La reduflación consiste en subir de precio los productos de manera indirecta, es decir, ofreciendo menos cantidad por lo mismo que costaba en un principio. Se trata de una técnica presente en los supermercados desde siempre, pero que, en periodos de inflación, parece intensificarse. Es el caso del paquete de galletas finas bañadas en crema de Donuts.
David Benito es uno de los consumidores que ha quedado sorprendido por el poco contenido que lleva el pack de estas galletas, a pesar del tamaño del mismo. “Considero que nos engañan así. En un paquete de 20 centímetros solo nos venden la mitad de galletas, menos de 10 centímetros”, denuncia Benito en su cuenta de X (Twitter).
El paquete de Donuts con galletas menguantes
Este usuario acompaña su tuit con una foto y un vídeo midiendo el envase y las galletas con un metro. “Esto es una vergüenza. El paquete lo hacen de forma vertical para engañar. Se han molestado en crear un plástico más grande para que luego quepa solo la mitad de galletas”, critica mientras hace las mediciones con el metro.
Y añade que“esto es engañar, señores, porque se compra a la vista creyendo que hay más unidades y en realidad hay la mitad, es vergonzoso”, insiste. Ese “trampantojo”, como denomina el propio Benito, no es nada nuevo para las marcas y empresas, pero que, en tiempos de inflación no es raro encontrarlo en más productos de supermercados
La “inflación invisible”
El profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya Cristian Castillo explicaba en un artículo de Consumidor Global sobre los envases de H&S que esta técnica no es más que “una inflación invisible porque lo que se hace es mantener el mismo precio del producto reduciendo la cantidad a la que está acostumbrado a consumir el usuario”.
Y es que, aunque a veces se rebaje levemente el precio de los productos cuando se reduce la cantidad de su interior, “en ningún caso suele ser proporcional a la cantidad que se ha quitado”, apunta Castillo.
Confundir al consumidor
Paco Lorente, profesor y consultor de marketing, coincide en esa idea. “El hecho en sí es que la marca se asegura mantener su beneficio o incluso aumentarlo en escenarios de inflación, a pesar de penalizar al consumidor al cuál le afecta directamente en su cesta de compra”, explica a este medio en relación al ejemplo concreto de Donuts.
Tal y como señala Lorente, las marcas juegan con los mensajes visuales del envase o el packaging para llamar la atención y distraer el foco en la información de las cantidades. Por otro lado, el profesor indica que, aunque en un principio sea una estrategia que genere beneficios a la marca, puede afectar a su reputación en el futuro.
Legal en España
“Es difícil detectarlo en el lineal, pero al consumir el producto, el usuario puede darse cuenta y eso es un agravante en futuras compras. Genera desconfianza, rabia e incluso ira. Estados emocionales que, a priori, no son positivos para las marcas”, sentencia este experto. No obstante, el profesor aclara que se trata de una actuación legal en España, “no así en otros países como Francia que ya está legislando al respecto”.
Otro asunto que puede generar reflexión en los usuarios es el despilfarro de plástico y cartón para albergar una cantidad inferior de producto, en especial los consumidores más sensibilizados con la sostenibilidad. El propio David Benito lanzaba ese dardo en su tuit.
Despilfarro de plástico y cartón
“¿Alguien se ha parado a pensar en la cantidad de recursos malgastados por estas prácticas? El doble de plástico y cartón, el almacenaje, el transporte, ocupa el doble en las estanterías de tiendas y de nuestras casas, el doble de residuos en la basura para no conseguir nada útil”, señala.
Sobre este aspecto, el consultor de márketing Paco Lorente apunta que sí que se produce un despilfarro de materia prima, pero aclara que a las marcas “les costaría mucho más adaptar sus modelos, líneas de producción, logística, etc. el cambiar y modificar sus envases, además, la primera percepción sería negativa al ver un producto más pequeño”, concluye.
La postura de Bimbo
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Bimbo, el grupo al que pertenece la marca Donuts, para conocer su posición respecto a este tipo de embalajes. Ignorando las preguntas de este medio, fuentes de la compañía se han limitado a contestar que existe otro tipo de formato de las galletas con menor gramaje.
“El pasado año lanzamos un nuevo formato de packaging quitando la caja y dejando un único envase film exterior, de menor gramaje. En Bimbo estamos enfocados en continuar innovando para dar respuesta a las necesidades del consumidor y adaptarnos a las exigencias del mercado”, señalan desde Bimbo.