“Los de Jumanji podrían venir a Sevilla a rodar la próxima película de la saga. Estamos a reventar”, expone el gerente de SeviPlagas, una empresa de servicios de desinsectación que opera en Sevilla y Huelva, Ángel Luis Ramírez, sobre las plagas de cucarachas. En la zona de Levante y en Cataluña, la lucha contra las cucarachas tampoco se soluciona con remedios caseros.
Los productos que venden en el súper “sirven para matar una mosca o un mosquito despistado, pero no para acabar con una plaga”, advierte el presidente de la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (Adepap), Quim Sendra. Todos los expertos consultados coinciden a la hora de señalar que los productos genéricos, tipo Zum, Cucal o Raid, que dicen matar a todos los insectos, “no funcionan” con un nido de correderas.
Un gasto doble e inútil
Con las cucarachas “pasa lo mismo que con los mosquitos, la mayoría de productos de fácil acceso no sirven para nada”, apunta el experto en insectos José Ramón Calvo, quien explica que, si no se eliminan los huevos de las cucarachas, que se esconden en los recovecos más inauditos, es imposible erradicar la plaga. Además, según los especialistas, estos insecticidas no tienen la dosis de toxicidad suficiente para acabar con estos insectos dictiópteros también llamados curianas.
Más allá de las medidas preventivas -limpieza y mantenimiento del sistema de tuberías y arquetas del alcantarillado-, desde la Adepap desaconsejan el uso de insecticidas domésticos porque “es muy probable que el ciudadano no resuelva el problema, esparza la plaga por los diferentes habitáculos de la vivienda, y acabe acudiendo a un profesional, con lo que se gastará más dinero”.
La única solución con garantías de éxito
Si has visto una cucaracha aislada, “mátala con el espray del supermercado, pero si has visto varias, la única solución es contratar a un profesional”, resume Sendra, quien explica la importancia de que el especialista sepa de qué especie se trata: las más habituales en España son la Periplaneta americana (rojiza), la cucaracha alemana (café claro con dos líneas oscuras), la oriental (negra) y la Supella longipalpa (banda marrón). Un profesional la identificará y sabrá cómo se comporta, si proviene del alcantarillado público o si ha salido por falta de limpieza o presencia de comida, si cría mucho o poco, para actuar en consecuencia con un tratamiento y unos productos específicamente indicados para su especie.
“Nosotros ofrecemos un año de garantía con nuestros tratamientos”, apunta el propietario de la empresa Controlkill 365, que actúa en la comunidad autónoma de Cataluña, David Monroig. En Todoplagas, con sede en Madrid, Valencia y Baleares, entre otros lugares, tras hacer una primera visita, llevar a cabo el tratamiento y hacer un trabajo de refuerzo al cabo de 20 días, “si vuelven a aparecer, tienes derecho a un mantenimiento gratuito y estás cubierto durante seis meses”, expone la responsable técnica de la empresa, Núria Hernández. “Yo te garantizo que las que tienes ahora en casa van a morir, pero no puedo acabar con las de la alcantarilla ni te puedo asegurar que el año que viene no volverán a entrar”, apuntan desde la compañía de control de plagas Beetle Hunting.
El precio del tratamiento básico
Un tratamiento básico para acabar con las cucarachas “suele costar entre 60 y 120 euros, pero todo depende de las dimensiones de la vivienda y de la gravedad de la plaga”, explica Sendra, quien asegura que los servicios de desinfección son mucho más costosos cuando se trata de un nido de chinches o de termitas.
El básico de Controlkill cuesta 120 euros y consiste en ir al domicilio y colocar estratégicamente geles y trampas para proteger los puntos negros como desagües y ventanas. En Beetle Hunting, el pack estándar para acabar con las cucarachas americanas, que provienen del alcantarillado, se basa en la colocación de productos parecidos en cocina, baño y desagües, y sale por 100 euros. “El problema de los geles es que eliminan a las correderas americanas, pero tardan más en morir. Por eso lo mejor es fumigar”, coincide Hernández.
Fumigar o no fumigar, esa es la cuestión
Si has visto cuatro o cinco cucarachas americanas por casa en las últimas semanas, “no es necesario fumigar”, apuntan desde Beetle Hunting. En cambio, en Todoplagas sí son partidarios de la pulverización química del hogar, lo que implica recoger bien los objetos de higiene personal y abandonar el espacio a desinfectar durante un mínimo de 12 horas. “Tenemos que crear barreras químicas para que no entren, y, si lo intentan, que mueran. Si se trata de una planta baja o de una terraza con sumideros, en esa zona aplicamos una laca insecticida de uso profesional que llega a cualquier recoveco”, expone Hernández, la responsable técnica de Todoplagas, sobre este tratamiento que cuesta 217 euros más IVA.
En ocasiones, si hay que fumigar, “el presupuesto puede ascender hasta los 340 euros”, apuntan desde Controlkill, quienes opinan que siempre es mejor actuar cuando aparece la primera que esperar a que se hayan esparcido. “Con una fumigación de choque y colocando un cebo específico, una semana después, no los que venden en las ferreterías, tienes mucho ganado, pero nunca llegas al 100%”, sentencia Monroig.