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Las barreras para ir a un concierto con Ticketmaster si eres una persona con movilidad reducida

Una aficionada de Ed Sheeran pretende acudir al evento del cantante británico que se celebrará el año que viene, pero debido a su silla de ruedas no tiene acceso a la preventa y sólo puede ir a una zona adaptada pagando un único precio

Ana Carrasco González

Una mujer con movilidad reducida en un concierto / DALL-E AI

María Sánchez tiene 32 años y es una apasionada de la cultura. Ella explica que, desde que tiene uso de razón, se ha apuntado a ver todo tipo de eventos musicales, teatrales y cinematográficos. “Pero, la mayoría de veces, desde casa”, matiza la joven mientras hace girar su silla de ruedas eléctrica adaptada. 

Según un informe de la Fundación Music For All realizado a principios de 2024, el 70% de las personas con movilidad reducida que asisten a grandes eventos en España considera difícil encontrar información sobre accesibilidad y sólo el 38% de los festivales proporciona esta información en sus sitios web. María ha dado constancia de este hándicap a Consumidor Global, al comentar las barreras que enfrenta para acudir, con Ticketmaster, al concierto de Ed Sheeran el 31 de mayo de 2025 en el Cívitas Metropolitano de Madrid.

Una sola zona, un solo precio 

“Me parece muy injusto que, simplemente por ir en silla de ruedas, sólo pueda acceder a una zona adaptada y tenga que pagar un único precio, que además no suele ser barato”, lamenta María sobre las opciones de Ticketmaster. Este medio se ha puesto en contacto con la plataforma de venta de tickets para comprobar que el coste para acudir a la zona reservada para las personas con movilidad reducida en el concierto del cantante británico es más caro que, por ejemplo, adquirir una entrada en la pista. 

El precio de una entrada en TIcketmaster al que no tiene opción María Sánchez / CAPTURA

“Sí, te comento. El precio para una persona en silla de ruedas para el evento del 31 de mayo es de 114,75 euros”, informa una empleada de Ticketmaster tras verificar que había disponibilidad en dicha zona. “El precio para una entrada en la pista sería de 108,75, pero actualmente están todas agotadas”, destaca la misma empleada. Sin embargo, aún quedan tickets para gradas por 96,50 euros. Una opción que María no tiene. 

No tener acceso a la preventa

María tiene suerte de tener disponibilidad aún para la zona adaptada en el concierto de Ed Sheeran, pero la joven se queja de no poder tener acceso a la preventa por ser una persona con movilidad reducida. “Es una vergüenza que por ir en silla de ruedas no tenga acceso a la preventa de Ed Sheeran. En pleno siglo XXI seguimos con estas discriminaciones”, arremete. 

“Un icono señaliza la zona habilitada. No obstante, para algunos eventos de grandes dimensiones este tipo de entradas las deberás adquirir a través de la línea, 932 887 033. Con esta medida se quiere evitar que esas entradas sean adquiridas por personas que no tienen requisitos de acceso específicos”, destaca Ticketmaster sin hacer alusión a la razón de por qué no se puede acceder a la preventa si eres una persona con movilidad reducida.

Ticketmaster defiende su postura

En cuanto a los precios, la plataforma de venta de entradas defiende que “la decisión de los precios y la forma en que se ponen a la venta las entradas, no es decisión de Ticketmaster, sino del artista y del promotor”. Al preguntar acerca de por qué es más cara una entrada para movilidad reducida que una entrada en pista, Ticketmaster asume no tener tal información. “La información de los precios, como de nuevo reiteramos, es del promotor y del artista, nosotros no manejamos dicha información”, subrayan.

Aunque generalmente hay zonas adaptadas, estas áreas suelen tener un número limitado de asientos, lo que puede dificultar la obtención de entradas. Además, el precio único para esta zona restringe la posibilidad de conseguir entradas a un costo menor. La compra de entradas para estas zonas a menudo requiere un proceso adicional, como llamar por teléfono en lugar de poder comprarlas en línea, lo cual puede ser inconveniente. También es común que solo se permita un acompañante por persona con movilidad reducida, lo que puede limitar la experiencia social del evento. Estas barreras subrayan la necesidad de mejorar la accesibilidad y la inclusión en eventos culturales para garantizar que todos puedan disfrutar de ellos plenamente.