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Abonos para plantas que puedes hacer con ingredientes de casa
El compostaje casero es una alternativa más económica que se debe hacer en un sitio al aire libre para evitar los malos olores
Las plantas aportan a cualquier hogar un olor y una estética única. Ahora bien, es importante ser constante con ellas para poder mantenerlas en buen estado durante el tiempo máximo posible.
En este sentido, siempre se recomienda hacer algún que otro transplante para renovar el abono de la planta, lo cual le aportará una serie de nutrientes que beneficiarán su salud. Frente a los compostajes industriales muchos consumidores optan por realizar uno casero. Una alternativa más económica y respetuosa con el medio ambiente.
Cómo hacer abono en casa
En primer lugar, la persona debe decidir qué recipiente va a usar y dónde lo va a ubicar. Lo ideal es usar un compostador que se almacene en un sitio cálido. Eso sí, es imprescindible que esté al aire libre para evitar los malos olores.
Para elaborar el abono se necesitan ingredientes como "plantas y hojas secas, restos de verduras, frutas y legumbres, residuos de cosecha y de poda triturados, matas y matorrales, posos de café y té, cáscaras de huevo y frutos secos, servilletas y papel de cocina (no impreso ni coloreado), trozos de madera no tratada y serrín, tapones de corcho y restos de pelo, entre otros", detalla el supermercado Aldi.
Capa a capa
Una vez que los ingredientes están listos, llega el momento de elaborar el abono. La citada compañía alemana recomienda comenzar con una capa hecha de materiales secos donde se puede incluir un poco de estiércol.
Luego, llega el turno de los restos orgánicos. A partir de ahí, hay que ir alternando este tipo de materiales con los secos hasta llenar la mitad del compostador. Una vez llegados a este punto, toca remover todos los ingredientes y listo.
Consejos para hacer un buen abono
Para conseguir tener en perfecto estado el abono casero es importante tener varios aspectos en cuenta. Es necesario que ese compostaje se vaya regando para mantenerlo húmedo, nunca empapado.
Además, es importante que se vaya aireando y removiendo toda la tierra cada cierto tiempo para evitar malos olores. De esta forma, se evita que el abono se pudra. Por último, el compostaje estará listo pasados cuatro o cinco meses. La clave para saberlo es fijarse en el color, que debe ser marrón oscuro, un olor agradable a tierra y una textura esponjosa.
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