una práctica que en realidad nunca llevaba a cabo, pero que desató un acalorado debate sobre los derechos de los comerciantes frente al turismo masivo.
Joan Murria, propietario del establecimiento, defendió la medida como una forma de proteger el negocio de las multitudes que acuden a mirar y fotografiar el local, pero sin consumir. Aunque la propuesta puede parecer extrema, plantea una cuestión importante sobre cómo equilibrar la preservación del patrimonio comercial frente a las presiones del turismo y la economía moderna.
Un colmado que trasciende su tiempo
El anuncio de Casa Marcial, con su pegadizo jingle y la imagen del colmado Murria, ha ayudado a perpetuar la mística de este negocio centenario. Sin embargo, Murria sigue enfrentándose al desafío de mantener su esencia en un contexto cambiante. Mientras que para muchos el colmado es un símbolo del encanto de Barcelona, para otros, su exclusividad y decisiones empresariales lo convierten en un ejemplo más de cómo la ciudad se adapta, a veces de manera polémica, a las demandas del turismo globalizado.
Así que, la próxima vez que escuches Video killed the radio star en la adaptación de Casa Marcial, recuerda que detrás de ese escaparate hay una historia de tradición, resiliencia y debate. Y si decides visitar el colmado Murria, ten en cuenta que podrías necesitar algo más que curiosidad para cruzar su puerta.