Vicente Carreño se compró una motocicleta Honda SH 125 nueva. En la tienda le advirtieron de que “las roban mucho” y le animaron a coger un seguro de robo total, de Mutua Madrileña, que promocionaban con la moto. “Y lo contraté”, expone el afectado, quien, por aquel entonces, no se podía imaginar que acabarían robándole la moto y que el seguro no le pagaría ni un céntimo.
“En Mutua Madrileña se agarran a cualquier resquicio y se escaquean de pagar a sus asegurados”, denuncia Carreño, que este diciembre tiene el juicio contra su excompañía de seguros, donde espera que se haga justicia y le indemnicen por el valor total de la motocicleta --alrededor de 3.900 euros-- menos 400 euros, tal y como estaba estipulado en el contrato durante el primer año.
El robo
En cuanto le robaron la moto, Carreño puso la denuncia, habló con Mutua Madrileña y le dijeron que ningún problema, que dejaban 20 y pico días de carencia por si aparecía, pero que podían ir avanzando con los trámites: les envió el documento de compraventa, los juegos de llaves, etcétera. Después, “la moto pasaba a ser de la compañía y yo recibía la indemnización”, explica el afectado.
Cinco días antes de que finalizase el periodo de carencia, una parte del chasis de su Honda SH apareció en un barranco de Collserola (Barcelona) junto a piezas desechadas de otras motocicletas. “Era un trozo de hierro pelado. Sin cables ni nada”, apunta Carreño. En este punto, la policía notifica a la aseguradora que la moto ha aparecido, la búsqueda se para y Mutua Madrileña le notifica al afectado “que no me la pagan”.
Con las llaves y sin moto
Mutua Madrileña se escuda en una cláusula que figura en la póliza en la que reza “robo total”. Y, como ha aparecido el chasis, “dicen que ya no es robo total, que no lo cubre y adiós a la indemnización”, lamenta Carreño. Sin embargo, tampoco es reparable, no es como si te roban un retrovisor, una rueda o una luz.
Unos días después, “me enviaron las llaves a casa y pensé que se estaban riendo en mi cara. Tenía las llaves y un hierro”, explica el afectado, al que no le quedó otro remedio que poner el caso en manos de un abogado para intentar recibir la correspondiente indemnización.
La única salida: ir a juicio
Antes de optar por la vía judicial, Carreño puso una reclamación a Mutua Madrileña, pero no fructificó. “Me dijeron que, acorde a la póliza contratada, no tenía cobertura. Y se quedaron tan anchos”, relata. En ese punto, decidió ponerlo todo en manos de un abogado.
El afectado pudo comprarse otra motocicleta y adelantar el dinero que supone la contratación de un letrado, quien le ha dicho que recibirá su indemnización porque la defensa de la Mutua “se basa en la aparición de una parte del chasis y eso no se sostiene”. Lamentablemente, muchos consumidores no pueden permitirse adelantar tal cantidad de dinero e ir a juicio. En estos casos, “la aseguradora sale ganando”, sentencia Carreño.
Otras “cláusulas abusivas”
En la página Trustpilot, un 93% de los consumidores valoran el servicio de Mutua Madrileña --que tiene una nota media de 1,2 sobre 5-- como “muy malo”. Laura Guerra explica que “pagas un seguro a todo riesgo y se sacan cláusulas abusivas de la manga para no cubrirlo”.
Al igual que ella, otros usuarios relatan sus malas experiencias con la aseguradora. “Con un seguro a todo riesgo sufro un robo y no quieren cubrir el siniestro con todo tipo de excusas. Me veo obligado a denunciar a la compañía para que se solucione este incidente”, explica Salvador Cabanillas, cuyo consejo es no tener “ningún seguro con ellos”.