La quimera del oro: La Casa de Papel y el Covid incitan la compra de lingotes

Una ola desenfrenada de ultraviolencia se propaga por numerosas ciudades en pocas semanas. Los asaltos, palizas, e incluso algún asesinato, tienen patrones comunes: los delincuentes visten como drugos y, en el momento de cometer sus fechorías, cantan Singing in the rain. "Esta horrible tendencia la ha provocado ese maldito filme", resuelve un juez tras dictar sentencia contra un quinceañero que había atacado a un niño de cuatro años. Es 1972, en Inglaterra, y el filme en cuestión no es otro que La naranja mecánica. Pocos meses después de su estreno, y con Alex, el protagonista, convertido en un peligroso modelo para los adolescentes, Stanley Kubrick exigió a Warner Bros que retirara la película de los cines. Y así sucedió.

“Lo vimos con Gambito de Dama, que disparó la venta de tableros y libros para aprender a jugar a ajedrez”, expone a Consumidor Global la profesora de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Elena Neira, quien explica que la popularidad de la serie La Casa de Papel --en la que los protagonistas intentan robar la reserva de oro del Banco de España-- puede colocar los lingotes de oro en el imaginario colectivo de muchos jóvenes como un bien preciado en el que invertir.

La influencia de La Casa de Papel

La popular serie española “ha podido suscitar un mayor interés e impulsar la compra de lingotes en lugar de otros productos financieros para rentabilizar nuestro dinero”, apunta el director general de la plataforma de compraventa de metales preciosos Coininvest, Daniel Marburger.

Y lo cierto es que este metal precioso está, a 17 de diciembre, en uno de sus valores más altos de la historia: 51.425 euros el kilo (en diciembre de 2019 estaba a 42.000 euros). Aunque es difícil asegurar que La Casa de Papel sea el detonante directo de la actual fiebre del oro, “hay varios estudios que determinan que ante un consumo compulsivo de series la realidad de esos personajes puede llegar a importarte más que la tuya propia”, explica Neira, quien asegura que este tipo de ficciones son capaces de crear nuevos hábitos en la audiencia. “Tenemos ejemplos de otras series que han motivado el triunfo de determinadas cosas que estaban soterradas”, insiste la experta.

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El refugio frente al Covid 

Dicen que el bitcoin es el nuevo oro, pero el metal precioso es más fiable que nunca, y sigue, imparable, al alza. El oro y la plata “son las inversiones más estables que puedas encontrar. En cualquier momento. Las burbujas explotan, pero el oro, que no tiene tanta especulación como las criptomonedas y nunca baja un 200 %”, explica el consultor de proyectos financieros Raúl Jaime Maestre.

Se ha entendido el oro como un valor refugio. Cuando hay crisis, cuando las cosas van mal, cuando hay desconfianza en la economía, “el dinero sale de la bolsa, se invierte en lingotes y el oro sube de precio”, resume el profesor de la OBS Business School, Jordi Andreu, quien explica que todo lo que sea invertir en producto físico, en materia prima, “es más complejo que hacerlo en depósitos bancarios”.

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La quimera del oro

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de invertir en este metal precioso? Ambos expertos coinciden en que es conveniente hacer un seguimiento y evaluar las variaciones del oro, que están en internet. “Al final, es como comprar acciones”, apuntan. También es necesario saber distinguir cuantos quilates tiene --los de 18 y 24 quilates son los que se utilizan para invertir--, saber que se pesa en onzas troy y que un buen lingote debe pesar 400 onzas, o, lo que es lo mismo, 12,4 kg.

Al mismo tiempo, “se recomienda asegurarse de que la barra esté aprobada por la London Bullion Market Association (LBMA)”, apunta Marbuger. También puede ir sellada por el Banco Central Europeo (BCE) o el mismo Banco de España, por ejemplo. “Algunos comerciantes hacen que sus productos se vean similares a las monedas y barras de inversión, pero no están aprobados”, advierte el director general de Coininvest. Adquiridos estos conocimientos, existen dos maneras de invertir en oro: comprar un lingote físico o adquirirlo a través de un producto financiero que invierta en oro.

No recomendado para todos los públicos

Según Marbuger, el mercado español de metales preciosos está creciendo y la tendencia actual muestra que los activos duros están regresando, especialmente con el repunte de la inflación en toda Europa. "Siempre ha sido un valor refugio”, difiere Maestre.

Sin embargo, debido a su complejidad y falta de regulación, los especialistas coinciden en que los inversores que apuestan por este metal precioso suelen tener perfiles especializados en finanzas. Aunque hay excepciones, la gran mayoría del oro lo mueven mayoristas como agencias, bancos, bancos centrales y grandes fondos de inversión. La manera más recomendada para los inexpertos es la de invertir a través de un producto financiero que esté bajo un el paraguas de una regulación. Cabe recordar que la compra de lingotes está exenta del pago del IVA y de cualquier tipo de impuesto, algo que no sucede al adquirirlo a través de un banco.

Invertir céntimos

A día de hoy, plataformas como Vivid Money --asociada al alemán Solarisbank AG-- ofrecen la posibilidad de invertir en metales preciosos, criptomonedas, acciones y fondos de inversión (ETF) en pocos clics. “Yo he invertido a través de neobancos que permiten hacer pequeñas inversiones y a través de fondos de inversión en los que ellos aseguran que tienen las reservas físicas guardadas”, asegura Andreu.

¿Tiene sentido comprar un lingote cuando puedes invertir de manera fraccionada? Depende del tipo de inversor. “Si eres nativo digital te fiarás más de las plataformas, pero si eres del siglo XX seguramente quieras tocar tu oro y guardarlo en una caja fuerte custodiada en el sótano del Banco de España”, sentencia Maestre.