El pasado 8 de enero, en plena ola de frío por la borrasca Filomena, muchos españoles se llevaron las manos a la cabeza por el precio de la electricidad. Éste se disparó en el mercado mayorista y llegó hasta los 94,99 euros por megavatio/hora, la segunda cifra más alta desde el 11 de enero de 2002 --103,76 euros--. La tendencia se mantuvo en los días posteriores y no ayudó a calmar los ánimos, al igual que tampoco lo hizo la situación en la que se encontraba buena parte del país, con ocho capitales de provincia con temperaturas mínimas por debajo de los -10 grados y con Madrid y otras ciudades muy afectadas por la nieve.
El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista español se situó en el primer mes de 2021 en 60,16 euros, convirtiéndose en el sexto enero más caro de los últimos 20 años y en el tercero de la última década. A pesar de ello, los expertos consultados por Consumidor Global auguran una bajada de la electricidad este año. “Calculamos que el megavatio/hora estará entre 45 y 50 euros”, pronostica Antonio Delgado, CEO de la proveedora de previsiones y estudios para el sector de la energía Aleasoft.
Cifras históricas en enero, para bien y para mal
Las altas temperaturas registradas en los últimos días de enero y el fuerte viento en buena parte del territorio español han bajado de forma considerable el precio medio mensual de la electricidad, que hasta hace apenas una semana apuntaba a superar los 65 euros. Así, en el arranque de 2021 se han registrado dos valores diarios casi históricos: el 8 de enero, con 94,99 euros el megavatio/hora, y el 31 de enero, con 1,42 euros. Ha habido una variación del 98,5 % entre el valor más alto y el más bajo. De hecho, si se actualizan los precios con el IPC, el del 31 de enero está entre los diez más baratos desde el año 2000. A pesar de todo, el mercado español arrancó el año entre los más caros de Europa.
Reino Unido se lleva la palma en esta clasificación. El 13 de enero el precio de la electricidad en este país rozó los 223 euros, más del doble que el pico registrado en el mercado español. “Siempre hay dos grupos, los que estamos un poco más caros --Reino Unido, Italia, España y Portugal-- y luego los extraterrestres, los nórdicos, que tienen precios muy baratos”, resume Francisco Valverde, responsable del área de renovables del grupo Menta Energía. Y no le falta razón. El precio medio de la electricidad en enero se situó en Reino Unido en 89,88 euros, seguido de Portugal (60,69), Italia (60,28 euros) y España (60,17 euros). Por debajo de la barrera de los 60 euros están Francia (59,48 euros), Bélgica (57,46 euros), Países Bajos (53,63 euros) y Alemania (52,81 euros). En tanto, los países nórdicos juegan en otra liga y su mercado mayorista en enero fue el más barato, con 45,81 euros de media, casi un 24 % menor que el español.
¿Cómo se fijan los precios?
Las variaciones del mercado mayorista afectan a alrededor de 11 millones de hogares que tienen la tarifa eléctrica sujeta a los precios regulados (PVPC), según las estadísticas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este organismo también señala que sólo el 25 % de los españoles conoce la diferencia entre la contratación en el mercado libre y el regulado. En el primero, el gasto promedio mensual fue de 56,3 euros, mientras que en el segundo –más sensible a la fluctuación de los precios del mercado mayorista-- la cifra cae hasta los 37 euros, desvelan los datos del último Panel de Hogares de la CNMC, correspondiente al segundo trimestre de 2020. “En el mercado libre todo el año es Filomena”, asegura con sorna Valverde.
Pero, ¿cómo se fija el precio en el mercado mayorista? En el famoso pool eléctrico es donde se establecen los precios a diario y el lugar en el que se casan la oferta y la demanda. En el lado de la oferta es determinante el volumen de producción de las diferentes tecnologías energéticas disponibles. Las hay baratas --como la eólica-- y caras, entre las que se incluyen el carbón y el gas. “La solar influye poco porque cuando más electricidad genera es en verano, pero tenemos tan poca capacidad instalada que no es suficiente para cubrir la demanda, que también se incrementa por el uso de aires acondicionados”, explica Valverde. Además, algunas fuentes de energía son caras o baratas en función del momento. Ese es el caso de los embalses hidroeléctricos, que suelen bajar los precios entre abril y junio, mientras que el resto del año tienden a subirlos.
Filomena aumentó la factura
Durante la borrasca Filomena en el mercado eléctrico se cumplió a rajatabla la Ley de Murphy: Si algo malo puede pasar, pasará. Las bajas temperaturas incrementaron la demanda de energía debido a un mayor uso de la calefacción y las nevadas limitaron el funcionamiento de las renovables al no haber sol y no soplar el viento en buena parte del país, asegura a Consumidor Global Ángel Treviño, gerente de Ecoluz Consultores. A ello también se sumó que el suministro de gas procedente de Argelia --el principal proveedor de España-- se redujo y el precio de éste se disparó.
En este contexto, el precio de la factura en enero para una vivienda con precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) --tarifa regulada--, con un consumo medio anual de 3.500 kilovatios/hora --292 kilovatios/hora al mes-- y una potencia contratada de 4.6 kilovatios/hora, se incrementó en casi 10 euros en relación con diciembre de 2020. La subida es similar a la del primer mes de 2020. Sin embargo, ésta última es un tanto engañosa debido a que el coronavirus y otros factores provocaron que en el mercado eléctrico se registrasen precios inusualmente bajos.
Medidas para abaratar la factura
El impacto del precio mayorista de la electricidad tiene más incidencia en la factura de aquellos hogares que tienen contratada la tarifa regulada, a pesar de ser más barata que la del mercado libre. Sin embargo, en el monto final del recibo el precio de la electricidad en el mercado mayorista sólo representa el 35 % del importe total del mismo y el resto, la parte fija, corresponde a distintas tasas e impuestos, como el IVA --del 21 %--, las primas a las renovables o los peajes de acceso, entre otros.
Para intentar abaratar la parte fija de la factura, el Gobierno anunció a mediados de diciembre la supresión del coste de las primas a las renovables, a la cogeneración y a los residuos. Esto supone alrededor de 7.000 millones de euros anuales que se suplirán con la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, al que aportarán las empresas energéticas en función de sus ventas. Con esta medida, el Ejecutivo calcula que el recibo de la luz se reducirá un 13 %. Sin embargo, hay quienes auguran que estos costes repercutirán en los clientes de otro modo como, por ejemplo, al echar gasolina al coche. “En el contexto actual, con tanto ERTE y quiebras de empresas, las compañías van a repercutir ese coste sobre los clientes, aunque sea fuera de la factura eléctrica”, asegura el gerente de Ecoluz. Otra medida que estudia el Gobierno y que ha levantado cierto revuelo es la posibilidad de que las familias numerosas --tres o más hijos-- se queden fuera del bono social de la luz, que se les aplica sin tener en cuenta criterios de renta.