Coges un tren de Barcelona a Madrid. Y se detiene a la mitad del camino. Pasan 30 minutos. Una hora. Dos. Y hasta tres. Las preguntas te empiezan a bombardear la cabeza y nadie te da una explicación. A la impaciencia se le suma un vagón sin luz y sin aire acondicionado, en plena ola de calor. Y es que lo que parecía un trayecto inofensivo se convierte en una pesadilla. ¿Merece la pena comprar un billete barato y arriesgarse a sufrir situaciones de este tipo? Ya lo dicen, a veces, lo barato sale caro y las quejas contra Ouigo son una buena muestra de ello.
Los trenes de alta velocidad de la empresa francesa, competidora de Renfe, han sufrido tres percances entre mayo y junio de 2022. Las redes sociales están a rebosar de comentarios negativos. Y no sólo por la mala gestión de las recientes averías y fallos técnicos por parte de la compañía, sino también por otros servicios que ofrece este tren low cost de alta velocidad.
Sin wifi y sin aire acondicionado
El wifi --o “ouifi”, como le llama la propia compañía Ouigo-- se debe pagar como un servicio extra. El usuario Alberto (en Twitter @albertocatalans) se queja en redes sociales de que “ofrezcan este servicio, pagues 3 euros extra y ni siquiera funcione”. Asimismo, Marco Montouto, pasajero habitual de los convoyes que viajan entre Barcelona y Madrid, explica a Consumidor Global que trató de usar la conexión wifi tres veces sin éxito. Según indica, algunas ocasiones se conecta, pero es bastante lento.
Otras críticas de los ciudadanos tienen que ver con las altas temperaturas de los vagones. Nataly Zurita cuenta a este medio que “el flujo de aire no es constante. Hay momentos en los que hace muchísimo calor y sólo a veces sale un chorro de aire frío”. Los abanicos inundaron el vagón donde la joven se encontraba. Asimismo, Yago, bajo el pseudónimo @ysanchezreig en Twitter y padre de dos bebés que también estaban a bordo, explica que viajó el 17 de junio con la compañía “sin aire acondicionado”. ¿Por qué fallan servicios tan básicos? En este sentido, Adrián Fernández, experto ferroviario, aclara que el mal funcionamiento del aire acondicionado o el wifi no es parte de la estrategia de rebajar costes, sino que es un problema de mantenimiento de sus trenes.
Pagar menos y llegar más tarde (o perder el tren)
Otra de las críticas más recurrentes contra Ouigo tiene que ver con los retrasos y cancelaciones. Aunque Montouto asegura que“de cuatro viajes que he hecho con la compañía, todos han salido y llegado a tiempo”, la verdad es que la experiencia de otros clientes es bien distinta. Jordi Pla detalla que ha sufrido varios retrasos de 10-15 minutos para ir de Barcelona a Madrid y que, incluso, en una ocasión el tren salió una hora más tarde de la prevista.
Según Fernández, especialista en este sector, “Ouigo opera con una flota ajustada --de menos de 10 trenes--, por lo que también cuenta con un cuadro horario limitado”. Esto, a su vez, dificulta contar con trenes de reserva, por lo que la firma utiliza otros convoyes programados para trayectos que, por consiguiente, deben ser cancelados. “Tenía que pillar un tren, pero al final me lo cancelaron a última hora y no salió”, se lamenta en este sentido Lluís Freixes.
‘Hat-trick’ de incidencias en sólo un mes
En el último mes, Ouigo ha sufrido tres incidencias y ninguna de ellas han pasado desapercibidas para los consumidores, sobre todo los afectados. El 21 de mayo de 2022 se desprendió una catenaria que provocó una avería en la línea Madrid-Barcelona, cerca de Calatayud. Los más de 500 pasajeros tuvieron que esperar tres horas y la incidencia obligó a retrasar una treintena de trenes. Ocho días más tarde, el 29, por una incidencia técnica no especificada, un tren de la misma línea se detuvo en Lérida durante 74 minutos y llegó a su destino con más de dos horas de retraso. Y, por último, la guinda del pastel: la madrugada del 21 de junio una avería (en la misma línea) dejó a casi 1.000 pasajeros parados durante 6 horas entre Alhama de Aragón y Ariza, en Zaragoza.
La joven Andrea (@AndreaG_Ubieto) estaba en ese convoy. Según relata, con un claro enfado, no recibieron comida en todo ese tiempo de espera. Sin embargo, según los Derechos de los viajeros de Ferrocarril en la Unión Europea, “en caso de retraso de más de una hora, los viajeros tienen que recibir alimentos y bebidas gratuitos”. ¿Qué hizo Ouigo? “La tripulación atendió a los viajeros y repartió botellas de agua a bordo”, se defiende la empresa. “Con todos los protocolos de seguridad, se trabajó mano a mano con Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Protección Civil y los Servicios de Emergencias para hacer un trasvase de los pasajeros a otro tren lo más rápido posible”, matizan. Además, recuerdan que, en estos casos, los pasajeros del tren averiado recuperan el “100 % del billete y un 200 % adicional por los daños ocasionados”. Mara Mariño, otra afectada, cuenta, no obstante, que ya ha hecho el trámite para el reembolso, pero “que no sabe cuánto va a tardar”.
Pasarse a Renfe como castigo
Los tres percances tuvieron un gran revuelo y han tenido un impacto negativo para la empresa. De hecho, la compañía ya ha perdido algunos clientes por ello. Es el caso de Mireia Giménez. Esta joven confiesa a Consumidor Global que compró dos billetes de Ouigo para viajar de Barcelona a Madrid el fin de semana de San Juan, pero que después se echó atrás. Prefirió ir en el AVE de Renfe y perder los 130 euros que ya había pagado. “No quería arriesgarme y quedarme encerrada en un tren varias horas”, confiesa.
Si Ouigo no quiere que la huida de clientes sea mayor, tendrá que ponerse las pilas. Según cuentan fuentes del sector a este medio, la cadena francesa opera bajo el paraguas protector económico financiero del Estado francés, lo que le permite operar con precios muy a la baja. “No importa que sea deficitaria pues el objetivo es conseguir cuota de mercado”, señalan. Sin embargo, la operadora francesa, a partir de noviembre de 2022 se enfrentará en España a otro rival. Se suma al ring Iryo, otra operadora low cost participada en un 45 % por los ferrocarriles estatales italianos. ¿Le comerá la tostada a la francesa?
Así se rebajan costes
Los precios de Ouigo son bajos, pero también variados. Hay billetes desde 9 euros hasta 50 euros (o más). Todo depende de lo previsor y la suerte que tengas en encontrar un chollo. En este sentido, el usuario Montouto declara que “casi siempre” los ha comprado por menos de 30 euros”. Eso sí, “con una antelación de entre 3 y 4 semanas”. Pero ¿cómo pueden ser tan baratos?
Tal y como explican fuentes del sector, los trenes de las operadoras de alta velocidad de bajo coste, como Avlo (de Renfe) o Ouigo, consiguen rebajar costes porque “tienen más capacidad para pasajeros (con doble piso, algunos), los servicios extras que ofrecen son de pago, como el wifi, y cuentan con menos personal para atender a los pasajeros”. Menos mal que algunas veces llega una recompensa en forma de código descuento. Pero, ¿es suficiente?