Nada más entrar, sorprende y abruma la cantidad de botellas que inundan los estantes de la tienda. “No te sabría decir cuantas hay ahora mismo, pero tenemos más de 1.000 referencias”. Ana Osorio trabaja como sumiller en el Outlet de Vinos de Madrid, una tienda que se alimenta cada semana de miles de vinos que ya no tienen cabida en bodegas y tiendas especializadas. El concepto busca ofrecer gangas a los consumidores, pero ¿puede ser un coladero de añadas en caída o vinos pasados?
La música del local es una sesión continua de vidrios que se golpean, mientras algunos clientes ojean precios, cogen botellas, las observan con detalle y las vuelven a colocar en la estantería. “La idea surgió como un espacio para dar salida a todas esas botellas manchadas o con rozaduras que ya no son aptas para la venta. Nos alimentamos semanalmente de todo lo que nos derivan las bodegas con las que trabajamos”, expone Osorio a Consumidor Global.
Una forma de dar salida a botellas defectuosas
El proyecto, que forma parte del grupo Vila Viniteca, comenzó a gestarse durante la pandemia. Uno de los primeros stocks que animaron a crear la tienda fueron esas partidas de botellas que iban a ser enviadas al extranjero y que al final se quedaron a coger polvo en las bodegas. “Es una forma de darles salida a esos vinos que además tienen etiquetados en extranjero”, cuentan los trabajadores de esta tienda ubicada en el barrio de Salamanca, en Madrid. Los cambios de añadas en las bodegas también son fuente de alimentación para la tienda. “Si a las bodegas le llegan la nueva añada, pero todavía le quedan del año anterior, se traen aquí y las liquidamos”, explica Osorio.
Según esta empleada, la tienda trabaja con más de 10.000 referencias y su stock es imprevisible. “Nada de catálogo online ni de reservas, tienes que venir a la tienda para comprar y ver lo que hay. Ahora mismo hay cuatro botellas de este vino blanco, si te ha llamado la atención y lo quieres, puede que mañana ya no esté, es la gracia que tiene el outlet”, remarca la sumiller.
De un vino de 4 euros a una botella de 400
Al preguntar por vinos concretos y en los que se pueden dar los descuentos más llamativos, los trabajadores evitan hablar de marcas en concreto, pero sí de tipos de caldos. “Trabajamos con muchos vinos de Borgoña, es un tipo de vino concreto por el que vienen los que más entienden de este mundo”. Según explica la trabajadora, se trata de un vino que mejora con el tiempo y al recibir en la tienda las botellas que sobran de las añadas pasadas, venden estos productos más baratos que en el mercado y con uno o dos años ya de guarda.
Begoña Martínez reconoce que es la primera vez que entra a la tienda. “A mí realmente me parece mucho lío, hay demasiadas botellas. He preguntado por este porque lo probamos, nos gustó mucho y me dijeron que aquí había, pero yo no soy nada entendida, o me gusta o no me gusta”, cuenta esta clienta. Los precios van desde los 4 o 5 euros en los productos más baratos a 400 en caldos rebajados al 50%. Y es que, según explican los empleados, “también nos visitan en busca del típico vino que se compra en el supermercado, pero con mayor calidad y al mismo precio”.
Acabar con “deshechos”
Alfonso Cámara, director de la Asociación de Enología de Castilla La Mancha, opina que el concepto del outlet puede ser interesante, siempre y cuando no se aproveche para vender vinos en caída y añadas demasiado pasadas. “Es una idea fantástica, pero si se siguen patrones de calidad, ya que el vino es un producto vivo”. Cámara explica que algunos clientes pueden acabar con “deshechos” en sus manos si no se tiene un poco de conocimiento. “Este tipo de tiendas pueden tener la tentación de coger vinos agotados de una buena marca y venderlos a precio barato y que la gente salga de la tienda con la sensación de haber comprado un vinazo”, subraya el enólogo, quien remarca que, “en este sector, el 99% de los que dicen que saben en verdad no tienen ni idea”.
Sobre que existan descuentos al 50%, Alfonso Cámara lo tiene claro. “Lo de duros a cuatro pesetas no lo conozco, pero un Vega Sicilia no lo encuentras ahí, si lo ves es porque hay algo raro”. Además, Cámara señala que puede haber una partida en la que haya habido un problema con los tapones. “El outlet puede ser una salida para esas botellas y puede que alguna te toque con sabor a corcho, es una lotería”.
Un espacio para curiosear
Por su parte, Zoltan Nagy, experto en vinos, piensa que el concepto es atractivo para poder comparar la evolución de los productos y descubrir curiosidades. “Si en casa tienes una añada de 2018, y en la tienda guardan una de varios años atrás, puedes tener la oportunidad de conocer cómo ha evolucionado ese vino”.
Nagy, que asegura haber visitado la tienda, opina que es interesante tanto para entendidos y expertos que pueden curiosear y seguir ampliando conocimientos, como para la gente que se inicia en este mundo. “Allí se encuentran vinos rosados y espumosos bastante interesantes, más allá del champán y el cava, con los que empezar, además con ofertas muy llamativas”, concluye.