“Hace cinco años nadie le pedía a su nutricionista una dieta vegana. Ahora me lo piden cada vez más, incluso adolescentes y deportistas”, detalla María Benlliure, especialista en nutrición deportiva. Es más, según el informe The Green Revolution, elaborado por la consultoría Lantern, aunque la población vegana en España está compuesta por tan solo 192.000 personas, ha crecido un 27% entre 2017 y 2019. Debido a este incremento, es importante informarse antes de optar por este estilo de vida. En este sentido, Benlliure advierte de la trampa de ingerir alimentos veganos sin tener en cuenta sus niveles de carbohidratos, de azúcar y de grasas saturadas.
El estudio de Lantern, además, concluye que la mayoría de personas que siguen una dieta vegana lo hacen, en primer lugar, por ética (57%), después por salud (21%) y, por último, por ecología (17%) Sin embargo, todos los veganos no cumplen a rajatabla con esta filosofía y, en algunos casos, incurren en contradicciones sin ser ellos mismos conscientes. Esta corriente alimentaria se basa, más allá de en ingerir alimentos 100% vegetales, en evitar comprar productos que procedan de algún animal. Y eso no siempre es tan fácil como parece.
¿Es sano todo lo que es vegano?
La comida de origen vegetal es saludable por su ausencia de grasas saturadas y su elevado nivel de proteína y fibra. Sin embargo, también existen alimentos veganos ultraprocesados que llevan aditivos con el fin de potenciar su sabor. Las grandes empresas cárnicas y lácteas se suben al carro del veganismo y lanzan al mercado productos que acarrean los mismos problemas que cualquier otro producto industrial, incluyendo excesos de sal, azúcar y aceite de palma.
En este sentido, Estéfani Álvarez, nutricionista energética y coach, remarca la importancia de leer bien las etiquetas de los productos porque existen en el mercado hamburguesas y salchichas veganas que, en realidad, tienen más azúcar y carbohidratos que proteína. “Muchas personas desarrollan problemas intestinales al ingerir alimentos veganos ultraprocesados, y trastornos alimenticios al llevar una dieta vegana demasiado restrictiva. La escasa educación nutricional en España desemboca en una dieta inadecuada tras adoptar la filosofía vegana.”, asegura Álvarez. De la misma manera, Verónica Lizeth, la directora de comunicaciones de ProVeg en España, recalca que una dieta saludable vegana debe basarse en el consumo de verduras, hortalizas, frutas, frutos secos, legumbres y cereales, con un consumo de alimentos veganos ultraprocesados muy puntual y bajo.
Contradicciones
Junto con los alimentos ultraprocesados, otro de los aspectos que sorprende en los productos veganos es el uso del plástico y otros envoltorios contaminantes. “Uno de los principales argumentos para ser vegano es el factor medioambiental, pero luego no tenemos otra alternativa que comprar productos veganos envueltos en plásticos”, lamenta Anna Sifre, estudiante de la Universidad Autónoma de Barcelona que se hizo vegana hace cuatro años.
Mientras, Marta Martínez, una fiel seguidora de este estilo de vida desde hace 11 años, se excusa con el hecho de que, a pesar de que el envoltorio sea plástico, lo que hay dentro es menos contaminante. “En muchos casos, una gran variedad de productos vienen con plástico, pero no tenemos margen de decisión en ese aspecto. No obstante, al menos podemos marcar la diferencia en los alimentos que compramos”, matiza Martínez.
Mayor concienciación
Algunos establecimientos de comida y ropa vegana apuestan cada vez más por un packaging sostenible. Así, la carnicería vegetariana GreenMeet en Donosti pide a sus clientes que traigan su propio táper o recipiente de preferencia para llevarse sus alimentos y reducir la cantidad de desechos plásticos. Por otro lado, Víctor Lozano, propietario del establecimiento vegano BioBarri en Barcelona, sólo utiliza bolsas de cartón y Lissette Anziani, la fundadora de la firma cosmética vegana Kóoch Green Cosmetics, asegura que en sus establecimientos se usa el vidrio y material 100% reciclable.
En esta misma línea se muestra Benlliure, quien asegura que hay más campañas de concienciación y esto hace que los consumidores “estén cada vez más informados y preocupados por temas como el bienestar animal, la sostenibilidad y la salud”. Así, Lozano ha observado en su tienda una mayor preocupación de sus clientes por leer las etiquetas de los productos y conocer realmente el impacto que algunos hechos y decisiones de los consumidores tienen en el medio ambiente.
Suplementos para una dieta completa
Algunos veganos sienten la necesidad de tomar vitaminas, como la B12, en su día a día, así como someterse a análisis de sangre periódicamente para controlar su estado de salud. Ciertos nutricionistas coinciden en la necesidad de tomar este tipo de extras para compensar la falta alimentos de origen animal y evitar problemas nerviosos o anemias.
En concreto, la nutricionista Benlliure considera factible dedicarse incluso al deporte profesional teniendo una alimentación vegana y recalca que muchos deportistas han mejorado su rendimiento con esta dieta. Sin embargo, matiza la necesidad de ingerir alimentos veganos saludables con alto contenido en proteína. De lo contrario, es probable notar una falta de energía y un deterioro en el cabello y las uñas. Al final, ser vegano no es tan fácil.