• Home

  • Noticias

  • Análisis

  • Es muy probable que no hayas bebido un vodka ruso en tu vida: ¿tiene sentido un boicot?

Es muy probable que no hayas bebido un vodka ruso en tu vida: ¿tiene sentido un boicot?

Desde el sector de la restauración y del ocio nocturno explican que el consumo de esta bebida alcohólica procedente del país de Putin es “irrisorio”

Botellas de vodka y otras bebidas alcohólicas en un bar / PEXELS
Botellas de vodka y otras bebidas alcohólicas en un bar / PEXELS

Los consumidores de vodka pueden estar tranquilos en España. A diferencia del aceite de girasol, el trigo y el maíz, entre otros productos procedentes de Rusia y Ucrania que ya empiezan a escasear, no hay problemas de abastecimiento de vodka ruso, pues apenas se importa. De hecho, es muy probable que el consumidor nacional no haya bebido vodka del país de Putin en su vida. Por lo que, ¿tiene sentido un boicot?

Un barman prepara una copa / FREEPIK
Un barman prepara una copa / FREEPIK

La presencia del vodka ruso “es muy inferior de lo que, a priori, se puede pensar”, reconocen desde la Federación Española de Bebidas Espirituosas, quienes explican que, en 2019, el último año normal del que se tienen datos, España importó vodka de Rusia por valor de 744.000 euros, mientras que se pagaron 49 millones de euros por botellas de esta bebida alcohólica procedentes de otros países, según Data Comex.

Un boicot simbólico

“No habrá ningún problema para pedir esta bebida porque las marcas más populares no son rusas”, apunta el presidente de España de Noche, Ramón Mas, que se muestra más preocupado por el encarecimiento de la gasolina y por las huelgas de transportistas que por un hipotético problema de abastecimiento. “Sólo me consta el boicot de la discoteca Luz de Gas de Barcelona”, añade el directivo.

Un bar sin vodka / PEXELS
Un bar sin vodka / PEXELS

Al igual que en centenares de comercios de Estados Unidos y Canadá, donde han retirado el vodka ruso de sus estanterías y barras --sólo representaba el 1 % del consumo--, Fede Sardà, empresario y dueño de Luz de Gas, ha dejado de servir vodka ruso en su local. “Mi boicot es una excusa para decir ‘No a la guerra’, solidarizarme con el pueblo ucraniano, e intentar animar a otros a hacer lo mismo”, expone Sardà a Consumidor Global. Sin embargo, por el momento nadie se ha sumado a su iniciativa.

Pedir un vodka ruso: una misión casi imposible en España

“El vodka uso no sale”, apuntan desde el grupo que tiene en propiedad Opium y Bling Bling, entre otras discotecas y restaurantes repartidos entre Madrid, Barcelona, Marbella e Ibiza. “No utilizamos ningún destilado ruso en la elaboración de nuestros cócteles”, expone Lito Baldovinos, uno de los dueños de Paradiso (Barcelona), considerada como la tercera mejor coctelería del mundo, según The World’s Best 50 Bars.

Varias botellas de vodka sobre una mesa en Rusia / PEXELS
Varias botellas sobre una mesa en Rusia / PEXELS

De vodka ruso “gastamos una botella al mes. La gente no lo pide. Sólo algún ruso que viene de vez en cuando”, explica el dueño de Sutton, Antonio Cano. En el bar musical Jazzman tienen sólo uno producido en el país más extenso del mundo (Moskovskaya) y “es el que menos nos piden”, aseguran. Entonces, ¿qué países son los principales productores de esta bebida que es símbolo nacional en Rusia? ¿De dónde provienen las botellas más populares?

Las marcas más populares

De los que más cubatas “servimos es de Belvedere, Absolut y Grey Goose”, apuntan desde la discoteca Otto Zutz de Barcelona sobre estos vodkas de origen polaco, sueco y francés, respectivamente. Una opinión que comparten todos los actores del sector consultados por este medio.

Una botella de Absolut en la nieve / PEXELS
Una botella de Absolut en la nieve / PEXELS

Smirnoff, otro de los más populares en el mundo, es de origen moscovita, pero el grupo al que pertenece en la actualidad, el británico Diageo, no ha tardado en desvincularse del régimen de Putin, y ha presumido en redes sociales de elaborar su destilado en América. Aunque menos conocido, el Stolichnaya se venderá a partir de ahora simplemente como Stoli, ha declarado en un comunicado la compañía del multimillonario ruso Yuri Shefler, que en el año 2002 se exilió de su país natal, y ahora sólo emplea ingredientes eslovacos y destila en Letonia. También es importante subrayar que si los vodkas rusos no son populares en el extranjero es debido a que la mayor parte de la producción se consume dentro del propio país.

Ni en el supermercado

Si uno se acerca a un supermercado Mercadona, por ejemplo, no encontrará ningún vodka de origen ruso. El más vendido es el más económico (Knebep), que se elabora en Galicia y cuesta 6 euros, la mitad que una botella de Absolut (12,70 euros). La cadena de supermercados de Juan Roig también vende el polaco Vladonof (8,75 euros). Mientras, Eristoff, otro de los típicos, se vende en Eroski (7,99 euros) y El Corte Inglés (8,99) y es de Georgia.

La selección de destilados de Mercadona / CG
La selección de destilados de Mercadona / CG

Por otro lado, en el gigante estadounidense Amazon es de los pocos comercios en los que se pueden encontrar la gran mayoría de vodkas de Rusia: Russian Standard Platinum (19,5 euros), Beluga (31 euros) y Mamont (42 euros).

Has leído este contenido de Consumidor Global elaborado por nuestro equipo de redacción y expertos. Si deseas acceder de forma libre a todos los contenidos que producimos te recomendamos suscribirte. Además, podrás recibir asesoramiento legal gratuito por formar parte de nuestra comunidad.
Comentarios

Desbloquear para comentar

Suscríbase

Tenemos
el mejor plan
para el consumidor exigente

Suscríbase
Acceda

Acceso completo

Libere los accesos a todas las secciones bajo suscripción

Contenido exclusivo

Contenido exclusivo

Los mejores artículos, productos, contenido exclusivo y asesoría legal

Suscríbase
Sea el mejor consumidor únase a nuestro club.