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Una mina de oro: invertir en el icónico bolso de Chanel que cada año es más caro

El accesorio de la Maison, que costaba unos 200 euros en los años 50, y ahora ya roza los 8.000 euros

Núria Messeguer

Un bolso pegado al cuerpo / CHANNEL

Uno de los bolsos más caros y populares es el clásico Birkin de la firma Hermès. Cuenta la leyenda que, Jean-Louis Dumas, entonces director ejecutivo de la casa de moda francesa, se encontraba a bordo un avión cuando, sin esperarlo, se topó con la actriz y cantante británica Jane Birkin. Era en un el vuelo París-Londres y durante el trayecto monsieur Dumas se percató de que la artista no dejaba de batallar con su bolso. Para ella, ninguno era lo suficientemente grande y que, por eso, “prefería las cestas”. 

Así es el bolso rosa de Chanel / CHANEL

Sin saberlo, Birkin acababa de inspirar la creación del que sería uno de los icónicos bolsos. En la actualidad, este complemento de Hermès, no se vende en la página web de la firma, ni tampoco en sus tiendas. Desde hace años para conseguir uno hay que apuntarse a una lista de espera y el precio va de los 7.800 euros a los 87.000 euros, dependiendo del modelo y tallaje. Pero parece que el Birkin no es el único completo que alcanza esta disparatada cifra, ahora la firma Chanel ha subido el precio de su icónico accesorio acolchado. ¿Revalorización de la marca o crisis en la Maison? 

Siete veces más que antes

El icónico bolso 2.55 debe su nombre a su fecha de nacimiento: febrero de 1955. En aquel momento salió a la venta por unos 170 euros. Eran los años 50. Sin embargo, cuatro décadas después, en los 90, el accesorio ya se había convertido en un icono y había alcanzado los 1.000 euros. En 2016 ya rondaba los 4.900 euros y, a día de hoy, cuesta 7.700. 

“Chanel quiere imitar el estatus de Hermès con la subida de precios de sus bolsas de mano”, matizó  Bloomberg sobre encarecimiento de este  bolso. Y uno de los compradores habituales de este tipo de productos de lujo es el consumidor asiático. “Los productos de firmas de alta costura tienen muchos aranceles, especialmente en China”, explica a este medio Cristina Martín Blasi, presidenta de la Asociación Española del lujo. De ahí que cuando visitan occidente “compran para ellos y para toda su familia y amigos”, añade. 

Los ricos no quiere Louis Vuitton 

En la alta costura se encuentran grandes grupos, como Louis Vuitton, Gucci o Dior, firmas más artesanales, como Hermès o Chanel, y, por último, los diseñadores nuevos y también pequeños como Jacquemus o Nensi Dojaka. “Aunque un Louis Vuitton sea más artesano que el de Inditex, también se fabrican en serie y, por lo tanto, no es tan exclusivo”, apunta Martín Blasi. 

Antes de la pandemia, la Maison navegaba entre dos mundos. Por un lado, competía contra los grandes holdings, pero en su esencia radicaba la confección artesanal. “Es una firma que tiene un taller para cada producto y sigue un proceso muy tradicional”, explica María Martín-Montalvo, directora de Relaciones Institucionales en Fashion Business School (ISEM). A su juicio, la subida de precios de la firma no responde a una crisis derivada por la pandemia, sino que es una manera más de revalorizarse. “La Maison quiere estar en el vértice de la pirámide, diferenciarse de los holdings de moda, reivindicar que son artesanos”, subraya Martín-Montalvo.

Así hacen el bolso icónico / CHANEL

El precio de la inmortalidad

Cada paso que da la firma francesa “está estratégicamente analizado, y si han subido el precio del 2.55 es porque vendían muchos bolsos”, explica Martín-Montalvo. De hecho, desde hace un tiempo la Maison ha limitado las compras, es decir, existe un tope de artículos que un mismo usuario puede comprar. Se trata de una estrategia que confirma, aún más, la necesidad de remarcar ese valor exclusivo que tan anhela la firma. 

“Chanel es una de las pocas empresas que aún está en manos de una familia.  Son más libres, hacen lo que quieren y no pretenden competir contra nadie, más allá de ser rentables”, incide Martín-Montalvo. Y, aunque, sea una de las firmas más antiguas del mercado de lujo, “no pasa de moda, no envejece, continúa reinando en el mundo de la alta costura y ha conseguido ser icónica hasta para las nuevas generaciones”, corrobora la presidenta de la Asociación del Lujo. Así, puede que el precio del 2.55 sea el coste de la inmortalidad, porque como incide Martín-Montalvo “este bolso lo podía llevar tu abuela, tu madre y ahora tú, y en ninguno de los casos estaría pasado de moda”.

El icónico bolso de Chanel / CHANEL

El bolso, un valor seguro 

Ana Rodríguez profesora de Economía de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), considera que el bolso se ha posicionado como “un valor seguro”. A su juicio, invertir ahora mismo en esta pieza de Chanel puede equipararse “a la compra de arte, ya sean cuadros u otros bienes de este estilo”. Según esta experta, la antigüedad de la pieza no determinará un valor más bajo, sino todo lo contrario. “Cuanto más viejo sea el bolso más exclusivo será y más reforzará la idea de pieza única e inaccesible”, corrobora. 

Para Rodríguez el accesorio puede seguir subiendo de precio. “Es verdad que en estos primeros sesenta años el crecimiento ha sido más acelerado, pero eso pasa con todas las inversiones.  No obstante, que llegue a los 7.000 euros no supone un freno, pude seguir aumentando y seguramente lo haga, aunque a partir de ahora será de manera más sostenida”, concluye.