Hay cientos de métodos para perder peso, pero no todos son efectivos. Uno de los más populares es el de reducir el consumo de hidratos de carbono durante unos días. Pero, ¿contribuye a eliminar los kilos que sobran? ¿Cuáles son los riesgos que entraña esta dieta?
Algunas dietas bajas en carbohidratos ayudan a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Sin embargo, una reducción rápida y repentina puede acarrear efectos secundarios temporales, por lo que hay que optar siempre por un equilibrio.
Riesgos para la salud
Los carbohidratos refinados se suelen añadir a los productos procesados, como los panes, las pastas, las galletas o los pasteles. El organismo utiliza este compuesto como principal fuente de energía y durante el proceso de digestión se descompone en azúcar simple (glucosa) y se libera en la sangre (glucosa en sangre).
Este tipo de dieta puede ayudar a reducir peso si se restringen las calorías y se acompaña con actividad física. Una dieta continuada puede lograr una mayor pérdida de peso, pero algunos estudios han revelado que los beneficios de las dietas bajas en carbohidratos no son muy grandes. En realidad, un exceso de proteína y grasa ayuda a sentirse lleno por más tiempo, por lo que incita a comer menos. Pero reducir los hidratos de carbono también entraña algunos riesgos para la salud, como estreñimiento, dolor de cabeza o calambres musculares. La disminución de carbohidratos puede provocar que el cuerpo descomponga las grasas en cetonas para obtener energía.