Coca-Cola lleva presente en el mercado desde 1886. En la actualidad aglutina más de 500 marcas por todo el mundo, entre la que se encuentra la popular Fanta.
Sin embargo, este refresco no siempre estuvo bajo el paraguas de la bebida americana. De hecho, la historia de Fanta se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
Origen de Fanta
Los orígenes de Fanta no se entiende sin Coca-Cola. En 1940, cuando Alemania estaba bajo el mandato de Adolf Hitler, el refresco americano ya tenía éxito a nivel mundial. En el país europeo ya contaba con sus propias fábricas y sucursales para distribuir el producto por todo el territorio.
Sin embargo, el conflicto bélico paralizó las relaciones comerciales entre ambos países. Max Keith, director de Coca-Cola en Alemania por aquel entonces, tuvo que buscar otra alternativa a la bebida norteamericana.
Fórmula de Fanta
Con toda la maquinaria de Coca-Cola paralizada, Keith decidió crear una bebida con las escasas materias primas que iban estando disponibles en Alemania. Por lo que el sabor de Fanta, en su origen, nunca era el mismo. Se utilizaba el excedente de otras industrias como la de la sidra. Entre los ingredientes que más se usaban estaban el suero de leche, la pulpa de manzana así como otros ingredientes que no eran difíciles de conseguir, según informa National Geographic.
El nombre de Fanta proviene de la palabra alemana 'Fantasie' (fantasía). Una vez que el producto se lanzó al mercado, el refresco fue todo un éxito. Aunque eso sí, junto al nombre de Fanta, se podía leer en la etiqueta "un producto de Coca-Cola GmbH", lo cual impulsó su éxito. Una vez acaba la guerra, Fanta dejó de comercializarse y hubo que esperar hasta 1956 para que esta volviera al mercado.