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Por qué contratar a un detective para destapar una infidelidad es más caro si eres hombre
Pagar 2.000 euros a un investigador para que le haga un seguimiento a tu pareja y descubra un adulterio es un servicio que sobrevive en los tiempos de Tinder
Las ausencias son cada vez más prolongadas. También los silencios. Todo son excusas. ¿Qué fue de las caricias? Ahora, de repente, es la persona más presumida del mundo. Pero cierra sus redes sociales. Cambia de conducta y siempre llega tarde. ¿Quién eres y qué has hecho con mi pareja? “Es la crónica de una muerte anunciada. Hay gente muy torpe”, expone el investigador privado de Tesca Detectives, Carlos Manuel Argüelles, que se dedica a pillar infidelidades en Asturias desde hace más de 30 años, entre otros encargos de diferente índole y minuta. Se trata de un servicio que sobrevive en tiempos de Tinder y que suele ser más caro para los hombres.
“El sujeto objeto de la investigación tiene 46 años. Se llama Enrique Acosta Campos y es directivo de una empresa de consulting que ha cambiado tres veces de nombre en los últimos cinco años”, así comienza el primer informe que recibió Elena -la protagonista de la novela La soledad era esto, de Juan José Millás- sobre su marido. Pero podría ser cualquiera de los informes que redactan cada día gabinetes como Unipol (Málaga), Grupo Herta (Madrid), Detectives Pagès & Gassó (Barcelona) o el citado Tesca Detectives, tras hacer un seguimiento en busca de una infidelidad.
El ’modus operandi’ de los detectives
La sospecha de infidelidad “genera angustia y siempre hay alguien que te dice ‘necesito saber la verdad’. Nosotros le damos esa verdad”, resume el criminólogo e investigador privado Ferran Gassó, socio del gabinete que lleva su nombre. Lo primero, según este experto, es acotar la investigación mediante la información y los detalles que pueda proporcionar el cliente. A partir de aquí, se diseña un dispositivo de seguimiento que se adapte a las rutinas del sujeto investigado y ofrezca las máximas garantías de éxito en el menor tiempo posible.
“No nos gusta alargar las gestiones, por eso es de gran utilidad cuando viene una clienta y te dice: ‘los viernes sale del trabajo a tal hora y llega de madrugada’. Así haces un seguimiento masivo y das en el clavo”, explica Argüelles, quien asegura que las mujeres suelen ser más perspicaces e intuitivas. Y eso acorta el tiempo y las tarifas. “Nos piden pruebas fotográficas. Besándose, por ejemplo, para cerciorarse e identificar quién es la persona que está con su pareja”, matiza Gassó.
Temporada de infidelidades
Tanto en primavera como en verano se activan mucho las relaciones sociales y “afloran las infidelidades”, apunta el veterano detective de Unipol, Juan Rojas. Según este investigador, cuya agencia tiene 10 casos de infidelidades en curso, en fechas estivales se produce un repunte. Las infidelidades representan “un 20 % de nuestro volumen de trabajo”, detalla Rojas, quien asegura que antes, cuando demostrar un adulterio facilitaba el proceso de divorcio, las deslealtades amorosas ocupaban un 40 % de su tiempo.
En la misma línea, desde Detectives Pagès & Gassó y desde Tesca aseguran que antes “se hacían muchas infidelidades”, pero que ahora, al ser menos trascendental a nivel matrimonial y por una cuestión sociológica y laboral, “ha bajado bastante” y apenas supera un 15 % de su trabajo. “Los cuernos se ponen, pero pocos”, apunta Argüelles. Con WhatsApp, Tinder, Grindr, las redes sociales y las páginas de contactos, “mucha gente opta por buscar las pruebas en el móvil de su pareja e incluso algunos les instalan una aplicación o un programa espía, que es ilegal, por cierto", explica Gassó.
Sin un precio máximo
Las tarifas por horas de los cuatro gabinetes de detectives consultados oscilan entre los 50 y los 90 euros, en función de si el seguimiento requiere de un solo detective o de un dispositivo doble. Un servicio puede resolverse en 3 o 4 horas de trabajo o en más de una semana. “Es raro que con un seguimiento de 3 o 4 días no haya un momento en el que el investigado intente ver a su amante”, apunta el detective Rojas.
Así pues, contratar a un detective privado para descubrir una infidelidad “va desde un mínimo de 300-400 euros hasta un máximo que no me atrevo a poner. ¿Entre 6.000 y 8.000 euros?”, detalla el ovetense Argüelles, quien explica que, en ocasiones, han acabado un seguimiento en Marbella con varias noches de hotel. De media, con una duración de 3 a 5 días, estos servicios suelen costar entre 1.500 y 3.000 euros. “Yo siempre digo que el cliente tiene el freno de mano en su poder y que el informe es un traje a medida”, añade Argüelles.
¿Por qué los hombres pagan más por estos servicios?
¿Quién contrata a un detective privado para que espíe a su pareja? Antiguamente, “un 75 % de los clientes que demandaban estos servicios eran mujeres. Ahora se ha equilibrado”, apunta el detective Rojas. “Tal cual”, coincide Argüelles. “A nuestro gabinete todavía vienen bastantes más mujeres que hombres”, difiere Gassó.
Estos investigadores sí coinciden a la hora de valorar que las mujeres suelen ser más avispadas que los hombres, por lo que, cuando se investiga a un varón, el porcentaje de éxito suele ser más elevado. “Hay un 75 % de éxito si la clienta es mujer y un 50 % si el cliente es hombre”, resume Gassó, quien explica que las féminas, por lo general, aportan mucha más información sobre el seguimiento a realizar. Y claro, “cuando la información, además, se corresponde con la sospecha, la investigación puede resolverse en pocas horas”, apunta Rojas. Si no concuerda, el seguimiento se amplía y la minuta se dispara.
El último paso
“Cuando acuden a nosotros, es porque han agotado todos los recursos y somos su única opción”, exponen desde Grupo Herta, una agencia de detectives privados afincada en Madrid. ¿Qué opina una sexóloga de parejas sobre el hecho de contratar a un detective privado para destapar una infidelidad?
Antes de dar ese último paso, “es imprescindible agotar las vías de la comunicación y hablar directamente con la pareja sobre la inseguridad que se vive”, explica la psicóloga Silvia Sanz. Según esta experta, también sería interesante preguntarse qué ha roto la confianza, qué es lo peor que puede suceder y enfrentarse a los miedos, qué se está dispuesto a aceptar y qué no, y si una relación en la que no hay confianza merece la pena. “Si te planteas el contratar a un detective, es porque los cimientos de la relación no son sólidos”, concluye.
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