Las ruinas de Belchite, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, están en peligro

La vieja localidad aragonesa, icono de la Guerra Civil española, acaba de ser incluida en el World Monuments Watch 2025 por "graves" problemas de conservación

Interior del convento de San Rafael de Belchite / FUNDACIÓN BELCHITE
Interior del convento de San Rafael de Belchite / FUNDACIÓN BELCHITE

Pocos lugares son tan representativos del horror de la Guerra Civil española y de lo que jamás se ha de volver a repetir como el viejo pueblo de Belchite, situado a 40 kilómetros al sur de Zaragoza.

Las ruinas de la localidad aragonesa han permanecido congeladas en el tiempo durante más de 80 años como un frágil recuerdo del traumático episodio de nuestra historia.

Una ciudad histórica

Los orígenes de Belchite se remontan a la época romana, hace más de 2.000 años. Durante la Edad Media, la ciudad se convirtió en un próspero centro de producción agrícola y administración para toda la región.

El viejo pueblo de Belchite / AYUNTAMIENTO DE BELCHITE
El viejo pueblo de Belchite / AYUNTAMIENTO DE BELCHITE

La arquitectura única del pueblo, que incluía iglesias, sinagogas y casas de estilos renacentista, barroco y vernáculo, reflejaba su historia como un lugar de convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos hasta el siglo XV.

Asediada y destruida durante la Guerra Civil 

Durante la Guerra Civil que asoló España entre 1936 y 1939, Belchite fue asediada y destruida, y su población, muy diezmada, fue trasladada a un nuevo pueblo construido junto a las ruinas.

Interior de una basílica derruida en el viejo Belchite / FABIÁN SIMÓN - EP
Interior de una basílica derruida en el viejo Belchite / FABIÁN SIMÓN - EP

Al final de la contienda, se decidió dejar las ruinas intactas, y su significado evolucionó con el tiempo como un recordatorio impactante de los horrores de la guerra, siendo ahora reconocido como un lugar icónico de memoria en España y más allá.

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Belchite era especialmente rica en arquitectura mudéjar, un estilo fruto de siglos de intercambio intercultural que hoy en día está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Tras 80 años de abandono, las estructuras que quedan del Viejo Belchite necesitan una conservación urgente.

World Monuments Watch 2025

Debido a los "graves" problemas de conservación de este patrimonio cultural, la World Monuments Fund (WMF) ha incluido a Belchite entre los 25 monumentos y espacios World Monuments Watch 2025.

Este listado incluye una amplia variedad de sitios que enfrentan grandes desafíos, como el Tejido Urbano Histórico de Gaza; la Casa del Maestro en Kiev (Ucrania); la Costa Swahili en África; y la Ciudad Antigua de Antioquía (Turquía). 

Preservar las ruinas

En la actualidad, preservar los inquietantes restos de este pueblo devastado como un lugar de memoria y reflexión ofrece una oportunidad crucial y única para que las generaciones presentes y futuras comprendan la tragedia de la guerra.

El Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza) / SIMÓN ARANDA - AYUNTAMIENTO BELCHITE
El Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza) / SIMÓN ARANDA - AYUNTAMIENTO BELCHITE

También plantea un reto de conservación único en lo que respecta a la preservación e interpretación de las ruinas históricas de la guerra. Promover un turismo sostenible en Belchite puede ser una vía para el crecimiento económico local y el desarrollo rural.

Un símbolo de paz y reconciliación

World Monuments Fund colaborará con la Fundación Pueblo Viejo de Belchite y otros socios locales con un doble objetivo: poner de relieve los graves problemas de conservación de este rico patrimonio cultural y, a través de su conservación, apoyar el turismo sostenible en Aragón como un poderoso símbolo de paz y reconciliación.

WMF España es una asociación española creada en 1992. Gracias al programa Watch ha colaborado en la preservación de espacios como los pabellones Güell de Gaudí, el barrio del Cabanyal de Valencia, los conventos de clausura de Sevilla, el plan de gestión del Acueducto de Segovia, los patios de Córdoba del barrio de la Axerquía o los Molinos de viento de Mallorca. Además, colabora en la conservación/restauración de otros monumentos como el Salón Rico de Medina Azahara o las cuevas de arte rupestre de Santander.

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