Existe una amplia variedad de cascos para escuchar música. El modelo más tradicional es el de cables que se conecta manualmente al teléfono móvil. Una versión más actual son los inalámbricos que funcionan con Bluetooth. Pero existe una tercera opción que parece ser la gran desconocida. Se trata de los auriculares de carga solar. Unos cascos que, en realidad, no presentan grandes diferencias con el resto. Así lo explica a Consumidor Global el ingeniero de sonido José María Gómez.
Estos auriculares difícilmente se encuentran en tiendas físicas. Aunque no ocurre lo mismo en el mercado online. En diferentes sitios webs se pueden comprar por precios que no superan los 30 euros en su mayoría. Solo existe una excepción. Se trata de los circumaurales, over-ear o hifi (conocidos popularmente como aquellos que rodean toda la cabeza tipo diadema) de la marca Adidas. Son de carga solar y cuestan 230 euros.
¿Cómo funcionan estos auriculares?
Lo primero es determinar los dos tipos de auriculares que existen en el mercado. En el ala más tradicional están aquellos que funcionan con cable. Los inalámbricos forman parte del grupo de los modernos. Los de carga solar se ubican dentro de los auriculares sin cable. Así lo determina el propio Gómez. Partiendo de esta idea, los de carga solar funcionan casi de la misma forma que el resto de tipos. El ingeniero de sonido distingue entre elementos pasivos y activos.
Los cascos más tradicionales son elementos pasivos. Esto quiere decir que la carga y la señal las produce el propio aparato. Los cascos inalámbricos son elementos activos. "Necesitamos una conexión digital inalámbrica. Normalmente suele ser con Bluetooth y hay que convertir esa señal de digital a analógica. Después, tenemos que amplificarla para que se cargue adecuadamente en esos auriculares", matiza el experto.
Duración de la batería
José María Gómez determina que la gran diferencia de los auriculares de carga solar respecto al resto de modelos es la comodidad que presentan. El hecho de que se carguen con energía solar permite al usuario no tener que estar pendiente sobre si se agota o no la batería. Ahora bien, ¿cuánto tiempo dura? "El tamaño de la batería supongo que será el mismo que lleva un auricular normal", explica el ingeniero.
La batería de unos cascos inalámbricos suele durar unas seis o siete horas. Por lo que, a juicio del experto, los de carga solar deben rondar el mismo periodo de tiempo. La gran pregunta es cuánto tiempo tarda el sol o luz natural en cargar las baterías. Una cuestión sobre la que, hasta el momento, poco o nada se sabe. "Supongo que habrán hecho pruebas de laboratorio, lo que pasa es que esos resultados no son públicos", destaca.
Powerfoyle, ¿la tecnología del futuro?
Una parte criticada de los dispositivos electrónicos es precisamente la huella medioambiental que dejan. En este sentido, la energía solar se presenta como una posible solución para reducir ese impacto medioambiental. Los auriculares que funcionan con este sistema de carga "se están vendiendo mucho por el tema de pretender ser limpio", argumenta el ingeniero de sonido.
"Realmente terminas teniendo baterías, que es la parte más contaminante", aclara. "Es una buena estrategia de marketing pero, en mi opinión personal, no solventan demasiados problemas", zanja. Otra cosa son los que funcionan con el sistema Powerfoyle, tal y como expone el propio Gómez. Esto es, una tecnología que promete carga ilimitada en los dispositivos. Consiste en recoger energía de cualquier fuente de luz, tanto del interior como del exterior. Este sistema no requiere de una batería.
El modelo de Adidas, ¿merece la pena?
Dentro de la variedad de auriculares de carga solar, hay unos que destacan especialmente. Se trata de los Adidas RPT-02 SOL. Están disponibles en el mercado por 230 euros y son de carga solar. Pero, ¿qué les diferencia del resto? Más allá del tipo de carga, el precio de estos auriculares over-ear se justifica con otras características. El coste intelectual es el rasgo que recalca José María Gómez. "Si una industria se dedica a patentar una tecnología, una innovación, la empresa va a intentar obtener un rendimiento de ello", explica. El ingeniero considera que conseguir cada uno de esos materiales de carga solar no es algo especialmente barato.
"Otra cosa es que justifique todo el precio", advierte. "Solo porque ponga Adidas, ya hay un plus de dinero. Si le sumas que te los venden como limpios, es otro plus. El mini material que estará patentado para la carga solar supone otro incremento. Si encima funciona bien, no se quedan colgados y la calidad del audio es decente, tienes un conjunto de elementos que te pueden dar ese precio". Sea como fuere, lo cierto es que los auriculares de carga solar no presentan grandes diferencias ni con el resto de inalámbricos ni con los tradicionales que funcionan por cable. Hasta el momento, tampoco son las grandes promesas para reducir la huella medioambiental. Si bien la energía solar es la gran apuesta del futuro, es evidente que en este tipo de cascos aún hay mucho que mejorar.