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'Amazônia', la exposición de Sebastiâo Salgado que denuncia la devastación a través de la belleza
"Es una experiencia extremadamente sensorial", asegura César Martínez-Useros, director de La Fábrica, que organiza la muestra del fotógrafo brasileño en Barcelona
La sala en penumbra. Un trazo de luz enmarca la inmensidad de la selva, con su vasta alfombra verde decorada con líneas serpenteantes, con sus ríos voladores, que surgen del follaje de los árboles, con sus impresionantes tormentas tropicales y esos cielos incomparables, con los sobrecogedores sonidos de la jungla y los rostros enigmáticos de sus últimos indígenas. Todo en blanco y negro. Captado por el ojo privilegiado de Sebastiâo Salgado. El fruto de siete años de trabajo en la selva amazónica.
Así se vive Amazônia, la exposición de 203 fotografías que se puede visitar hasta el 20 de abril de 2025 en las Drassanes Reials de Barcelona. Un viaje al corazón de la selva, de la mano de Salgado, en cuyo montaje ha trabajado César Martínez-Useros, director de La Fábrica, al que entrevistamos en Consumidor Global.
--¿Organizar una exposición de Sebastiâo Salgado es un éxito asegurado?
--Bueno, depende de cómo se mida el éxito. El público ha visto muchas exposiciones de Salgado y siempre pide más, pide calidad. Es un reto. Salgado tiene asegurados una serie de fans y seguidores fieles, pero estos son muy exigentes. El éxito nunca está asegurado.
--Cuénteme alguna curiosidad sobre la producción de 'Amazônia'...
--Es la primera vez que montamos una exposición en la que cada una de las 203 fotografías tiene su propio foco de iluminación. Mucha gente, cuando ve la exposición, cree que está viendo cajas de luces, pero son focos recortados que iluminan exclusivamente la imagen mientras el resto queda oscuro. Y cada cartel tiene otro foco. A nivel técnico, sorprende.
--¿Y a nivel de contenido?
--Una de las cosas que más sorprende es que está representado en blanco y negro, porque estamos acostumbrados a ver el Amazonas con todo su verde. También tenemos en la cabeza que el Amazonas es una gran extensión verde y plana, y en la exposición descubres la cantidad de montañas, cordilleras y picos que tiene. Sorprende ver todas esas montañas y cascadas que caen desde las alturas hasta el suelo.
--De las más de 200 fotografías de Salgado, ¿cuál le ha impresionado más?
--Es difícil. Podría decir algunas de paisajes o de retratos de las tribus del Amazonas. De paisajes, me quedaría con la parte de las montañas, y de los retratos… Son muy bellos. Me costaría mucho. Hay uno de los poblados que tiene una tradición de plumajes y de decoración de su cuerpo extraordinaria. Una de ellas es la que da la imagen de la exposición.
--'Amazônia' es una llamada de atención, a través de la fotografía, sobre la frágil situación en la que se encuentra el pulmón del mundo. ”Hemos perdido hasta un 18% de la Amazonia. Pero todavía tenemos el 82%…”
--Cuando hace la denuncia a través de la belleza, lo hace de una manera muy consciente. Hay muchas maneras de denunciar. A veces es con el horror y otras con la belleza. Muchas veces apela más a la conciencia la preservación de la belleza que cuando ves los terrenos destruidos y apartas la mirada. Si fuera una exposición de bosques destrozados, no iría nadie y el mensaje no llegaría. Es una posición muy política. Ya no sólo con la preservación de la naturaleza del Amazonas, sino también con sus habitantes, sus tribus y sus tradiciones. La exposición no te habla del pulmón del mundo, sino del Amazonas como el mayor generador de agua del mundo. Hay una parte de la exposición que se llama ríos aéreos y explica que los árboles del Amazonas desprenden una humedad a la atmósfera que supone el triple de agua que la que vierte el propio río sobre el Atlántico.
--En la lucha contra el cambio climático, ¿vale más una imagen de Salgado que mil palabras?
--La exposición, sin los textos que la acompañan, no funcionaría tanto. Los textos están realmente bien escritos y ahí está todo el trasfondo de la denuncia política. La combinación de texto e imagen es fundamental en este proyecto.
--¿Cómo ha vivido usted este viaje al corazón de la selva amazónica de la mano de Salgado?
--La exposición es una experiencia extremadamente sensorial. Entras a un espacio a oscuras, con todos los ventanales tapados. Sólo están iluminadas las fotografías y hay una banda sonora que ha creado Jean-Michel Jarre inspirándose en los sonidos del Amazonas y te envuelve durante toda la visita.
--¿Con qué frase definiría 'Amazônia'?
--Bufff... Es un viaje al Amazonas a través de una experiencia inmersiva de manera analógica. Muchas experiencias inmersivas utilizan el 3D y la realidad aumentada. Aquí es con fotografías, texto y música. Sin más.
--Después de las primeras semanas abierta al público, ¿qué comentarios le han llegado sobre la exposición?
--Las valoraciones son buenísimas. Tanto las de Google como las de los conocidos. A veces, me hacen gracia algunas valoraciones negativas del estilo: ‘Me hubiera gustado que la fotografía no fuera en blanco y negro’. Quien conoce la obra de Salgado, sale muy impresionado. Es una exposición que ahora visita su decimoquinta ciudad del mundo, como hizo Génesis en su momento, y la gente la conoce, la espera y va a verla como quien va a ver un espectáculo.
--Supongo que habrá conocido al maestro…
--Sí, claro. Hemos estado trabajando durante diez días en el montaje y en el concierto del Liceu, que tuvo lugar una semana antes de la inauguración de la expo. Aunque lo conocía de antes...
--¿Cómo es Sebastiâo Salgado en la cercanía?
--Es un gran artista. Tiene casi 81 años y es increíble la energía que tiene y las jornadas de montaje maratonianas que se pegaba mientras estábamos todos agotados.
--Para el que no conozca su obra, ¿'Amazônia' puede ser una buena introducción?
--Creo que sí, sobre todo, por esa combinación de paisaje y retrato. Es una muy buena manera de descubrir a Sebastiâo Salgado.