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Compras de segunda mano: garantías y riesgos a tener en cuenta
Los derechos del consumidor varían si la adquisición de este tipo de artículos tiene lugar en tiendas especializadas o a través de otro particular
Uno de cada tres españoles compra ahora más productos de segunda mano que antes de la pandemia, según un estudio. Unos precios más asequibles, el aspecto sostenible y una oferta creciente son algunos de los motivos que llevan a los ciudadanos a apostar por este tipo de economía circular.
Pero, ¿qué garantías tiene el consumidor al adquirir uno de estos productos? ¿Se puede devolver si no funciona de forma correcta? ¿Es más seguro comprar en una tienda especializada o a través de un particular?
Con garantía
Comprar en tiendas de segunda mano especializadas ofrece una mayor seguridad que hacerlo entre particulares, pues el producto tiene garantía. En dichos establecimientos, los productos deben tener dos años de garantía. La única excepción sería que se pactase un plazo de garantía inferior con el comercio, plazo que nunca será de menos de un año. Además, los artículos deben estar correctamente etiquetados, deben contener las instrucciones, advertencias y riesgos previsibles del producto, y el vendedor debe facilitar tique o factura con los datos del comercio.
Sin embargo, cabe recordar que la garantía de los productos de segunda mano no contempla la sustitución del producto, algo que sí ocurre con los productos nuevos. Si el artículo tiene algún fallo o el cliente tiene disconformidad con la compra, la garantía cubre la opción de rebajar el precio, reparar el producto o resolver el contrato y devolver el producto. Este tipo de tiendas deben disponer de hojas de reclamaciones.
Entre particulares todo se complica
Comprar en una plataforma de segunda mano --de particular a particular-- ofrece menos garantías que hacerlo en un establecimiento físico, ya que este tipo de compraventas están reguladas por el Código Civil y no por la legislación específica de consumo. Así pues, una vez hecha la compra, el consumidor dispondrá de seis meses para reclamar ante los tribunales cualquier problema o defecto oculto en el bien adquirido, aunque siempre es aconsejable intentar llegar a un acuerdo con el vendedor si se tienen pruebas fehacientes del vicio oculto --defecto grave interno que no se anunció ni percibió en el momento de la compra--.
Solicitar nombre, apellidos y dirección al vendedor, y un documento con fecha e importe que sirva de prueba de la compraventa, puede servir a posterior para reclamar por un producto defectuoso. También hay determinadas plataformas de compraventa de productos de segunda mano que ofrecen ciertas garantías para cubrir posibles incidentes, o la posibilidad de contratar una garantía para determinados productos.
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