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Ruido y contaminación acústica: esto es lo que debes tener en cuenta al comprar tu nueva vivienda

Los expertos recomiendan huir de zonas críticas como las carreteras y los pasos de tren y señalan que, a pesar de los avances en normativas de ruido, aún falta concienciación

Alberto Rosa

Un aparato de medición de ruido y contaminación acústica próximo a una carretera / DECIBEL INGENIEROS

El ruido es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un sonido desagradable y molesto potencialmente nocivo para la audición. En las ciudades, el tráfico y los transportes como el avión o el tren son algunas de las fuentes de ruido más habituales. En muchos lugares, estos ruidos son intensos y permanentes, por lo que antes de alquilar o adquirir una nueva vivienda, conviene tener en cuenta las condiciones acústicas del lugar si se quiere proteger la salud auditiva.

“El ruido genera problemas de salud y si se va a hacer una inversión alta como la de comprar una vivienda hay que tener muy en cuenta cuál va a ser su ubicación”, expone a Consumidor Global David Pérez, ingeniero acústico de la Decibel Ingenieros, una consultoría acústica que ofrece soluciones de aislamiento, certificación o acondicionamiento acústicos y análisis de impacto ambiental, entre otros.”

Efectos del ruido en la salud auditiva

Y, ¿por qué es tan importante valorar el impacto acústico en un hogar? El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 65 decibelios. Si la exposición es superior a 85 decibelios, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica.

El tráfico es una de las fuentes de ruido más presentes en las ciudades / UNSPLASH

Fernando Luis Rodríguez, profesor de Otorrinolaringología de la Universidad Complutense de Madrid, explica a Consumidor Global los daños que puede causar en la salud vivir en una zona afectada por la contaminación acústica. “Supone varios problemas, no tanto porque afecte al oído, sino por las alteraciones del descanso y la concentración, que a su vez puede repercutir en la tensión arterial, situaciones de insomnio, depresión e incluso infartos”, detalla Rodríguez. 

Exposición continua a la contaminación acústica

“Por las noches, el impacto acústico de una zona urbana no debe superar los 65 decibelios”, explica el profesor, que también recuerda la importancia del tiempo de exposición a los altos índices de ruido. 

“Es un factor clave para los daños y efectos que puede provocar el ruido en la salud auditiva”, recalca. Y es que los hogares cercanos a carreteras, pasos de tren y al tráfico en general se encuentran en exposición constante a altos niveles de ruido.  

Casas junto a carreteras: un problema con poca solución

“A nosotros nos llegan muchos casos de viviendas que están ubicadas cerca de la carretera y nos preguntan qué soluciones se les puede dar”, cuenta David Pérez de Decibel Ingenieros. No obstante, las soluciones son pocas y pasan por colocar pantallas acústicas junto a las infraestructuras o limitar la velocidad en esas carreteras.

Un decibelímetro para la medición de ruido / UNSPLASH

“Normalmente, las placas acústicas sólo reducen el impacto del ruido en los pisos bajos de los bloques de viviendas que se encuentran junto a las carreteras, por lo que se trata de proyectos inviables porque no se pueden construir pantallas tan elevadas”, apunta.

Huir del ruido

Ante las pocas posibilidades y la dificultad para reducir la contaminación acústica en estas zonas críticas, conviene ser precavidos a la hora de mudarse o cambiar de casa y seleccionar una ubicación adecuada o, lo que es lo mismo, huir de las carreteras y las vías de tren.

“Lo ideal cuando se va a construir una nueva vivienda es hacer un estudio acústico en el que se mida el ruido y el impacto de la zona para que, además de cumplir con la normativa, se compruebe si se podrían instalar soluciones en un futuro en caso de que fuera necesario”, detalla el ingeniero.

Mayor concienciación y normativas

Pérez opina que en España se ha avanzado mucho en materia de concienciación de ruidos, ya que “cada vez se publican nuevas normativas y restricciones con límites sonoros que benefician a las personas”, a diferencia de hace unos años cuando “ni los ayuntamientos tenían ordenanzas municipales”. No obstante, este experto admite que, a pesar de los avances, “aun estamos lejos de otros países europeos”.

Cascos de protección contra el ruido / UNSPLASH

Finalmente, otros de los aspectos a tener en cuenta además de los ruidos exteriores es el impacto interior entre las viviendas vecinas. Y es que desde el año 2007 todas las nuevas edificaciones de viviendas deben dejar un aislamiento entre sí de 50 decibelios, apunta el ingeniero.