El mítico Ford Fiesta dejará de fabricarse en cuanto acabe el mes de junio. Sí, ese coche que conducía el tipo con jersey amarillo al que cantaba David Summers en la icónica Devuélveme a mi chica de Hombres G. Y es que la compañía ha decidido finalizar su producción para apostar con fuerza por el vehículo eléctrico.
Quien no recuerda ese pequeño vehículo que tanto triunfó entre los jóvenes de la época, ganándose también la etiqueta del coche más pijo gracias en parte a la canción de Hombres G.
El coche de una generación
Hay que recordar que el Fordfi, como muchos le llaman, es un coche americano, pero con nacionalidad española. Esto es porque el primero se fabricó en la planta valenciana de Almussafes, en octubre de 1976 y hubo incluso movilizaciones para conseguir que la factoría se instalara allí.
En aquel año, el Rey Juan Carlos I inauguró la fábrica con Henry Ford II como anfitrión. El Fiesta era un vehículo fruto de la crisis del petróleo. El mercado demandaba coches pequeños que consumieran poco. Aquel día era difícil imaginar el éxito que tendría este pequeño vehículo con ese nombre tan atractivo.
Éxito en ventas
Lo cierto es que fue todo un éxito en ventas. De Almussafes han salido 22.000.000 de unidades de este coche y se convirtió en un icono para la juventud de los años 80. l primer modelo del 'Ford Fiesta' tenía 40 caballos de potencia, medía unos tres metros y medio y pesaba sólo 800 kilos.
Con el paso de los años ha ido creciendo y engordando. Este era el tatarabuelo o más. Porque ha habido ocho generaciones del Ford Fiesta. Siempre dirigidos al público joven, por eso su publicidad intentaba captarlos a ellos.
Innovaciones en seguridad
A principios de los años 80, el modelo costaba 555.000 pesetas, lo que ahora serían casi 3.500 euros. Por supuesto, contaba con radiocasete. Era lo que le importaba a los jóvenes: que el coche tuviera música.
El Fiesta también trajo importantes innovaciones, sobre todo en seguridad. Fue el primer coche de su segmento en incorporar dos sistemas sin los que ahora mismo no concebimos un coche: el freno ABS y el airbag del conductor.