Ver el anuncio de Navidad de Campofrío, comentar la historia que cuenta cada año y reír, emocionarse o indignarse con la misma se ha convertido ya en una tradición entre los telespectadores y consumidores españoles. Son fechas en las que la emoción está a flor de piel, y la forma en la que la compañía rinde tributo a la identidad española, sus valores, manías o personajes históricos genera mucho entusiasmo.
Este año, Campofrío vuelve a combinar humor y emoción, pero lo hace recurriendo la Historia, puesto que en su campaña Identiqué resucita a personajes icónicos de la cultura como Gila, Gloria Fuertes, Valle-Inclán o José López Vázquez.
Foco en la identidad
“El mundo está patas arriba y todas las ciudades parecen la misma, menos mal que han vuelto viejos amigos para recordarnos qué es nuestra #Identiqué. Porque solo nosotros podemos proteger esa forma tan nuestra de disfrutar de la vida”, explica Campofrío. Así, el anuncio aborda los fenómenos de la turistificación y la gentrificación de las urbes y sugiere que es el carácter de los españoles (generosos, abiertos, dispuestos a ayudar) lo que prevalece en medio del galimatías del mundo globalizado.
Así, el anuncio presenta una suerte de cielo o espacio supra terrenal en el que moran Cervantes, el cómico Eugenio, la actriz Sara Montiel o el pintor Francisco de Goya. Cada cierto tiempo, a varios de ellos les toca bajar a la Tierra durante 24 horas, una aventura que les entusiasma. Pero, cuando el pintoresco grupo desciende a la actualidad, se encuentra una España muy diferente a la que recordaban.
“El barrio ya no es para los de aquí”
“El barrio ya no es para los de aquí. Nos lo han quitado”, le explica un vecino apesadumbrado a López Vázquez. Los protagonistas del anuncio descubren, además, que el teatro donde Calderón estrenó algunas de sus obras “es ahora una tienda gigantesca” y en la casa natal de Quevedo hay un apartamento turístico.
Cuando regresan, explican a sus compañeros que la visita ha sido muy confusa. Gila, por ejemplo, describe que las calles en las que antaño se paseaba tranquilamente se han convertido en “un follón”, y asegura que en la plaza había visto “gyozas, sushi, ramen, pokes y kebabs”.
La importancia de la gente
Así, a juicio de estos personajes, lo que sigue siendo valioso y determinante a pesar de la homogeneización y la pérdida de identidad de las ciudades es “la gente, el pueblo”. “A nosotros, una familia nos invitó a comer”, reconoce Valle-Inclán. “Los jóvenes me ayudaron cuando me vieron perdido”, dice, en la misma línea, López Vázquez.
“No hay duda. Estabais en casa”, afirma, redentor, el payaso Fofó. “Identidad lo llaman. Eso que no puede ser nadie más. Reconocernos en el otro. Es eso que hace que sabrías decir dónde estás por muy grande que sea el enemigo”, concluye Gila.