Jordi Salas-Salvadó es catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Pero, además, es miembro de la red de expertos de la Agencia de Salud Pública de Cataluña y un ferviente defensor del sistema de etiquetado para alimentos Nutriscore. De hecho, su nombre aparece en una larga lista de profesionales que han defendido este semáforo por considerarlo el más beneficioso para el consumidor.
Sin embargo, en los últimos meses varias voces detractoras y críticas con este sistema han sonado con más fuerza que nunca ante la sorpresa de Salas y otros expertos. En ese sentido, este investigador no entiende por qué se ha creado, ahora, tanto revuelo.
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Para empezar por lo esencial... ¿qué es Nutriscore y dónde está su origen?
"Es un sistema público que cuenta con el apoyo de casi 300 investigadores y 26 asociaciones científicas de Europa. Es una etiqueta frontal que, a través de un algoritmo, calcula de manera transparente una letra –entre la A y la E-- y un color para comparar alimentos de la misma categoría o que se encuentran en la misma opción de consumo. Es un etiquetado para que el consumidor pueda hacer una elección rápida en el momento de la compra y funciona a través de unos cálculos que se hacen a partir de la misma composición del producto. Nutriscore se basa en unos elementos positivos --fibra, proteínas, frutas, verduras, legumbres, etc.-- y negativos --energía, ácidos grasos saturados, azúcares y sal--. Los investigadores que demostraron su eficacia pertenecen a la Universidad de la Sorbona, en París. En Francia empezó a analizarse y aplicarse este sistema, pero después se sumaron los Países Bajos, Alemania y ahora ya son siete los países que lo tienen en la Comunidad Europea. Y han sido los ministros de Sanidad los que han decidido su implantación. En España, sin embargo, Sanidad no ha dicho nada, pero el Ministerio de Consumo sí ha presionado para que siga adelante por criterios de salud pública".
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¿Por qué tiene este sistema tantos detractores ahora?
"Es algo que no se entiende. Llevamos un año y medio trabajando en ello sin revuelo alguno, hasta hace unos tres meses. Es difícil de entender, pero hay muchos lobbies y multinacionales que se oponen a este sistema. En Francia y en otros países ha ocurrido lo mismo. A algunas empresas no les interesa una transparencia de cara al consumidor y determinadas multinacionales han presionado en la Unión Europea para que no aparezca de forma obligatoria la cantidad de azúcares añadidos que hay en los productos u otros elementos que son imprescindibles para guiar al consumidor. La industria del aceite de oliva ha hecho mucha presión contra Nutriscore, los ibéricos y quesos también, pero, en realidad, por detrás hay otros lobbies que ejercen presiones directas al Gobierno. Sin embargo, se trata de una herramienta en beneficio de la salud pública creada por científicos independientes de la industria con más de 40 artículos científicos que la avalan como guía para hacer una cesta de la compra superior. Es mejor que otros etiquetados frontales, ya que se entiende más. Asimismo, si se usa este algoritmo para escoger alimentos se ha demostrado una disminución de la mortalidad. Tenemos toda esta evidencia científica y aún así hay personas que con pequeños ejemplos se intentan oponer a Nutriscore. La verdad es que me sorprende que se haga crítica sin hablar de la ciencia que hay detrás".
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¿Cuál es su papel en el impulso de este semáforo en España?
"Soy investigador y me he dedicado a investigar especialmente los beneficios de la dieta mediterránea sobre la enfermedad cardiovascular. Además, soy el coordinador de Predimed Plus en España. Yo mantenía, y mantengo, una relación con los inventores de Nutriscore desde hace más de tres décadas porque habíamos hecho algunos estudios juntos. Y me reencontré con ellos hace unos años. Ya habían desarrollado este algoritmo y publicado ciertos estudios. Y aquí en España colaboramos para hacer lo mismo a nivel español".
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¿Qué le parecieron las palabras del ministro de Agricultura Pesca y Alimentación, Luis Planas, sobre Nutriscore?
"El ministro de Agricultura ha hecho unas declaraciones desafortunadas. Dice que no quiere Nutriscore porque se opone a la dieta mediterránea y eso es absurdo. Este sistema está en línea con la dieta mediterránea. A saber qué presiones ha tenido este ministro para decir algo así. Además, cita a Predimed, sin caer en la cuenta de que muchos investigadores de este estudio estamos a favor de Nutriscore. Yo soy el coordinador de Predimed Plus, pero eso lo ha obviado el señor Planas".
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¿Cómo entiende en la comunidad científica las contradicciones entre el Ministerio de Consumo y el de Agricultura?
"La opinión pública está dividida, sobre todo, desde hace unos meses. Antes todo el mundo estaba callado y a favor y de pronto ahora hay una avalancha de detractores. Yo creo que hay algo detrás y que determinados lobbies están presionando para retrasar la entrada de Nutriscore en España. No les interesa, pero tenemos que pensar en la población y en la salud pública".
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¿Cuándo veremos este etiquetado en España?
"En estos momentos es voluntario porque la Comunidad Europea (CE) dice que no es obligatorio. A finales de 2022, sin embargo, habrá un etiquetado centralizado y consensuado recomendado por la CE, pero, mientras, el tiempo pasa y es muy difícil que se encuentre otro sistema avalado con más de 40 artículos. En el caso de España, los plazos recomendados apuntan a finales de este año, pero su aplicación también será voluntaria. Sin embargo, algunas empresas ya han empezado a etiquetar de esta manera como, por ejemplo, la cadena Eroski con sus propios productos, Danone, Nestlé, Serunion, etc. En Francia, desde que se implantó, ya hay más de 550 industrias que se han acogido. En España, en estos momentos, hay cierta indecisión y algunas empresas están esperando. Pero en cuanto haya un real decreto en este sentido muchas industrias se acogerán".
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¿Por qué se ha retirado el aceite de oliva de Nutriscore?
"El aceite de oliva queda catalogado con una C, que es la mejor de las opciones de cualquier aceite o grasa. De esta manera, si un consumidor fuera al supermercado en España para comprar aceite vería que el mejor catalogado sería el aceite de oliva. Por eso no entiendo tanto revuelo en este sentido. Su retirada es una decisión política y no científica. Nutriscore no clasifica los alimentos como buenos o malos, sino que ayuda a comparar un producto entre las diferentes marcas que lo ofrecen en el supermercado o varios productos dentro de una misma categoría".
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Esta excepción podría abrir la puerta a otras exclusiones. ¿Puede sentar un precedente peligroso?
"No voy a hablar de las decisiones políticas, sino de las científicas y considero que Nutriscore debería continuar tal y como está para todos los productos".
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Como expresidente de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), ¿qué le parecen las críticas actuales?
"Hace cinco años que no soy presidente y durante este tiempo he intentado no mezclarme en la política de la asociación. Como expresidente he intentado no influenciar en nada. Pero el documento que publicó la federación en diciembre sobre Nutriscore no fue apoyado por todas las sociedades de la Fesnad, sino por cinco. Otras tres no lo apoyaron. Además, el presidente actual de la Fesnad es de una de las sociedades que no apoyó el documento. y, para mí, la verdad es una pena que esto ocurra. Durante mi mandato cualquier documento de consenso y posicionamiento de la fundación fue firmado por todas las sociedades siempre por unanimidad. Sin embargo, ahora hay una gran división y el documento publicado, a mi parecer, es desafortunado".
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A su sucesora en la Fesnad (Ascensión Marcos) se le ha relacionado con Coca-Cola y a usted con Danone. ¿Hay presiones o influencias cuando se ocupan estos cargos?
"A veces tenemos relaciones con la industria, pero intentamos que eso no influya en nuestras investigaciones. No siempre es fácil conseguirlo, pero lo intentamos de todas, todas. Yo como presidente de la Fesnad he tenido presiones de la industria, pero he intentado siempre que éstas no influenciaran en las decisiones de la institución, aunque a veces la industria patrocinara determinados eventos. La situación que hay en Fesnad en estos momentos no la sé ni tampoco las presiones que hay. Yo soy del Instituto Danone que es una entidad independiente de Danone, aunque la firma es el mayor espónsor. Pero las acciones que realizamos intentamos que no se vean influenciadas por la compañía. Lo que sí puedo decir es que el documento de la Fesnad salió sin la unanimidad de todos y hacer manifestaciones como expresidenta como si fueras presidenta --en alusión a lo que hizo Marcos-- no lo encuentro adecuado".
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¿Cómo afectan estas divisiones entre expertos para implantar sistemas nuevos como Nutriscore?
"No ayudan. Toda esta discusión a nivel científico no ayuda al consumidor. Pero espero por el bien de la salud pública de nuestro país que todo acabe en buen puerto y se haga una campaña de información sobre Nutriscore para que el consumidor entienda los beneficios que puede comportar este sistema".