Si piensas comprar un piso, intenta hacerlo cuanto antes: los precios subirán en los próximos años

El incremento del precio de la vivienda se ha convertido, en los últimos años, en un verdadero drama para millones de españoles. Ya son muchas las voces que hablan de “emergencia” y de situación “insostenible”, sobre todo en las grandes ciudades. Por ejemplo, un informe reciente sobre el sector inmobiliario elaborado por la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV señala que la oferta disminuye de manera “alarmante” y que, en el corto plazo, la situación será aún peor.

El precio medio de la vivienda en España ha alcanzado los 1.658 euros por metro cuadrado, lo que supone el decimocuarto incremento consecutivo y el mayor desde antes de la pandemia, tal y como refleja un informe de vivienda de Gesvalt. Y los expertos creen que en los próximos años puede seguir subiendo.

Subidas continuas de precio

Por ejemplo, Caixabank Research pronostica que el precio de la vivienda cerrará el año 2024 con un aumento del 4,4% (tomando como referencia el precio del Ministerio de Vivienda) o del 5% (con la referencia del INE), frente al 2,7%-3,5% que estimaba hasta ahora. De cara al próximo ejercicio, tal y como recoge Idealista, la previsión es que suba otro 2,8% adicional en ambos casos, tres décimas por encima de su anterior cálculo.

Por su parte, Solvia pronostica una subida moderada pero constante: apunta que 2024 cerrará con un encarecimiento medio de los inmuebles del 3%, subida que se mantendrá durante el próximo ejercicio. El informe, según expone Idealista, detalla que el precio medio ya ha superado los 2.000 euros/m2 en el segundo trimestre, con Baleares, Guipúzcoa y Madrid al frente del mercado (por encima de los 3.000 euros/m2 en los tres casos).

Crecimientos en España, Irlanda y Portugal

En la misma línea, la agencia de calificación crediticia S&P cree que España (4%), Irlanda (5,8%) y Portugal (3,5%) encabezarán los incrementos del precio de la vivienda durante este año. Más adelante, S&P considera que entre 2025 y 2027 habrá una relajación de las restricciones de la oferta y cierto enfriamiento laboral frente a una demanda que seguirá fuerte, de modo que la situación podría moderarse ligeramente.

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El propio Banco de España reconocía hace unos meses que los problemas de acceso a la vivienda se habían incrementado durante los últimos años, concentrándose en los hogares con menor renta (jóvenes y población inmigrante) y en las áreas urbanas y turísticas.

Medidas para corregir el problema

Las palabras escogidas por el Banco de España resultaban reveladoras: “Los efectos sociales y económicos adversos asociados a las dificultades de acceso a la vivienda justifican la adopción de medidas de política económica dirigidas a corregir estos problemas”, decían.

Además, sugerían que el futuro más inmediato pinta muy negro: “La magnitud del problema diagnosticado hace difícil vislumbrar que actuaciones aisladas de corto plazo puedan tener el alcance suficiente para reducir de forma significativa las actuales dificultades de acceso a la vivienda”, admitía la entidad.

Hacen falta 600.000 viviendas

Por otra parte, el Banco de España considera que se necesitan 600.000 viviendas hasta 2025 para suplir el déficit de inmuebles en el país, pese a que hay casi 4 millones de viviendas vacías o desocupadas.

Otro dato llamativo, que podría dar pistas sobre cómo afrontar esta problemática, es que el 60% de las compras de vivienda en España se pagan al contado, lo que implica que hay muchas empresas pujantes dedicadas a la inversión mayorista.

"Efectos sociales calamitosos"

Algunos responsables políticos comienzan a elevar el tono. Por ejemplo, el consejero de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, Denis Itxaso (PSE), declaró en una entrevista a El Correo que "el tensionamiento bestial" del mercado "puede llegar a tener unos efectos sociales calamitosos" porque "expulsa" a las personas más vulnerables y a las clases medias de la posibilidad de tener "una vivienda digna".

Por su parte, Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, reivindicó recientemente la capacidad de las administraciones para solucionar el problema de la vivienda: "Tenemos los instrumentos, pongámoslos a funcionar", afirmó.