Verano tras verano, las reclamaciones de los pasajeros que optan por viajar con Ryanair se disparan. ¿Los motivos? Los más frecuentes son retrasos interminables y cancelaciones de última hora de sus vuelos. Sin embargo, las aerolíneas están obligadas a indemnizar con 250 euros a los viajeros que sufren retrasos de más de tres horas, siempre que dicho retraso no se deba a condiciones meteorológicas adversas.
Ahora, ha sido una toledana la que ha recibido una indemnización de 1.000 euros por parte de la aerolínea irlandesa, que en un inicio no atendió la reclamación de esta afectada.
Las trabas de Ryanair a la hora de indemnizar a sus víctimas
Aunque el Reglamento Europeo 261/2004 sobre los derechos de los pasajeros de aeronaves establece los derechos que corresponden a los pasajeros en caso de denegación de embarque contra su voluntad (cancelación o retraso de vuelo), Ryanair no atendió la primera reclamación presentada por una ciudadana de Toledo que sufrió, junto a tres miembros de su familia, un retraso de casi cuatro horas en su vuelo de Madrid a La Palma.
Tras reclamar ante el servicio de atención al cliente de Ryanair la cantidad de 250 euros por pasajero (un total de 1.000 euros), la compañía sólo facilitó un número de reclamación para hacer el seguimiento, pero no le ofreció una respuesta.
Insiste y vencerás
Al no recibir respuesta, la afectada contactó con una asesoría jurídica, que inició un procedimiento de mediación con Ryanair, que resolvió el caso, favorablemente para la pasajera, en apenas un mes.
La toledana ha recibido una indemnización de 1.000 euros, lo que le correspondía al tratarse de un retraso de más de tres horas en un vuelo de una distancia no superior a 1.500 kilómetros. Cabe recordar que si la distancia es de entre 1.500 y 3.000 km, la indemnización deberá ser de 400 euros por pasajero, mientras que para los vuelos de más de 3.000 km será de 600 euros.