La magia de la ficción tiene que ver con esa facilidad de los escritores para crear mundos fantásticos en los que dar vida a historias y personajes peculiares. La cosa va más allá si se crea todo un imaginario ficticio con elementos cotidianos que enriquecen la vida de esos personajes. Algo así consiguió J.K. Rowling con Harry Potter y el quidditch, el deporte para magos que vuelan con escoba, que ahora se ha profesionalizado y es barato de practicar en España.
De hecho, este deporte tomó forma en la vida real hace ya casi 20 años. Ahora, ha mutado y cambiado el nombre a quadball con el principal objetivo de desvincularse de la ficción y de los derechos que son propiedad de Warner Bros. La gente que lo practica busca acabar con los prejuicios del mismo y practicar un deporte completo a nivel físico como cualquier otro.
El quidditch (quadball): un deporte mágico con los pies en la tierra
En 2005 los fans de las películas de Harry Potter decidieron traer este juego a la vida real. Tomaron el reglamento, hicieron las modificaciones necesarias para practicarlo en el mundo de los mortales y a volar, o mejor dicho, a correr. La Universidad de Middlebury, en Estados Unidos, fue la primera en apostar por este deporte.
De modalidad mixta, el quidditch o quadball se caracteriza por combinar elementos de otros deportes mucho más conocidos como son el balonmano, el rugby y el balón prisionero. Se trata de un deporte de contacto en el que la lucha cuerpo a cuerpo está muy presente. Además, tiene un componente táctico y una simbología que lo hace único y particular.
¿Cómo se juega?
En una partida de quidditch hay 14 jugadores sobre el campo, siete por equipo y el objetivo es marcar goles con los cuatro balones en los tres aros instalados. Las escobas con las que volarían los jugadores se simulan con tuberías de PVC. “Es algo característico y simbólico que dificulta aún más el juego”, cuenta a Consumidor Global, Raquel Macías, jugadora del equipo Dementores de A Coruña.
Macías, que además forma parte de la Asociación Española de Quidditch, cuenta que uno de los problemas que más les afecta es la escasez de espacios para competir en España. Aunque la mayoría de equipos entrenan en parques públicos, las competiciones se dan en campos de fútbol 7 de césped. “Nuestra guerra constante es conseguir campos porque los fines de semana siempre hay algún torneo de fútbol y es una lucha que tenemos con ellos”, subraya la jugadora.
Una forma “barata” de estar en forma
Y ¿qué se necesita para jugar al quidditch? ¿Cuánto cuesta? Según cuentan los seguidores de este deporte, todo depende de lo que se quiera gastar cada jugador. “Es un deporte que todavía no está profesionalizado y no tenemos patrocinadores. Por tanto, todo corre a cargo de los miembros de los equipos”, señala Macías.
“En general, jugar al quidditch es barato. La equipación cuesta unos 20 euros y los materiales los suelen poner los equipos”, detalla. Para cubrir los gastos de mantenimiento de esos materiales, los clubes cobran unas cuotas mensuales “que no suelen superar los 5 euros”. Mientras, la Asociación Española de Quidditch cobra unos 10 euros anuales por jugador para organizar torneos y ofrecer ayuda material para los clubes recién creados.
Más allá de los Potterheads
Desvincularse de lo mágico y el mundo Harry Potter es uno de los principales retos a los que se enfrentan los aficionados al quidditch. “Hay una idea extendida de que este deporte sólo lo practicamos fans de las películas y en realidad no es así, cada vez viene más gente a la que ni siquiera le gusta Harry Potter”, relata Macías.
Es el caso de Manu Ramos, un sevillano que empezó a practicar este juego de casualidad y ahora se ha convertido en su principal afición. “Cuando me propusieron jugar al quidditch no tenía ni idea de qué me estaban hablando. Me pasaron unos vídeos, fui a probar y me enganché”, relata.
Un perfil cada vez más ‘pro’
“Había visto las películas, como tantas otras, pero no me considero fan”, cuenta Ramos, de los Sevilla Warriors. En su equipo se hacen dos o tres entrenamientos semanales excepto en agosto, y aun así, utilizan este mes “raro” para preparar tácticas de forma online de cara al inicio de la temporada.
Anabel Ledo, otra jugadora de los Warriors, añade que cada vez son más los jugadores con un perfil deportista que se suman al quidditch. “Antes sólo se apuntaba gente que no tenía nada que ver con el deporte, ahora eso ha cambiado”. Y es que el quadball requiere de una buena forma física por la intensidad y técnica que lo caracteriza.
Una quincena de equipos por toda España
Hoy día en España existen unos 15 equipos repartidos por toda la península y cinco en desarrollo que aún aseguran tener problemas para conseguir jugadores. Con respecto a sus orígenes en el país, Cataluña fue pionera en traer el quidditch y es por eso por lo que cuenta con una federación propia e independiente a la nacional.
Cada año se celebra la Copa de España, el torneo más importante a nivel nacional de este deporte. En ella se dan cita los mejores equipos, que en España se focalizan en Sevilla, Málaga, Madrid o A Coruña. Para practicar este deporte, “sólo hay que buscar el equipo más cercano en redes sociales, mostrar interés en practicar esta especialidad y a jugar”, concluye Macías.