Desde el instante en que abres un dispositivo inteligente y descargas una aplicación o navegas por internet, tú te conviertes en el producto y ellos tienen el control. Acceden a información que desconoces y hacen negocios con tus datos. Es así, y hay que asumirlo.
"Me atrevo a decir que hoy en día saben más los algoritmos sobre ti que tú mismo o que tu propia madre", afirma el profesor de la UOC experto en diseño de interfaces Quelic Berga. La pregunta es: ¿puede un internauta recuperar el control sobre sus datos y eliminarlos de la red? Y si así fuera, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?
Derecho al olvido
Tras la llegada del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en mayo de 2018, se introdujo el denominado Derecho al olvido, que permite borrar los datos personales de los buscadores de internet --como Google-- siempre que se cumplan una serie de requisitos. ¿Qué requisitos? El interesado debe demostrar que es la persona identificada en la publicación y también debe acreditarse que el contenido publicado atenta contra su derecho a la privacidad. Hay que tener en cuenta que este derecho no se puede ejercer cuando exista un interés público o se haya publicado con motivo de la libertad de expresión o información.
Sin embargo, “no es un derecho absoluto, ya que cuando se ejerce hay que ponderar, entre otras cosas, si prevalece el interés público o la relevancia de los datos para garantizar el derecho a la información”, expone a Consumidor Global Fernando López de Coca, consultor especializado en protección de datos de Audidat. Además, aunque se borren de los buscadores, “tus datos pueden seguir en las páginas donde ya salían, por lo que también tendrías que solicitar que supriman tus datos de ellas”, añade.
¿Cómo eliminar la huella digital?
El derecho al olvido “puedes ejercerlo frente al buscador y frente a la fuente original, es decir, la página web (derecho de supresión)”, matiza López de Coca, quien explica que, si lo ejerces ante al buscador, sucede con frecuencia que no se elimina de la página web donde se ha publicado. Lo mismo pasa al revés, que se elimine de la página web, pero los datos todavía aparecen en el buscador. Por ello, se recomienda ejercerlo en los dos.
Tal y como estableció la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), para poder ejercitar este derecho, los buscadores mayoritarios han habilitado sus propios formularios. En caso de que no respondan a la petición, se puede interponer una reclamación ante la AEPD. A su vez, la decisión de la Agencia es recurrible ante los Tribunales.
Un derecho fundamental
Tanto Berga como César Córcoles, director del máster universitario de desarrollo de sitios y aplicaciones web, advierten de los peligros de ofrecer datos biométricos o de voz porque no se pueden modificar a posteriori, ya que "una vez que le hemos dado la imagen de nuestra huella dactilar o de nuestra retina a alguien, no nos podemos echar atrás", especifica Córcoles, que plantea hacerlo solo a empresas en las que tengamos "una confianza absoluta". Hay proyectos abiertos en los que compartir datos puede "beneficiar a toda la comunidad", como Mozilla, que recopila voces del mundo. Pero también hay ocasiones en las que se debe rechazar su uso. "Reclamar esto es legítimo y es nuestra responsabilidad empezar a exigirlo como un derecho fundamental", añade Córcoles.
Según los expertos, el derecho de imagen es irrenunciable, aunque se hayan cedido los derechos de la misma, por lo que el internauta puede reclamar que se elimine su imagen de la red. “Es complicado hacerlo uno mismo porque hay que estudiar los reportes de abuso de cada plataforma”, expone a Consumidor Global Josep Coll, abogado y CEO de Repscan, empresa que se dedica a detectar y eliminar el contenido negativo de particulares en la red.
La única solución para el común de los mortales
“Todo el mundo dice que le preocupa mucho su privacidad, pero luego todos aceptan cualquier cosa sin informarse al respecto. Son muy pocos los que han llegado a entender el tema de las cookies, por ejemplo”, apunta Sergio Maldonado, CEO de PrivacyCloud, una plataforma que ofrece a los usuarios recuperar el control sobre sus propios datos. Así, si uno ha navegado sin mayor cuidado por la red, no tiene conocimientos informáticos avanzados, y quiere eliminar su huella de internet, la mejor solución es decantarse por contratar a alguien para que lleve a cabo esta tarea de limpieza digital.
En Repscan, por ejemplo, aseguran que son capaces de hacer desaparecer cualquier imagen de internet con “un 95% de eficacia” a la hora de aplicar el derecho de imagen. Para todo lo que son datos personales, “los localizamos y los eliminamos porque tenemos contacto directo con todas las vías (plataformas, navegadores…) y tecnología punta para hacerlo en la medida de lo posible”, apunta Coll, quien añade que a veces internet impide a ciertas personas seguir llevando una vida normal. “También se puede introducir otro tipo de contenido para que la vida digital del cliente sea diferente”, sentencia.
Informática a la hora de la siesta
En general, hace falta una mayor divulgación sobre conceptos "básicos" de informática y seguridad para el gran público. "Sería muy apropiado que se explicara después de comer, en los 15 minutos de programas de televisión dedicados a recetas de cocina", ejemplifica Berga.
De lo contrario, lamenta este experto, muchas compañías siguen acumulando "metadatos agregados de tanta gente que tienen un poder elevadísimo y extremadamente estratégico para quien quiera manipularnos", sentencia.