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El negocio de moda: comprar zapatillas por 100 euros y venderlas por 1.000
La reventa de 'sneakers' movió en 2019 más de 5.000 millones de euros a nivel global y cada vez atrae a más gente
La reventa de zapatillas de edición limitada es un negocio en auge que puede ser muy lucrativo si se conoce el mundillo, aunque también tiene un alto componente de suerte. Solo algunos modelos proporcionan grandes rendimientos y adquirir los más codiciados a su precio de lanzamiento original es complicado.
Para identificar cuáles son las zapatillas más demandadas existen diferentes plataformas que actúan como auténticos mercados de valores en los que se equilibra la oferta y la demanda y en los que se fija el precio de referencia para compradores y vendedores. Para entender la magnitud de los beneficios que se pueden obtener, en 2020 las deportivas más deseadas en este mercado secundario han sido las Air Jordan 1 Retro High que Nike lanzó en colaboración con Dior. El precio medio de reventa alcanzó los 8.960 euros, es decir, multiplicó por cinco el valor original del producto (1.697 euros).
Una subcultura al alza
El deseo por las sneakers está en pleno apogeo y un caso ilustrativo es el de Raúl Bérgamo. Según explica a Consumidor Global este ingeniero de sonido de 33 años afincado en Madrid, cultiva esta pasión desde hace más de una década y calcula haber invertido alrededor de 12.000 euros en zapatillas en los últimos tres o cuatro años. Su colección incluye 30 pares de diversos modelos de Nike Air Max y de Air Jordan, entre otros. Una de sus más recientes adquisiciones han sido unas Air Jordan 4 Retro x Off White, lanzadas en julio en colaboración con el aclamado diseñador estadounidense Virgil Abloh. El precio de venta original de este modelo fue de 225 euros, pero él pagó 900 euros a un particular con el que contactó a través de Wallapop. Y no es su compra más cara. Por otro modelo llegó a pagar 1.200 euros en reventa.
Otra muestra más de que la subcultura de las sneakers vive una época dorada es la aparición de tiendas físicas que se dedican, en exclusiva, a este negocio. Una de ellas es Plug Town, un establecimiento barcelonés que abrió sus puertas en noviembre de 2019 y en el que se pueden comprar directamente modelos exclusivos. La propietaria del establecimiento es Kira Tormo, pero, de facto, el responsable del negocio es su hijo Erik Parra, de 18 años. Según explica el joven a este medio, tienen contactos dentro del mundillo para conseguir modelos exclusivos y, a pesar de que les va bien, también sufren las fluctuaciones del mercado con algunos modelos que bajan de valor y que deben vender por encima de los precios de referencia. “Somos un negocio y si las compramos caras tenemos que buscar la manera de obtener un beneficio”, asegura con resignación Erik.
Los sorteos
Para obtener un par de zapatillas de edición limitada existen varias opciones. Una de ellas, la más clásica, es hacer cola durante horas en la puerta de la tienda donde se lanza el producto en cuestión. Sin embargo, existe otra vía mucho más cómoda, aunque implica tener más suerte. Son los denominados raffles.
Se trata de sorteos a través de internet en los que las marcas anuncian con antelación el lanzamiento de un determinado modelo y en los que los usuarios se inscriben para, en caso de ser elegidos, comprar un par de zapatillas a su precio original.
El secretismo de Nike
Las ediciones limitadas de Nike y Adidas son las más demandadas en la reventa de zapatillas. Ambas poseen sus propias plataformas digitales (tanto para móvil como para web) en las que los usuarios pueden apuntarse a los sorteos. El funcionamiento de ambas difiere un poco, pero la esencia es la misma y ganar uno de estos sorteos resulta muy complicado. Consumidor Global se ha puesto en contacto con Nike en España para saber cuántas personas se inscriben de media en sus raffles, pero la marca ha rehusado aportar dicha información.
Más allá de las aplicaciones propias de las firmas, también se puede participar en concursos a través de las plataformas de algunas tiendas multimarca como Sneakers and Stuff (SNS), que tiene establecimientos físicos en Nueva York y Tokio, entre otras ciudades, la londinense END o la española SVD (Si Vas Descalzo), con locales en Madrid y Barcelona.
¿Quién fija el precio?
En caso de que un usuario haya sido agraciado en un sorteo y quiera sacar un beneficio económico, en lugar de quedarse con las zapatillas, existen varias plataformas que actúan como un mercado de valores para fijar los precios de referencia.
El líder de este sector es la empresa estadounidense StockX, que en 2019, según sus propias cifras, acaparó el 71 % de las operaciones de un mercado que movió más de 5.000 millones de euros. En esta plataforma de compraventa, al igual que en el Ibex 35 o en el Nasdaq, la oferta y la demanda se equilibran y se fijan los precios. De hecho, para saber si se pueden obtener grandes rendimientos por un nuevo modelo que se lanzará en breve es aconsejable consultar la fluctuación de su valor en esta web.
Venta en mano
Al margen de la plataforma estadounidense, la otra opción más popular para revender las zapatillas es colocarlas a través de aplicaciones como Wallapop y realizar la transacción directamente con un particular. La principal ventaja que encuentran los revendedores en este caso es la posibilidad de no pagar impuestos al poder cerrar el negocio en mano.
Pero, según explica a este medio el experto en fiscalidad y socio director de Castellana Consultores, Rafael Ruiz, la reventa de productos debe tributar. De este modo, tras haber conseguido unas zapatillas a 225 euros y revenderlas a 900 euros, los 675 euros de beneficio obtenidos deben reflejarse en la declaración de la renta como ganancias patrimoniales. “Hasta los 6.000 euros de beneficio se tributa al 19 %”, detalla Ruiz. No obstante, en el caso de que alguien no declare esos beneficios e ingrese el dinero directamente en el banco, Ruiz asegura que, por esas cantidades, “no suelen saltar las alarmas” de la Agencia Tributaria.
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