Los portarrollos para el papel higiénico en el baño son de diferentes tipos en función de su forma, material, sistema de fijación y capacidad. Para decantarse por un modelo u otro la clave está en tener en cuenta el espacio disponible, el estilo del baño, la facilidad de instalación y limpieza, y la resistencia a la humedad.
Los portarrollos más comunes son los que se fijan a la pared mediante tornillos o adhesivos. Otros se colocan en el suelo o en el mueble del lavabo, que tienen la ventaja de ser portátiles y no requerir perforaciones. Para aquellos que no quieren invertir en este objeto, hay cuatro ideas do it yourself, es decir, hecho por uno mismo.
Portarrollos de madera o con cuerda
Para construir un portarrollos de madera en casa, solo hay que coger algún tablón que se tenga en el armario de las herramientas. Se construye en vertical haciendo un par de perforaciones en los laterales para encajar un palo sobre el que sostener el papel higiénico.
Cuando más oscura sea la madera, más rústico será el estilo, tal y como informan desde Facilísimo. Con esta opción el mueble sirve para guardar algunas unidades de reserva. Otra alternativa es utilizar dos clavos y una cuerda.
Portarrollos con cuero o con un cordón
Otras dos opciones do it yourself pasan por el cuero o el cordón. En el primer caso hay que poner dos cuerdas de cuero a la distancia que se desee entre ellas. Colocar un palo de madera en medio y listo.
En el caso del cordón puede quedar muy estético si ambos extremos se anudan sobre un gancho superior. De esta forma quedará un portarrollos en forma de triángulo.