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Los peligros de usar a diario las gafas de lectura que puedes encontrar en farmacias y bazares
Los expertos recomiendan no abusar de estas lentes que actúan como lupas y advierten de los riesgos de comprarlas en tiendas no especializadas en salud visual
Tener problemas de visión con la edad es algo muy habitual. Se conoce como presbicia o vista cansada y suele aparecer a partir de los 45 años. Una de las primeras soluciones a las que se suele recurrir son las llamadas gafas de lectura o de farmacia, que también se venden o encuentran en bazares y que pueden ser muy perjudiciales para la salud visual.
Este tipo de binoculares son monturas sencillas con lentes esféricas de igual potencia en ambos ojos que actúan como lupas, de ahí que también se conozcan como gafas-lupa. Fueron diseñadas y fabricadas con el único objetivo de servir como auxiliares de visión próxima en situaciones de emergencia. Se pueden encontrar en ópticas y farmacias, pero también en infinidad de tiendas de regalos, bazares o gasolineras por precios que rondan los 3 euros. ¿Demasiado barato para ser bueno?
Unas gafas baratas con efecto lupa
“Son básicamente unas lupas, con la misma potencia en ambas lentes y sin corrección de miopía y astigmatismo”, resume sobre este tipo de lentes la óptica Raquel Soria. El equipo de Consumidor Global ha visitado varios centros para conocer más a fondo este tipo de artículos y, en especial, los peligros que pueden ocasionar. “Como urgencia y para un momento muy puntual pueden servir, pero nada de uso diario”, advierte en ese sentido Ángela Fernández, trabajadora de VistaOptica, un centro ubicado en la calle Bravo Murillo de Madrid.
Además de actuar como lupas, presentan la misma graduación en ambos cristales y “casi todas las personas tienen distintas necesidades en cada ojo, por tanto, unas gafas premontadas no son la mejor opción”, remarca Ana Belén Cisneros, vicedecana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León. Otro de los problemas que destaca esta experta es que dichas gafas no miden los centros ópticos, que es la distancia entre ambas pupilas, y presentan una medida estándar que no se puede modificar.
Los peligros de usar a diario estas lentes
El uso diario de unas lentes premontadas puede originar una serie de deficiencias y daños en la visión que, a corto y medio plazo, puede derivar en problemas más graves. Desde el Colegio Oficial de Óptico-Optometristas de Andalucía señalan algunos riesgos, como errores en el cálculo de las distancias, lagrimeo y dolores de cabeza o vértigos.
Es decir, un uso excesivo de este producto puede más que ser un remedio, empeorar una enfermedad. Según los especialistas, puede desarrollar nuevas patologías visuales por la falta de control profesional, así como lapérdida de visión en uno de los ojos por supresión o disminución de su uso o incluso aparición de estrabismo, trastorno conocido como “ojos bizcos”.
Disponible en cualquier tienda a partir de 3 euros
Además de ópticas y farmacias, este producto también se vende de manera indiscriminada en bazares, gasolineras y tiendas de regalo de todo tipo, algo que los profesionales optometristas critican y aconsejan evitar. “No recomendamos su uso, pero si se opta por ellas, aquí en las ópticas al menos pasan un control de sanidad y los cristales incluyen filtros, no son sólo lupas” indica a este medio Consuelo Guijarro, trabajadora de Alain Afflelou.
El precio de las premontadas en esta cadena es de 39 euros frente a los 3 euros que pueden costar en un bazar. Según cuenta la empleada, los cristales incluyen un filtro de luz azul para las pantallas de los dispositivos. “Son las únicas que tenemos porque en realidad no recomendamos este tipo de lentes, nuestra misión como sanitarios es hacer una graduación y concienciar de que el uso de las lupa debe ser sólo puntual”, matiza Guijarro.
El error de auto-graduarse la vista
La vicedecana del Colegio de Ópticos y Optometristas de Castilla y León, Ana Belén Cisneros, habla de una especie de anacronismo en el hecho de que haya personas que a día de hoy se prueben distintas gafas de lectura sin un asesoramiento profesional: “En un mundo en el que hemos avanzado tanto con las nuevas tecnologías, hay gente que hace como antes y se va probando a ver con qué gafas ve mejor. Es una incongruencia total”, subraya con indignación.
En ese sentido, Consuelo Guijarro de Alain Afflelou añade que cuando alguien utiliza unas gafas con las que cree que ve bien, pero sin saber su graduación, corre el riesgo de sobrecorregir y aumentar aún más la graduación. “Es lo que se conoce como ojo vago”, sostiene Lidia P., de la farmacia Zugasti Goñi, del barrio madrileño de Tetuán. Las gafas premontadas que se venden en este local tienen un precio de 15 euros y son “lupas básicas y sin ningún filtro”. Al preguntar por éstas, la trabajadora indica que las hay de una y hasta de tres dioptrías, que es el valor que determina la potencia de cada lupa. Sea como fuere, tal y como insisten los expertos, la mejor solución ante la aparición de presbicia o vista cansada es acudir a un médico o centro óptico para realizar una graduación completa “y que se valoren realmente las necesidades que tiene cada uno de nuestros ojos”, detalla Ana Belén Cisneros.
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