“Yo creo que la afición a las plantas saltó una generación. Mi abuela era una fan absoluta, mi madre no, y yo en cambio sí”, afirma Pancho Doren, florista en Casa Protea de Barcelona, una tienda pequeña, de techos altos y vigas de madera. Antigua, con carácter, aunque también joven y desenfadada. Casa Protea no es una floristería, es un “estudio”, según reiteran los propietarios. Las plantas no sirven únicamente para regalar o conmemorar, ahora son una obra de arte que decora la casa. “Se trata de crear un proyecto, cultivar una afición, no de comprar cosas perennes”, explica Doren.
Desde hace unas temporadas, cada catálogo de tienda, revista de interiores o imagen de Pinterest van acompañados de plantas. De hecho, están por todas partes: en la mesita de noche, en el escritorio o en los pies de la cama. La mayoría no son de flor, más bien destacan las de hojas verdes y siempre vestidas con macetas de arcilla o de mimbre. “No es que no se lleven las flores, pero son otro concepto, buscamos enraizarnos con ellas, no algo breve”, incide Doren. Y tal y como pasa con el tiro bajo o el flequillo, las modas no son para todos, y las plantas, aparte de decoración, son seres vivos. “Siempre existirá aquella persona que tiene la agenda apretada, pero que quiere intentarlo con una planta”, bromea Doren. Así para este tipo de personas, para los consumidores más torpes, ¿qué especies hay en el mercado que no supongan la muerte inminente?
Plantas fáciles para patosos
Muchas veces, el problema según los floristas es que “confundimos regar la planta con cuidarla y es el exceso de hidratación lo que acaba matando a la planta”. Por ello, las mejores especies para aquel usuario inexperto que quiere entrar en este mundo son “la sansevieria y la zamioculca”, recomienda Pancho. Estas dos plantas necesitan poca agua y también poca luz, por lo que son ideales para espacios interiores. “De hecho, la zamioculca tiene como un bulbo dentro que almacena agua”, subraya este especialista.
La cinta también es otra opción. Perteneciente a la variedad de plantas colgantes, se adapta a la perfección a estancias como la cocina o el baño que, por lo general, son zonas complicadas para cualquier otro tipo de flor. Esto es debido a que es una planta húmeda y, aunque le agrada la luz, es mejor no colocarla al sol directo para evitar quemar las hojas y en verano.
Trucos: maceta, hojas y abono
Lo primero de todo es comprobar que la planta comprada esté en su correcto macetero. Es decir, no todas las jardineras son apropiadas y, aunque se puede pensar que el recipiente es más cuestión de estilo, la mayoría de veces la supervivencia de la planta radica en él. “El diámetro tiene que ser unos cinco centímetros más que ella y con este espacio adicional las raíces pueden absorber con tranquilidad los nutrientes que necesita de la tierra”, explican desde la floristería Monstera. Además, es bueno que el macetero tenga un agujero en el centro, de esta manera “el exceso de agua cae y no se queda la planta como encharcada”, añaden desde Casa Protea.
Otro detalle importante es el de limpiar las hojas de las plantas “porque respiran a través de ellas y el polvo impide que lo hagan”, inciden desde Monstera. Y lavar las hojas no significa humedecerlas, “se cree erróneamente que es bueno mojarlas de agua, pero no, no es necesario a no ser que sea una planta de aire o que tenga pelitos”, comenta Doren. Con el cambio de estación también es importante abonarlas. “Sin pasarse, siempre menos de lo que te indique en el bote y si es líquido el abono mejor, es menos agresivo”, comenta Doren. De hecho, lo ideal según los expertos consultados por este medio sería añadir estos nutrientes cada 15 días.
Cuestión de agua
Además de no regarla demasiado, hay otras cuestiones que rodean al agua. “Por lo general, el agua de las ciudades está llena de cloro u otros productos químicos y eso repercute en su salud”, explica Doren. De hecho, se sabe que la planta está consumiendo agua de mala calidad cuando le aparecen manchas en las hojas.
Por ello, desde Protea recomiendan regar la planta con el agua reposada. “No hace falta regar las plantas con agua embotellada, pero si se tiene tiempo, es mejor extraer el agua del grifo y dejarla una hora para que estos componentes se evaporen”, concluye Doren.