0 opiniones
Así se debe gestionar el estrés para que no afecte al sistema digestivo, según los expertos
Con la vuelta a la rutina y con la pandemia de por medio los problemas relacionados con el nerviosismo y la ansiedad se han disparado, y pueden afectar directamente al estómago
A veces, el estrés aparece y trastoca de forma irremediable el cuerpo produciendo cambios en el apetito, dolores de cabeza, cambios de humor, molestias en el estómago, entre otros malestares. ¿Cómo es posible que afecte de una forma tan drástica?
Se debe a que el estrés se genera principalmente en el sistema nervioso y afecta absolutamente a todo el organismo. En concreto, puede trastocar el normal funcionamiento del sistema nervioso, el endocrino --toda la parte hormonal--, el sistema inmune --fundamental para mantenerse sano-- y, por supuesto, el sistema digestivo.
¿Cómo afecta el estrés al sistema digestivo?
"Una parte fundamental del sistema digestivo son los intestinos, que albergan nuestra microbiota intestinal, billones de bacterias que tienen funciones vitales en nuestro cuerpo y muchas veces desconocidas“, explica la Fundadora de la Escuela de Nutrición Emocional Fran Sabal.
“Cuando tenemos altos grados de estrés, nuestra microbiota intestinal se altera negativamente, desregulando nuestros niveles de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y GABA, que son fundamentales en los estados de relajación y disminución de la ansiedad, por lo que se incrementan los niveles de estrés y así continuamos en este círculo vicioso", añade la experta.
Sintomatología
Los principales síntomas para percatarse de que el estrés afecta al sistema digestivo son: hinchazón, estreñimiento, diarrea, estados de ánimo más bajos o depresión, aumento de ansiedad, más sueño, dificultades para dormir, dolores de cabeza, falta de concentración y pérdida de memoria.
Ante cualquiera de estas situaciones, la especialista Sabal propone una serie de recomendaciones para poder gestionar el estrés y así tener un sistema digestivo sano.
Consejos para gestionar el estrés y estar sano
En primer lugar, realizar actividades de relajación, como el mindfulness o meditación, o tomarse un momento del día para hacer alguna actividad que relajante, como pintar o tocar algún instrumento musical, puede reducir el estrés de forma considerable. Al mismo tiempo, llevar una alimentación saludable, natural y equilibrada, ya que todos los productos procesados y refinados generan inflamación intestinal, ayuda a la hora encontrar el equilibrio entre macro y micronutrientes y facilita la digestión. Por supuesto, todo ejercicio físico ayuda mucho a la regulación del estrés y la ansiedad siempre que aporte bienestar y disfrute.
Como es lógico, aprender a aceptar y gestionar las propias emociones para no vivir en una montaña rusa emocional ayuda a gestionar el estrés. En caso de ser necesario, los suplementos con prebióticos, vitaminas y minerales también pueden servir de acompañamiento para estar más sanos.
Desbloquear para comentar