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La picaresca de las tiendas de animales: vender un perro por 340 euros y pedir después hasta 1.000
Las asociaciones de animales critican las continuas argucias de algunos comercios y particulares, que dejarán de ser legales con la llegada de la nueva Ley de Bienestar Animal
Es bien sabido que criar y cuidar una mascota conlleva una gran responsabilidad. Pero este mensaje no es exclusivo para el futuro dueño. Numerosas asociaciones de animales critican los trucos de algunas tiendas que se dedican a vender perros de raza en internet a un precio llamativo que, en realidad, no corresponde con el precio final. De hecho, es fácil encontrar anuncios del tipo "Vendo un Yorkshire por 340 euros" y pedir después hasta 1.000 euros por el perro.
Asimismo, ésta no es la única práctica cuestionable que se realiza con cachorros. Muchos particulares crían perros en malas condiciones, o sin hacerles el debido seguimiento para que el animal llegue completamente sano a manos de su familia adoptiva. Pero la venta de mascotas por parte de las tiendas y de los particulares, así como otras prácticas, tiene los días contados gracias al anteproyecto de Ley de Protección y Bienestar Animal.
El ‘clickbait’ de las tiendas de animales
En Milanuncios aparecen decenas de anuncios de tiendas de mascotas que publican la venta de perros de raza a un precio irrisorio, pero al preguntar por los mismos, el coste aumenta en 600 euros. Y las excusas son muy variadas. Por ejemplo, una tienda anuncia un Akita Inu por 400 euros, pero su precio final son 990 más IVA. Explican a Consumidor Global que el precio barato corresponde a un perro más mayor que estaba cojo, y que justo se había vendido el día anterior. Otra tienda, que pide 340 euros por un Yorkshire, asegura, después, que en realidad es la cuantía mensual del pago a plazos por dicho animal. Todo muy increíble.
Ante este tipo de ganchos engañosos, las asociaciones caninas critican esta forma deshonesta de vender y comercializar con animales. Aseguran que los desvalorizan, como si fueran un mero objeto. Encarnación Meruelo, presidenta de la Asociación de Centros Legales de Cría y Cuidado Responsable (Ascelcre) critica este “enganche del cliente a nivel de publicidad” y reivindica la necesidad de incluir todos los cuidados necesarios, la alimentación, buenas instalaciones, permisos y servicios veterinarios para que el animal tenga unas condiciones anímicas, físicas y psicológicas correctas.
Lluvia de críticas a este tipo de venta de mascotas
Desde Ascelcre se critica que se trasladen a los perros “como si fueran arroz para ponerlos en la estantería de un establecimiento” y declaran que las tiendas de animales “no tienen ninguna lógica”, ya que deberían ser sólo de alimentación y suministro.
La protectora de animales Arca de Noé, en Sevilla, celebra que se prohíba su venta en este tipo de locales y por internet, ya que no son “artículos”, y matiza que tendría más sentido si se pudiera exponer a los animales que están en adopción. Su vicepresidenta, Isabel Rodríguez, apoya que sean los criadores profesionales los que se dediquen de forma exclusiva a la venta de animales, para evitar así que se les explote sin control.
Los particulares no son vendedores profesionales
Meruelo critica abiertamente que un particular pueda criar. “Yo tampoco puedo ejercer otras actividades profesionales si no cumplo las condiciones de esa actividad, ¿verdad?”, argumenta.
Rodríguez, por su parte, advierte de los peligros de esta práctica y opina que los animales no deben de procrear libremente, ya que existe la posibilidad de que nazcan camadas indeseadas que terminen abandonadas en los contenedores o en la carretera. Tan sólo en 2020, cerca de 280.000 perros y gatos fueron abandonados o se perdieron en España, según datos de la Fundación Affinity.
Casos extremos
Fuentes de criaderos relatan a este medio que tener una camada es muy bonito las primeras semanas, pero en cuanto los cachorros crecen, tener hasta 10 animales en casa se convierte en un infierno. “He conocido instalaciones de particulares con una cocina de 12 metros cuadrados con 30 perros Yorkshire encerrados en transportines apilados unos encima de otros”, revelan a Consumidor Global.
Los mismos interlocutores explican, también, el riesgo que supone vender animales siendo un particular. “Lo que empieza como la gracia de vivir la experiencia criando perritos o gatitos, puede terminar en una acusación si vendes un cachorro y a los pocos meses se le detecta una enfermedad o muere. Te pueden reclamar hasta 4.000 euros de gastos u operaciones” relatan, además de señalar que muchos problemas ocurren por no entregar el animal completamente vacunado.
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