Iberdrola, Endesa, Naturgy o Repsol, ¿por cuál decantarse? Esa es la cuestión. Y la respuesta es que tres de cada cuatro consumidores españoles eligen en función del precio del kilovatio hora.
Sin embargo, “es importante prestar atención a otros parámetros que pueden implicar costes extra", señala el responsable de expansión de la eléctrica Chippio, Pol Brau, sobre el truco para no caer en las trampas de este tipo de compañías.
El truco para no caer en la trampra
A la hora de decidirse por una tarifa u otra, el 74% se basa en esta cifra para tomar la decisión. Muy por detrás queda la reputación de la compañía (14,9%) y su servicio de atención telefónica (4,79%).
Los expertos también señalan que es habitual que los comerciales hablen a los consumidores de un precio kWh atractivo, pero estas tarifas conllevan sobrecargos en otras partidas como la potencia, desconocida para la mayoría de usuarios. Así pues, conviene prestar atención a la letra pequeña, preguntar por todos estos aspectos y no solo fijarse en el precio del kilovatio hora.
Cómo ahorrar en la factura
El barómetro de Chippio, que muestra cierto desconocimiento de los españoles respecto a la factura de la luz, señala también que el 47% de los encuestados considera difícil acceder a la información sobre su consumo. “En un mercado actual donde la producción renovable ha batido récords en el pool energético en noviembre, es importante que los usuarios conozcan que tienen herramientas a su alcance para tomar el control de su factura y pagar menos”, señala Brau.
Los datos evidencian que, a pesar de que la luz es más barata que hace un año, la mayoría de españoles no tiene esa sensación. “Usar tarifas variables, más económicas en estos momentos, es el primer paso para un ahorro económico y ambiental” señala Brau. Conocer los precios de la luz con antelación, el consumo acumulado o planificar nuestro gasto energético, son algunas de las acciones que pueden marcar la diferencia y regalarnos un ahorro a final de mes. Merece la pena, ¿no?