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El menú de mediodía como termómetro de la recuperación económica: ¿has vuelto al bar de la esquina?
Los españoles frecuentan de nuevo bares y restaurantes entre semana, pero el consumo todavía sigue lejos de los niveles prepandemia y hay otras tendencias que emergen con fuerza
Comerse un túper haciendo equilibrios en un banco es incómodo. Hacerlo delante del ordenador o en el office es, simple y llanamente, depresivo. Y si te ha dado por practicar el batch cooking los domingos, pero tus conocimientos culinarios son limitados, comer tres o cuatro días seguidos lo mismo se convierte en una insana tortura. Por lo general, puede ser que tirar de túper sea más saludable y económico, pero resulta farragoso, poco agradecido y a veces uno no encuentra el tiempo. ¿Para qué engañarse? Está bien cocinarse y ahorrar, pero también es necesario saber que después te espera un merecido premio: el menú de siempre, con los de siempre, en el bar de la esquina, o vivir al límite y probar uno nuevo y ampliar el círculo.
En la actualidad, el 29% de los consumidores almuerza en restaurantes al menos una vez por semana, lo que supone un crecimiento de seis puntos respecto a marzo de 2021 y una caída del mismo porcentaje respecto a los tiempos antes del Covid, según el último barómetro sobre momentos de consumo elaborado por la asociación empresarial Aecoc. El menú del día “se concentra en una tipología de establecimientos populares que dependen mucho de la barra y del flujo de gente”, expone a Consumidor Global el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, quien opina que, poco a poco, todo mejora, y que el menú de mediodía es, sin duda, un termómetro de la economía nacional.
“Un lujo asequible”
El menú de mediodía “tiene una tendencia positiva, pero está afectado por una serie de situaciones extraordinarias”, apunta Patricia Fernández, responsable del área Horeca de Aecoc. Según el citado barómetro, entre los principales motivos que justifican la caída en la frecuencia a la hora de almorzar fuera están el miedo al contagio, la contención del gasto y los cambios que se han producido en la experiencia de consumo a raíz del Covid.
El público de estos menús “todavía es amplio”, defiende Gallego, quien asegura que para la gente mayor es una opción que les sirve para dar un paseo, liberarse de ir a la compra y de fregar, y darse un lujo asequible”. También muchos universitarios y trabajadores se decantan por comer menús económicos. “Esta diversidad no se ve en otras capitales europeas y es incomparable”, añade el experto. Mientras tanto, la hostelería está en el 75% del consumo habitual, según datos de la consultora Kantar, pero sobre todo es “gracias al delivery, a las franquicias y a alternativas más ágiles”, apunta Manel Morillo Prieto, fundador de Con Gusto Consulting, quien asegura que el menú de mediodía, tal y como lo conocemos, va a la baja porque requiere de un tiempo en mesa del que carecemos y porque mucha gente ya no para a comer primero, segundo y postre.
Nuevas tendencias
La crisis sanitaria “ha consolidado un consumo más hogareño y los usuarios optan por salir en ocasiones especiales”, explica la gerente del área de estrategia comercial y marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa, en referencia al gran impulso que han vivido el delivery y la demanda de platos preparados durante el último año y medio.
“Son dos tendencias en auge que crecen mes a mes”, coincide Morillo. Y lo cierto es que cada vez hay más oferta tanto de delivery como de platos preparados de supermercado. En cambio, Gallego discrepa y asegura que el menú de mediodía y los platos preparados que se pueden encontrar en Mercadona y el resto de supermercados “no son productos equiparables”. “Puede ser sustitutivo de cocinar en casa, que es algo que cada vez hacemos menos, pero no del menú de mediodía”, insiste este especialista, quien asegura que comprar un primero, un segundo y un postre en el súper, además, “sale más caro” y la calidad tampoco es comparable.
El ticket medio baja
Al mismo tiempo, el 54% de los consumidores gasta menos en bares y restaurantes que antes de la pandemia, un dato notablemente mejor que el 72% que coincidía con esta afirmación en marzo.
Así, aunque el consumo se recupera a buen ritmo, “gastamos menos. Se produce un mayor número de consumiciones, pero a un precio más bajo. Si antes gastábamos 230 euros en seis sitios, ahora gastamos 180 en diez”, explica Morillo sobre cómo el ticket medio ha bajado y las franquicias a precios asequibles crecen.
Teletrabajo y turismo
Para entender la lenta recuperación del menú de mediodía y el crecimiento del delivery y de los platos preparados no hace falta más que pensar en los nuevos hábitos laborales y de movilidad.
Todavía “pervive mucho el teletrabajo y este hecho debilita la demanda. Algunos han vuelto a la oficina, pero teletrabajan uno o dos días a la semana, lo que supone reducir la demanda entre un 20 y un 40 %”, explica Gallego. Del mismo modo, el haber perdido más de 50 millones de visitantes extranjeros en 2021 respecto a 2019 tampoco ayuda.
La cocina, ni pisarla
En lo que coinciden todos los expertos es en el hecho de que los españoles cada vez cocinan menos. “De ahí el aumento de ventas de productos de cuarta y quinta gama (por los alimentos listos para cocinar o listos para consumir)”, apunta Morillo.
Lo cierto es que, a largo plazo, conforme las sociedades avanzan, la cocina va a menos, “y en ningún país en el que se haya dejado de cocinar la hostelería ha decrecido. Por lo que hay esperanza y confianza”, sentencia Gallego sobre la recuperación del sector.
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