Peugeot y Citroën dejan tirados a miles de conductores por este fallo que cuesta 1.500€ reparar

Un problema en el sistema Adblue o de urea para reducir la contaminación de los motores diésel se convierte en una auténtica pesadilla para los consumidores

Un coche Peugeot / PEXELS

Gabriel Fernández recuerda muy bien el día que compró su coche, un Peugeot 2008 kilómetro 0. “Estaba flamante, intacto, siempre me extrañó que me lo vendieran por ese precio y tan nuevo”. Ahora, cuando su vehículo recorra 900 kilómetros se parará y dejará de funcionar. Este grave problema se debe a un fallo de fabricación que, como a Fernández, afecta a miles de conductores que compraron un coche del grupo Stellantis (Peugeot, Citroën y Opel) después de 2015.

“No se quieren hacer cargo de un fallo suyo de fabricación que a los clientes les está costando más de 1.000 euros reparar”, asegura Gabriel Fernández. Se trata de un problema en el sistema Adblue o de urea, un mecanismo por el cual se reduce la contaminación de los gases de combustión de los motores diésel para cumplir así la normativa europea de óxidos de nitrógeno.

Fallo de fabricación en el sistema Adblue

Cuando el coche detecta este error, el testigo de luz avisa de que es necesario revisar el depósito de Adblue y acudir a un taller. Si no se arregla, el coche perderá fuerza y se detendrá después de un número de kilómetros detallado. Este fallo se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para muchos consumidores, y los concesionarios no dan una solución, según cuentan los afectados.

 

El problema del Adblue o urea en los coches Peugeot, Citroën y Opel puede repercutir de forma distinta en cada vehículo, ya que se trata de un fallo estructural capaz de derivar en otros problemas mecánicos, aunque lo más común es el deterioro del depósito por la cristalización del líquido Adblue. 

Reparaciones de 1.400 euros

Al final, son los usuarios los que tienen que pagar este error y pasar por el taller para poder circular. Es el caso de José Manuel Extremera que, con un coche de sólo 6 años y 63.000 kilómetros, ha tenido que cambiar todo el sistema de urea por un precio de 1.400 euros, ya que desde Peugeot le han asegurado que se encuentra fuera de garantía y que se trata de un fallo provocado por el uso. 

Depósito del líquido Adblue de un coche diésel / PIXABAY
Depósito del líquido Adblue de un coche diésel / PIXABAY

“Hace unas semanas se encendió el aviso de avería en el sistema urea, lo llevé a mi taller de confianza y me dijeron que era un problema común en estos coches, un fallo de fabricación, y que probara suerte en el taller oficial”, expone a Consumidor Global este conductor. Después del varapalo de Peugeot por negarse a cubrir la reparación, Extremera volvió a su taller de confianza, donde pidieron la pieza oficial y se la cambiaron.

Stellantis se lava las manos

Pero el problema no queda ahí. Según cuentan muchos usuarios en foros y grupos de afectados que inundan las redes sociales, sustituir la pieza no garantiza que el problema no vuelva a aparecer. “Yo la he cambiado ahora y tiene dos años de garantía, pero lo mismo se me estropea al cuarto año, es un desastre”, lamenta con indignación Extremera.

En su caso, este usuario ha tratado de contactar a diario con Peugeot para que le den alguna solución al problema y siempre obtiene la misma respuesta: “Su caso ya ha sido tramitado”. Cuando el coche se encuentra dentro del periodo de garantía, cada taller oficial opera de una manera distinta, cuentan los usuarios. “En algunos casos cobran solo la pieza y regalan la mano de obra, aunque también ocurre a la inversa”, señala Gabriel Fernández.

Demandas colectivas

Desde el grupo Stellantis aseguran a este medio que las marcas “garantizan absolutamente el cumplimiento de la vigente normativa en materia de consumo y emisiones”. Además, añaden que la garantía que ofrecen a sus clientes tiene “coberturas superiores a las legalmente establecidas”. Esta explicación no convence a muchos usuarios que han iniciado una oleada de reclamaciones contra las marcas.

Un mecánico repara un coche en un taller / PEXELS
Un mecánico repara un coche en un taller / PEXELS

Ante la pasividad de Stellantis que estos consumidores denuncian, el despacho de abogados Iuris Consum ha puesto en marcha una demanda colectiva para luchar contra este problema. “Estamos agrupando las demandas a través de un formulario en nuestra web en el que puede inscribirse cualquier afectado y adjuntar todos los documentos necesarios”, cuenta la abogada Ana Beorlegui.

Difícil por la vía legal

Esta jurista reconoce que por vía de acuerdo va a ser muy difícil conseguir los objetivos y asegura que, “de momento no han atendido ninguna de nuestras demandas”. Beorlegui añade que a través de ellas se va a solicitar la declaración de un defecto de fábrica, “algo que realmente es muy difícil que se conceda”.

Y es que, según la ley de consumidores y usuarios, un defecto de fabricación tiene que provocar un daño físico a la persona. “En este caso, la avería y el fallo de motor impide la circulación del vehículo, pero no hay riesgos de explosión o similares, por lo que es complicado que se conceda”, concluye la abogada.

Has leído este contenido de Consumidor Global elaborado por nuestro equipo de redacción y expertos. Si deseas acceder de forma libre a todos los contenidos que producimos te recomendamos suscribirte. Además, podrás recibir asesoramiento legal gratuito por formar parte de nuestra comunidad.
Sea el mejor consumidor únase a nuestro club.