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Blablacar Bus deja a un pasajero sin su asiento en un viaje de 13 horas pese a pagar un suplemento
La empresa de transporte incumple la reserva de un cliente al no permitirle usar su plaza en la zona delantera del vehículo, por la que le cobraron cuatro euros
David Expósito abordó un autobús de BlaBlaCar Bus desde la estación Barcelona Nord con destino a Génova, Italia. El viaje, que duraría unas 13 horas, era parte de sus planes para reunirse con amigos en la ciudad italiana.
Consciente de las dificultades de un trayecto tan largo, Expósito optó pagar un total de 83,99 euros, que incluían un suplemento de cuatro euros para reservar un asiento delantero, atraído por la promesa de mayor comodidad y vistas despejadas. Sin embargo, lo que parecía un detalle insignificante en la compra del billete terminó siendo el eje de una experiencia incómoda y frustrante.
La primera fila, bloqueada
“Pagué de más para ir en los asientos delanteros para, al menos, tener vistas durante las 13 horas de viaje”, explica el pasajero a Consumidor Global. No obstante, al subir al autobús, encontró que las dos primeras filas estaban bloqueadas y reservadas exclusivamente para el uso de los conductores durante sus descansos.
Esta política, que BlaBlaCar Bus aplica en viajes con dos conductores, no estaba claramente comunicada durante el proceso de compra.
Un cambio inesperado
La negativa del conductor a permitirle sentarse en el asiento reservado generó incertidumbre desde el principio. Expósito se vio obligado a ocupar un asiento diferente, lo que derivó en una incomodidad constante durante el trayecto. “Esto hace que vayas en un asiento que no es el tuyo y estés todo el viaje en tensión por si algún otro pasajero te reclama el sitio”, señala.
La falta de explicaciones claras por parte del personal agravó la situación. La víctima describe cómo el conductor, que no hablaba castellano, simplemente le pidió que abandonara el asiento sin ofrecer detalles. “Me echó del asiento diciendo que no podía sentarme allí”, comenta. Más adelante, observó cómo otros conductores se turnaban para usar esos asientos delanteros, mientras el cinturón que hacía de barrera reforzaba su carácter reservado.
Un problema de comunicación y gestión
La experiencia de Expósito expone lagunas en la gestión y la comunicación de BlaBlaCar Bus. Aunque la política de reservar asientos delanteros para los conductores es comprensible en términos operativos, no parece estar claramente especificada al momento de la compra.
“Me sentí engañado porque, aunque fueran unos pocos euros, era un viaje muy largo e incómodo al ser en bus, y decidí pagar más precisamente para no pasarme 13 horas mirando al asiento de delante”, añade el agraviado. “La situación no tiene sentido. Si estos asientos están reservados para los conductores, ¿por qué permiten que se pague un extra para reservarlos?”, cuestiona.
Un incumplimiento contractual
Desde un punto de vista jurídico, la situación presenta un claro problema de incumplimiento contractual. Según el abogado Jesús P. López Pelaz, director del bufete Abogado Amigo, cobrar un suplemento por un servicio que no se puede garantizar constituye una violación de las condiciones acordadas entre la empresa y el cliente.
“Si se ofrece un servicio y se cobra por él, debe cumplirse en los términos que se oferta”, enfatiza López Pelaz. En este caso, si el cargo se establece para elegir asientos delanteros o con determinadas características, estos deben estar disponibles para el pasajero. De lo contrario, no se debería permitir su selección ni aplicar un recargo por ello.
Exigir una reclamación
Aunque esta situación no se considera una estafa desde el punto de vista penal, el abogado subraya que la empresa incumple las obligaciones contractuales implícitas en la compra del billete. “Estamos ante un incumplimiento contractual, donde la prestación del servicio no se ajusta a lo ofertado. Esto genera una responsabilidad de la empresa frente al pasajero afectado”, destaca.
El abogado también destaca que, en casos como este, el cliente podría presentar una reclamación formal ante las autoridades de consumo. Estas tienen la capacidad de evaluar si las prácticas de la empresa cumplen con la normativa vigente y, en su caso, exigir cambios en sus políticas.
La respuesta de BlaBlaCar Bus
Tras consultar a BlaBlaCar Bus, la empresa confirma la política vigente para trayectos largos con dos conductores. “En aquellos viajes en los que es necesario contar con dos conductores, nuestra política no permite reservar los asientos delanteros para permitir descansar al conductor que no esté al volante”, explica un portavoz a Consumidor Global. No obstante, esto no es lo que ha ocurrido. “Es una incidencia aislada”, comunican.
A pesar del descontento, Expósito no presentó ninguna reclamación ante la empresa, considerando que no valdría la pena. “No reclamé porque, al ser una empresa tan grande e internacional, estimé que no me harían caso y que no valdría la pena”, aclara.
Reflexiones sobre el servicio
El caso de Expósito pone de manifiesto un problema de comunicación y gestión en BlaBlaCar Bus. Permitir que los pasajeros paguen por asientos que están destinados al personal genera una brecha entre las expectativas del cliente y la realidad del servicio.
Desde una perspectiva contractual, la falta de claridad y cumplimiento en los términos ofrecidos puede erosionar la confianza del cliente. Como señala López Pelaz, los pasajeros tienen derecho a reclamar y exigir que las condiciones ofertadas se cumplan de manera estricta.