Hace solo unas semanas entraban en vigor los cambios tributarios que afectaban a las ventas en Wallapop y otras plataformas del estilo como Vinted. Significa que Hacienda va a gravar los beneficios que se consigan a través de la venta de productos.
No obstante, esta normativa no aplica a todos los usuarios ni a todas las situaciones. Wallapop ha querido aclarar el asunto enviando un correo electrónico a sus usarios en el que explica cómo queda el nuevo escenario.
El mensaje de “tranquilidad” de Wallapop a sus usuarios
El escueto comunicado dice lo siguiente: “Queremos darte claridad sobre los nuevos requisitos fiscales para plataformas digitales como Wallapop. Puedes estar tranquilo/a porque estos requerimientos no suponen un cambio en la tributación de nuestros usuarios. Si eres un vendedor particular y vendes tus productos por debajo del precio de compra (es decir, no estás obteniendo ganancias), tus ventas están libres de impuestos”.
Además de este comunicado, la plataforma añade una serie de ejemplos en los que el precio de venta de un producto siempre es inferior al coste original del mismo, por lo que no se deben pagar impuestos.
Los usuarios que deben declarar su actividad en Wallapop
El único ejemplo que supone una tributación está basado en un usuario dado de alta como profesional, que sí está sujeto a retención (ahora y en el pasado). Así queda claro que la mayoría de usuarios no tendrán que pagar nunca impuestos por sus ventas, ya que un porcentaje muy elevado de las personas que utiliza Wallapop lo hacen para vender productos que ya no utilizan por distintos motivos y no como un negocio.
Para estos últimos, la duda está en cómo puede verificar Wallapop que un producto ha costado más o menos en origen que el precio final de venta a través de su plataforma.
Qué impuestos habrá que pagar
Según la normativa, si un usuario adquiere ganancias hasta de 6.000 euros vendiendo artículos de moda y tecnológicos, deberá pagar un impuesto del 19%. Por su parte, si las ganancias oscilan entre 6.001 y 50.000 euros, el impuesto sube hasta el 21%, mientras que las ganancias de más de 50.000 euros generan un impuesto del 23%.
Además de esto, si las ventas a través de estas plataformas se hacen de manera habitual y los ingresos superan el salario mínimo interprofesional (1.000 euros brutos mensuales), se considera que se está realizando una actividad económica, por lo que el vendedor está obligado a darse de alta como autónomo y comenzar a declarar el IVA.