España es la despensa ecológica de Europa, pero está a la cola en el consumo de este tipo de productos. ¿Por qué? “Porque los productos ecológicos son entre un 20 y un 30 % más caros que los procedentes de la agricultura convencional y muchos españoles no se pueden permitir pagar tales precios”, apunta el catedrático de Biotecnología de la Universitat Politècnica de València, el doctor Josep Miguel Mulet.
La realidad es que “exportamos nuestros productos ecológicos a los países ricos de Europa”, coincide el catedrático de Botánica de la Universidad de Barcelona, Francesc Xavier Sans, en el Ciclo de conferencias sobre alimentación, salud y consumo responsable.
Una presencia testimonial
La presencia de productos ecológicos en la cesta de la compra de los españoles se sitúa entre un 2 y un 3 %. “Excepto en Madrid, Barcelona y Valencia, el consumo de productos ecológicos en España es testimonial”, apunta Sans.
Al pasar de un cultivo convencional a uno ecológico, la producción disminuye, “y por eso el agricultor tiene que subir entre un 20 y un 30 % el precio de sus productos”, explica Mulet en referencia al motivo que encarece los precios de este tipo de alimentos.
Un modelo que va a más
“Venimos de un modelo agroalimentario muy intensivo que tiene un gran impacto sobre el cambio climático. Esto alarma a la sociedad, y de ahí el auge de la alimentación ecológica y la necesidad de cambiar el modelo de cultivo”, apunta Sans.
De hecho, el plan de la UE para la transición ecológica contempla que en 2050 la mitad de la superficie agrícola sea de cultivo ecológico.