La historia de Nintendo viene de lejos. Fundada en 1889 empezó fabricando naipes, pero en los años 70 entró en la industria de los videojuegos. Juegos de Nintendo como Mario Bross, Zelda, Pokémon, Donkey Kong o Animal Crossing son muy populares a día de hoy. Pero su fama llegó con la Game Boy en 1989, el invento que cambió la historia de la industria y de la firma. Desde entonces, su reinado es indiscutible. De hecho, la consola Nintendo Switch fue la más vendida en 2021.
“Siempre compro los juegos de Nintendo cuando salen y nunca me espero”, explicaba mientras hacía cola Alba Martínez a las puertas de la tienda Game de la calle Pau Claris, en Barcelona, para hacerse con el Pokémon Arceus. “Es como el Apple de los videojuegos”, matiza en este sentido Joan Arnedo director del Máster de Videojuegos, Diseño y Programación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
El precio de los juegos de Nintendo
La última entrega de Mario Bross, el Súper Mario 3D World + Bowser's Fury, salió a la venta el 12 de febrero de 2021 por 49 euros. Un año después, este juego cuesta 42,99 euros, es decir, su pecio apenas ha bajado 6 euros. “Si bajan un 10 % ya te puedes sentir afortunado”, corrobora Arnedo. Esto responde a una estrategia de la empresa que ha seguido Nintendo desde sus inicios, según apuntan fuentes del sector.
A juicio de Federico Peinado, profesor del Máster de Videojuegos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Nintendo ofrece en sus productos una experiencia diferente y única. “Las consolas y los juegos de la PlayStation (Sony) o Xbox (Microsoft) son más equiparables entre sí. En cambio, los productos de Nintendo compiten con ellos mismos”, añade.
La estricta política de la empresa
Los productos de Nintendo son exclusivos, como señalan fuentes del sector. “Sus juegos sólo se lanzan en su hardware, así que puede poner el precio que quiera y mantenerlo el tiempo que quiera”, señalan. Además, la empresa nipona es muy recelosa de sus productos. De hecho, no permite que ningún gamer o creador de contenidos utilice su imagen o música.
En este sentido, el youtuber Gilva Sunner anunció que la empresa japonesa le había bloqueado 1.300 vídeos de su cuenta por incluir las bandas sonoras de sus videojuegos. Pero no es el único caso. “Ejerce una protección muy estricta de sus propiedades”, incide Arnedo.
Fans incondicionales
Conseguir un equilibrio entre no devaluar el producto y mantener la demanda no es nada fácil. Como insiste Arnedo, se basa en “educar al consumidor”. De la misma manera que Apple, Nintendo exige un precio muy por encima del valor real del artículo y el consumidor lo paga. “Es una de las primeras empresas que apareció, cuenta con una tradición y peso innegable en la industria, sus fans son conscientes de que su producto es más caro, pero lo toleran porque les compensa la experiencia”, añade este experto.
Según fuentes del sector, esta fidelidad viene dada por “la pasión que existe con los títulos del ecosistema de Nintendo” y, por su puesto “por la calidad de la gran mayoría de sus lanzamientos”.
Poco avance tecnológico
A diferencia Microsoft o Sony, Nintendo sólo se dedica a la industria del videojuego. Sus lanzamientos no están ligados a grandes avances tecnológicos, como detalla Peinado. “Su maquinaria es inferior a otras, pero tampoco busca destacar en la parte técnica”.
Aunque para Arnedo el secreto de Nintendo tiene más que ver con el hecho de que la empresa nunca se ha desvinculado del término juguete. “Vende un producto fresco y simpático, y con eso le basta para cumplir las expectativas del consumidor”, concluye.