La puntualidad es una virtud. Y no solo para empresas como Renfe, Alsa o Ryanair, sino para cualquier mortal. Ayuda a construir relaciones sanas (por ejemplo, si una persona llega muy tarde a una cita con un amigo, éste podría interpretar que la otra persona le está infravalorando o que considera que su tiempo vale menos que el suyo), a ser más eficiente y más profesional. Ahora bien, hablar de puntualidad cuando se trata de coger un vuelo resulta más espinoso.
Esto se debe a que, si bien es evidente que los aviones despegan a una hora determinada, las personas tienen concepciones muy distintas respecto a la antelación con la que deberían llegar al aeropuerto. Están los optimistas del tiempo (que a veces derivan en irreflexivos o incluso inconscientes, y terminan acelerando porque no les queda más remedio), los que se muestran prudentes y los que se anticipan demasiado, que pueden rozar lo neurótico.
90 minutos para vuelos nacionales
No obstante, según recoge Reclamador, la recomendación más extendida de las aerolíneas es estar en el aeropuerto 90 minutos antes de la hora prevista de salida del avión cuando se trata de vuelos nacionales. Es decir, que con hora y media basta. No hay que pasarse de precavido, porque hacerlo implicaría quedarse tirado en el aeropuerto, deambular por el Duty Free, alargar demasiado el café… hacer un poco de Tom Hanks en La Terminal, en definitiva.
“En estos viajes domésticos, las aerolíneas cierran las puertas de embarque con menos antelación que cuando se trata de un vuelo internacional, por tanto, el margen para llegar a la puerta de embarque es más amplio”, indican.
Tamaño del aeropuerto y tiempos de las aerolíneas
Ahora bien, hay muchos factores que influyen a la hora de calibrar con cuánto tiempo se debe acudir al aeropuerto. Uno de ellos es el tamaño del mismo: si es un edifico descomunal en el que el viajero no ha estado nunca, es evidente que lo más recomendable es llegar con mucho margen, por si orientarse resulta más complicado de lo esperado. En estos casos, mejor prevenir que curar.
También hay que considerar qué dice cada aerolínea. Por ejemplo, Iberia establece que el viajero puede presentarse en su mostrador 45 minutos antes de su vuelo como mínimo. Asimismo, la hora límite para embarcar son 20 minutos antes del vuelo. Si supera ese margen, el pasajero corre el riesgo de quedarse en tierra.
Viajes internacionales
En cambio, si se trata de un viaje internacional fuera de la UE o de la zona Schengen, Reclamador detalla que las aerolíneas recomiendan a los viajeros presentarse con al menos dos horas de antelación, siendo tres horas lo más aconsejable.
La vastedad y complejidad de los aeropuertos modernos, con sus múltiples terminales, pasillos similares y señalización, puede desorientar fácilmente incluso a los viajeros más experimentados.