“¡Es un p*** robo!”, reniega un hombre mientras reposta en una estación de servicio Repsol. Al mismo tiempo, en una de las gasolineras Galp más baratas de Madrid, decenas de coches forman una hilera kilométrica. “Este fin de semana ha sido intratable”, asegura uno de sus empleados sobre unas escenas, nunca antes vistas, que tienen su explicación en el precio récord de la gasolina y en una falsa sensación de desabastecimiento. Y es que llenar un depósito medio (55 litros) con sin plomo 95 cuesta hoy alrededor de 100 euros, unos 25 euros más que hace un año. Sin embargo, hay una medida que puede acabar con la psicosis en las gasolineras y abaratar el precio del combustible de forma inmediata.
Después de la tregua de finales de 2021, cuando el precio de los carburantes acumuló cinco semanas a la baja, el nuevo año empezó con una escalada que se ha visto acentuada con la invasión rusa de Ucrania. Durante los últimos días, un consumo desmedido fruto de la incertidumbre imperante, entre otros motivos, ha hecho que el litro de sin plomo 98 supere incluso los dos euros. “La gente es muy susceptible a las oleadas de pánico, tal y como se vio con el papel higiénico”, expone a este medio el profesor titular de Economía de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, quien asegura que no ha faltado oferta de carburante y que el Gobierno tiene en su mano solucionar el problema de manera temporal.
Una decisión necesaria
Ante una situación de guerra, tanto los países como las empresas han incrementado su demanda de combustible, una demanda especulativa y de precaución que ha provocado la subida de precios. Bajar el IVA de la gasolina del 21 al 10 %, como ya se ha hecho con la electricidad, “es una solución que podría salvar al sector del transporte y ayudar a la ciudadanía y a la economía del país”, apunta el economista experto en logística Cristian Castillo sobre una medida que la patronal de distribuidores de crudo en España ha solicitado al Gobierno de Pedro Sánchez.
Dicha medida abarataría el litro en unos 15 céntimos, “y en una situación de excepción como la actual, hay que tomar este tipo de decisiones lo antes posible”, apunta Castillo, quien recuerda que en Francia, Portugal y Polonia ya se ha hecho. “Es muy posible que en los próximos días el Gobierno reduzca alguno de los impuestos que agravan el precio gasolina”, coincide Bernardos sobre una medida que ayudaría a contener los precios.
El futuro precio de la gasolina
El mercado, tanto el viernes como hoy lunes, “está estable y con tendencia a la baja, pero puede cambiar en cualquier momento”, expone el fundador de Grupo Moure, una compañía cuyo principal negocio son las gasolineras low cost, Marcos Moure, quien asegura que “no hay escasez” y reconoce que los precios actuales son “inasumibles” tanto para el consumidor final como para las propias gasolineras, que cada vez cuentan con menos margen.
Lo más normal “es que el precio de la gasolina disminuya porque no ha habido desabastecimiento. Además, es probable que en los próximos meses se incremente la oferta y entre petróleo de Irán y Venezuela”, explica Bernardos. Asimismo, todos los especialistas consultados coinciden a la hora de vaticinar que si Occidente deja de importar petróleo de Rusia y no se encuentran alternativas, el precio podría dispararse todavía más. “La guerra puede cambiarlo todo”, resume Bernardos.
Llenar o no llenar el depósito
La gente tiene miedo y reacciona acumulando, coinciden los expertos a la hora de intentar encontrar una explicación a las colas kilométricas que se han visto en los últimos días. “En nuestras gasolineras vendimos un 20 % más de lo normal y la gente esperaba alrededor de 20 minutos”, apunta Moure sobre la psicosis de muchos consumidores. Al mismo tiempo, otros optan por repostar cantidades pequeñas a la espera de que el precio se normalice. El consumidor “puede estar tranquilo y repostar con normalidad”, aconseja Bernardos.
En este punto, son muchas las dudas que surgen sobre cuándo y dónde llenar el depósito. Aunque no hay un día concreto en el que repostar sea más barato, “es mejor hacerlo de lunes a jueves que el fin de semana por una cuestión de demanda”, explica Moure, aunque reconoce que, al final, depende de la política de cada gasolinera. Del mismo modo, elegir una gasolinera low cost en lugar de una de las tradicionales --Cepsa, Repsol, etcétera-- puede significar un ahorro de entre 15 y 20 euros por depósito. Eso sí, las colas, por ahora, parecen inevitables los viernes y los fines de semana.