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Las clínicas Grupostop crispan a sus clientes: contratos cancelados y pacientes quemados

La empresa de estética corporal apela a una cláusula que establece que, si se elimina un 90% del vello, el plan se daría por finalizado, pero los afectados denuncian que no ha sido así

Juan Manuel Del Olmo

Una profesional de Grupostop lleva a cabo una depilación / PEXELS

Pacta sunt servanda es una célebre locución latina que puede traducirse por “lo pactado obliga”. Son solo tres palabras, pero el principio al que apelan es sólido, antiguo y vigente. "Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes”, dictamina el Código Civil. Estos días, cientos de clientes de la empresa de depilación láser y medicina estética Grupostop recuerdan estas palabras casi sagradas.

“Más de 15 años de experiencia avalan la calidad de Grupostop, expertos en depilación láser y medicina estética para la mujer y el hombre”, indica esta empresa en su web. Sin embargo, esta excelencia ha quedado en entredicho a raíz de una serie de incumplimientos de contrato. Elena L. Nieves es una de las afectadas. En 2019 contrató un producto que incluía sesiones de depilación ilimitadas, PlanStop. En todo momento, cuenta a este medio, le vendieron que con este plan podría acceder a las máquinas de depilación hasta quedarse sin vello.

Precio cerrado y sesiones “ilimitadas”

A Nieves, el producto le interesaba porque ella deseaba eliminar el vello por prescripción médica. “PlanStop es un nuevo producto que ha sacado PeloStop [matriz de la compañía] a demanda de sus clientes. Precisamente porque no se sabe el número de sesiones que se necesitan. Con esto, el cliente se va a quedar tranquilo, va a pagar un precio cerrado, con sesiones ilimitadas, que significa que vamos a hacer las sesiones que necesite para eliminar el pelo definitivo y para siempre de la zona que desea”, explicaba una comercial de la firma en un vídeo promocional publicado en redes.

“Vamos a darle el alta cuando realmente haya eliminado el pelo. Y le vamos a dar un contrato de garantía en el que le vamos a asegurar que esto va a ser así”, insistía. En la misma línea, la comercial con la que habló Nieves recalcó que el plan era para quitarse el vello al 100%. Dada su ambición, no era un producto barato: esta consumidora pagó 3.700 euros para contratarlo.

Una sesión de depilación láser / FREEPIK

Cancelación unilateral del contrato

Hasta febrero de este año, Nieves acudía a las sesiones sin ningún problema, y el tratamiento era efectivo. Además, asegura que ella lo llevaba “a rajatabla”: tomaba las precauciones indicadas, no tomaba el sol y eran las expertas del centro, con las que llegó a tejer una relación de confianza o de afinidad, las que le indicaban cuándo le tocaba asistir a una nueva sesión de depilación.

Pero a mediados de febrero, un día antes de acudir a una cita ya programada, recibió un mensaje de WhatsApp de Grupostop en el que la empresa cancelaba, de repente, tanto la cita como el contrato. En dicho mensaje, genérico, la compañía alegaba que la cancelación podía deberse a dos motivos.

Resultados no garantizados

El primero era más o menos médico: “El número de sesiones realizadas no puede asegurar ni garantizar un resultado concreto puesto que, en un pequeño porcentaje de casos, o la eficacia del láser puede ser menor a la esperada o puede producirse un efecto rebrote”, señalaba Grupostop en su WhatsApp, que se desdecía así de lo anteriormente prometido en sus anuncios.

Un joven mira su móvil / PEXELS

“Si vemos que, a pesar de llevar más sesiones de las recomendadas o estimadas, no se van a mejorar los resultados -o incluso se valora que la continuación del tratamiento puede ser perjudicial para su salud– se da el tratamiento por finalizado”, añadía.

La empresa queda “liberada del logro del objetivo”

La segunda posibilidad propuesta por Grupostop es que el cliente no hubiera respetado los plazos entre sesiones. Sea como fuere, la compañía terminaba su WhatsApp con un mensaje lapidario: “Motivos por los cuales GRUPOSTOP queda liberado del logro del objetivo, da por finalizado el contrato PLAN STOP y ANULADAS SUS CITAS”.

Ninguno de los dos supuestos planteados, subraya Nieves, es aplicable a su caso, y asegura tener documentación que así lo atestigua. Además, el contrato que ella firmó en 2019, tal y como ha comprobado este medio, habla literalmente de que los servicios se prestarán “mediante las sesiones que sean necesarias”.

Una captura de un mensaje promocional de Grupostop / FACEBOOK

90% del vello

No obstante, Grupostop sí que establece lo siguiente en dicho documento: “Se considerará que se ha logrado el objetivo indicado si se ha logrado eliminar el 90% del vello o más, salvo que en el Informe se establezca alguna particularidad en función de las circunstancias del cliente”.

Al igual que Nieves, A. S. Torres defiende que esta cláusula no es aplicable en su caso. “No es verdad que haya desaparecido el 90% del pelo, y aun así han cancelado el contrato. Han incumplido lo prometido. Nos han estafado, es una estafa en toda regla”, remarca.

Grupo de afectados

Torres y Nieves son dos de las integrantes de un grupo de afectados que ya suma más de 150 personas de toda España.

Una chica comprueba el estado de su piel / FREEPIK - @tonodiaz

Una vez organizados, revela Nieves, se están planteando emprender acciones judiciales.

Las trabajadoras reconocen el problema

Al día siguiente de recibir el citado WhatsApp que cancelaba el contrato, Nieves se personó en el centro de Grupostop al que solía acudir, donde una de las trabajadoras reconoció que estaba “igual de sorprendida” que ella.

Además, admitió que esa misma mañana habían gastado “un taco de hojas de reclamaciones para Consumo”. Nieves también puso la suya. No solo porque ya no puede disfrutar de un servicio que la compañía había prometido, sino porque detener ahora el tratamiento puede tener consecuencias, como un indeseado efecto rebote. En la misma línea, Torres afirma que, cuando ella fue a pedir explicaciones a la clínica, las trabajadoras admitieron que estas súbitas cancelaciones eran “órdenes de arriba”.

Una profesional lleva a cabo una depilación láser / FREEPIK

Personas quemadas

Por si fuera poco, Grupostop acumula una retahíla de críticas de clientes que sufrieron quemaduras muy llamativas.

“Hay mucha gente con la piel jodida o estafada de una u otra manera por Grupostop”, denunciaba un internauta en la red social X. “Para resolver un problema de unas quemaduras con una clienta, lleváis tiempo dando largas y correos distintos, pero responsabilidad ninguna”, apuntaba otra. También hay quienes señalan que la empresa ha borrado los comentarios negativos de su página de Facebook o quienes advierten que no se saldrá con la suya.

Este medio ha contactado con la empresa para preguntar diversas cuestiones sobre la cancelación unilateral de los contratos, pero, al término de este reportaje, no ha obtenido respuesta.