Viajar en avión puede ser una auténtica pesadilla para un músico. Instrumentos golpeados y fracturados o incluso desaparecidos son algunas de las peores experiencias y sorpresas que se puede llevar un artista al aterrizar. A eso hay que añadir el importante valor tanto económico como sentimental que conllevan estos aparatos. Cada aerolínea tiene una política distinta, algunas son más permisivas que otras y permiten llevar instrumentos a bordo, para evitar así la temida bodega. Eso sí, siempre dependerá del tamaño y peso del artilugio.
Según los usuarios y los despachos de abogados expertos en reclamaciones de vuelos, la mayoría de quejas y problemas con instrumentos musicales se suelen dar en las aerolíneas de bajo coste como Ryanair y Easyjet. “Es un problema que radica en las políticas de equipaje de las compañías, y las low cost son las que más problemas suelen causar a los usuarios en este aspecto”, expone a Consumidor Global Melanie De Abreu, especialista en reclamaciones de Jurídica Aérea.
Las opciones para volar con un instrumento
Existen tres formas de llevar instrumentos musicales en un avión. Por un lado, como equipaje facturado en bodega. Esta es la opción más temida por los músicos, pues significa que el instrumento viaje junto al resto de maletas y con una probabilidad muy alta de que aterrice con daños importantes.
Otra posibilidad, siempre y cuando se cumplan unas medidas estipuladas, es llevar el instrumento como equipaje de mano en cabina. En este caso, algunas aerolíneas son más flexibles y permiten colocar hasta una guitarra en el compartimento superior. Otras, en general de bajo coste, obligan a comprar un asiento extra o a facturar y llevar en bodega el artefacto.
Ryanair lo pone difícil
Ryanair es una de las aerolíneas que más quejas acumula por esta cuestión. La compañía irlandesa ofrece llevar en bodega instrumentos con un peso máximo de 20 kilogramos. Si tienen un peso mayor, estarán sujetos a un cargo de 11 euros por cada kilogramo excedido. Si quieres llevar tu instrumento a bordo, más vale que tu afición sea la armónica porque la única opción para violinistas y guitarristas es pagar un asiento extra al mismo precio que cualquier otro pasajero, sin posibilidad de que vaya en cabina.
José María Gómez, guitarrista, viajó con su instrumento este verano con Ryanair desde Colonia (Alemania) hasta Madrid. “Sólo me dieron la opción de facturar o comprar el asiento extra. Escogí el asiento por la seguridad del instrumento, pero me parece injusto que sea el mismo precio que para una persona y además no me dejen añadir otra mochila”, denuncia.
Easyjet y Vueling
Por su parte, Easyjet sí que permite llevar instrumentos como violines y guitarras a bordo, en el compartimento superior, sin necesidad de adquirir un asiento extra. Sería en sustitución del equipaje de mano grande y se permitiría un bolso adicional debajo del asiento. Si se trata de instrumentos con tamaños superiores, como un violonchelo, es necesario adquirir un asiento extra o llevarlo en la bodega.
En el caso de Vueling, los instrumentos pueden facturarse para ir junto al resto de equipajes voluminosos. También existe la opción de comprar un asiento extra para llevar el artilugio a bordo, pero sus medidas siempre tendrán que ser inferiores a 136x47x25 centímetros de tamaño y/o 75 kilos de peso.
Iberia, la más permisiva
En el caso de las aerolíneas convencionales, las políticas de equipaje parecen más claras y benefactoras para las personas que viajan con equipaje especial, como son los instrumentos musicales. Iberia, por ejemplo, permite llevar hasta una guitarra a bordo sin necesidad de comprar el asiento extra y siempre que no se superen las medidas de 30x120x38 cm. Si se trata de un instrumento de grandes dimensiones puede ir en un asiento extra, siempre y cuando se contacte con antelación y se confirme la posibilidad por parte de la aerolínea. Si no, podrá ir facturado en bodega. Esta política es la misma para la marca de bajo coste Iberia Express y se trata de una de las más permisivas en esta materia.
Air Europa tiene unas normas similares y permite llevar los instrumentos como equipaje de mano. Eso sí, las fundas no pueden superar los 115 centímetros lineales, aunque esto es difícil de medir, pues la mayoría de cajas son curvas. Si el instrumento supera esa medida, habrá que pagar 150 euros para trasladarlo a bodega o adquirir otro asiento.
Firmar la declaración de valor
Ana Rodríguez, directora de operaciones de Reclamador.es, explica a Consumidor Global que desde junio han recibido alrededor de 800 reclamaciones distintas referidas a equipajes. “En el caso concreto de instrumentos, la mayoría de quejas que nos llegan son por daños y golpes o pérdidas del equipaje”, cuenta. Desde estos despachos se recomienda firmar una declaración de valor del instrumento para cubrir así deterioros o pérdidas. “Depende de cada aerolínea, pero este seguro puede costar entre el 5% y el 10% del valor total del instrumento que se declare”, añade Melanie de Abreu, de Jurídica Aérea.
Por otro lado, el hecho de pagar un asiento extra para el instrumento al mismo precio que el de pasajero es un tema que genera revuelo en el gremio de los músicos. “Creemos que el precio es abusivo y debería haber una tasa especial cuando no es una persona la que viaja”, opina De Abreu. Por su parte, Ana Rodríguez, de Reclamador.es, considera que sería una buena iniciativa que existan tasas especiales para instrumentos. “Igual que un niño no paga lo mismo que un adulto o las mascotas tienen su propia tasa, sería conveniente que existiera algo parecido para los instrumentos'', subraya Rodríguez.