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El resurgir de la cámara analógica choca con la escasez de carretes

Fujifilm abandona progresivamente la fabricación de películas fotográficas, pese a que todavía existe una importante demanda

Núria Messeguer

Una chica con una cámara analógica que funciona con carretes o películas / PEXELS

En tiempos de inmediatez, la espera brinda emoción. En los últimos años la cámara analógica ha despertado de su largo letargo. Después de la irrupción de la cámara digital y de las fotografías con teléfonos móviles, algunos consumidores deseaban volver a aquello más artesanal.

“Yo siempre digo que hay tres tipos de usuarios de fotografía analógica: los que han estado siempre y vivieron la época dorada, la decadencia y el resurgir; los que se iniciaron junto a sus padres y después de probar el digital volvieron; y los jóvenes que no lo han vivido, pero ahora se han interesado por ella”. Habla Juan Nieto, propietario de la tienda Foto Carrete, un portal online especializado en fotografía analógica. No obstante, este resurgir de lo artesanal ha topado con la negativa de las empresas de películas que, a pesar de aumentar su demanda de consumidores, se resisten a ofrecer más carretes. “Esta escasez no está provocada por el Covid, desde hace años vivimos un parón internacional, especialmente del modelo de película Fujifilm C200 para cámaras de 33 milímetros”, asegura Josep Calvo, de la tienda Visualkorner de Barcelona. 

No todas las modas “rentan” a las empresas 

“Tenemos 20 carretes de Fujifilm C200 en Visualkorner, son pocos, pero no hemos podido conseguir más. La semana pasada nos hicimos con estas unidades a un precio bastante más alto de lo habitual. Aconsejamos que os hagáis con algunos carretes porque probablemente sean los últimos que se podrán adquirir”, indicaban desde Visualkorner a través de su perfil Instagram.  

El carrete Fujifilm C200 es un básico dentro del sector, pero a pesar de gozar de cierta popularidad y una clientela fiel, la compañía se resiste a incrementar la fabricación de estas películas. “Los carretes constituirán un 1 % de la facturación de esta empresa. No les renta y al final interesan más las ganancias económicas que la moda que pueda haber”, explica Nieto. 

¿Pasará lo mismo que con el Superia 200? 

Pero los carretes no han dejado de existir, ya que en la página web de la compañía japonesa aún consta el modelo en el catálogo de productos. Eso sí, Fujifilm se cura en salud y añade una advertencia debajo del buscado carrete: “Puede que algunos formatos y envases no estén disponibles en su zona”.

Fuentes del sector esperan que la escasez del C200 no anticipe su retirada definitiva del mercado, como pasó con la película Superia 200, que dejó de ser producida en el 2017. “Fuji ha dejado de fabricar prácticamente todo su catálogo de películas”, se queja Héctor Pozuelo, fotógrafo y fundador de Malvarrosa Film Lab. 

Una cámara analógica junto a varios carretes / PEXELS


Cada año, menos carretes y más caros 

Ahora mismo la mayor parte de la oferta de color la satisface Kodak con su película  ColorPlus 200. “Es una de las películas negativas en color de 35 mm más baratas que todavía están disponibles”, explican desde Foto Carrete. Pese a que Kodak quebró en el año 2012, sus carretes siguen a la venta. “Han sacado dos películas nuevas que antes no existían. Aunque la empresa madre haya cerrado, tienen diferentes líneas de producción como Kodak Alaris”, explica Pozuelo. 

Pero la bajada de producción de Fujifilm hace que Kodak cada año suba el precio de sus mercancías. “De 1 de enero de 2020 a 1 de enero de 2021 han subido de precio un 65 %”, señalan desde Foto Carrete. Ahora mismo, un carrete de esta marca con 36 fotos tiene un precio de 7,49 euros.  “He dejado la fotografía porque no puedo permitírmela”, explica de manera concisa y clara Alejandría Cinque, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense y antigua fotógrafa. 

#Filmsnotdead

“Este año hemos experimentado un crecimiento muy destacado de nuestras ventas, el consumidor está cansado de la perfección, de lo bonito y de lo inmediato de las fotografías digitales”, asevera Calvo quien mira el futuro de los carretes con optimismo. Para él, “lo analógico es para siempre y cada año que pasa tiene mayor valor porque no se está fabricando nada nuevo”. De hecho, hay un movimiento en redes, el #Filmsnotdead, que reivindica el papel de lo analógico en la fotografía actual. 

De todas formas, aunque Fujifilm haya abandonado el sector de la película, sigue apostando por lo analógico con la cámara Instax, que viene a ser una máquina fotográfica tipo Polaroid. Según Calvo, este modelo es el más vendido cada Navidad. De hecho, cuando salió en el año 2015, la empresa japonesa llegó a vender más de 5 millones de cámaras instantáneas. Sin duda, y como matizan los expertos consultados por Consumidor Global, la buena acogida de la Instax es uno de los motivos por el que Fujifilm ha abandonado la creación de películas. Aunque esta dejadez está siendo todo un filón para Kodak, que está recuperando la importancia que tenía años atrás.