Los ronquidos son sonidos que se producen al dormir cuando el aire pasa por las vías respiratorias superiores y hace vibrar los tejidos blandos de la garganta, el paladar y la lengua. Leves o fuertes, ocasionales o habituales, lo cierto es que son muy molestos, especialmente para tu compañero de sueño.
Afectan tanto a hombres como a mujeres, aunque son más frecuentes en los primeros y en las personas mayores. El origen de los ronquidos puede derivarse de la obstrucción nasal, el sobrepeso, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el reflujo gastroesofágico, la posición al dormir o la anatomía de la boca y la garganta. Aquí tienes diez trucos para evitarlos.
Aléjate de los relajantes musculares
No ingerir medicamentos por la noche que relajen los músculos ayuda a no roncar. Además es importante mantener un peso saludable y medidas generales de la higiene del sueño.
Mejor si no se consume ni alcohol ni tabaco. Si fuera necesario, sería buena opciones tomar un tratamiento específico de la congestión nasal.
La importancia de la posición al dormir
La posición que una persona adopta al dormir también influye en los ronquidos. Siempre será más favorable siempre que se duerma de lado o con la cabeza elevada. Puede funcionar realizar dos tipos de terapia: una para aprender a dormir de perfil y otra para trabajar la musculatura encargada de mantener la vía aérea permeable. Si la persona sufre pausas de apnea durante el sueño, uno de los tratamientos es la CPAP. Una mascarilla que aporta presiones positivas continuas de aire sobre la vía aérea superior para evitar el colapso, tal y como informa Cuidateplus.
Una correcta ortopedia y ortodoncia favorece el correcto desarrollo de los maxilares desde edades tempranas. Recurrir a los dispositivos orales o a una cirugía específica en función de cada caso puede ser otro truco. Y, por última, realizar una combinación de las medidas anteriores. En cualquier caso, lo mejor es siempre recurrir a los expertos.