A veces lo más sencillo es lo mejor. Y sí, también si es barato. La copa menstrual se ha convertido en una de las opciones de higiene femenina más completa, ya que es ecológica, económica y cumple su función a la perfección entre 3 y 10 años, dependiendo del material. Sin embargo, muchas marcas quieren sacar rédito de más, y la montaña rusa de precios por este producto puede llegar a marear. Por ello, los expertos avisan de que gastar 20 euros más por una copa menstrual de marca o con aplicador es absurdo.
El equipo de Consumidor Global ha recorrido varios supermercados y farmacias, donde hay algunas copas que valen menos de 10 euros, como la de marca Inca o la de Deliplus de Mercadona. Otras suben hasta los 28,55 euros como la Lily Cup de Intimina. Y, después, hay marcas más conocidas en internet como Cyclo a 25,90 euros. Incluso Women’s Secret tiene su propia copa a 19,99 euros. Ante tanto oferta, que a veces incluso puede abrumar, varias ginecólogas y farmacéutica lo tienen claro: abogan por el ahorro, ya que todas cumplen los requisitos para ser una buena copa menstrual.
Pagar más por una copa menstrual no significa una mayor calidad
Está claro que si el producto es barato es porque conlleva menos gastos fabricarlo. Sin embargo, la ginecóloga y divulgadora Miriam Al Adib matiza que “tampoco hay que pagar más por la misma cosa”. Y recuerda que hay mucho marketing detrás de determinados productos y que el más caro no tiene por qué ofrecer una mayor calidad o un extra justificado.
Mientras, fuentes de Mercadona explican a este medio que en su producto ahorran mucho en el packaging o envase, y que no invierten en marketing como otras marcas. Además, una trabajadora de la plataforma nos cuenta que el fabricante de sus copas menstruales posee su propia marca y la vende, también, en farmacias, por lo que llevar el sello de un supermercado y un precio económico no es para nada un motivo de desconfianza.
Si está a la venta, es un producto homologado
Mientras, la ginecóloga Laia Sánchez recuerda que las copas menstruales comercializadas son seguras y están libres de tóxicos y perfumes. Y, sobre ello, Al Adib aclara que una copa menstrual que esté homologada es válida. “Unas personas toleran más las que son finitas, otras las que son más rígidas… la cuestión es encontrar la que te resulte más cómoda y te vaya mejor. Cada mujer debe sentirse bien con el método de higiene femenina que elija. Mientras no te dé problemas, cualquiera homologado es válido porque ha pasado sus controles pertinentes”, matiza.
A su vez, esta experta recalca que los profesionales ginecológicos no se meten en la higiene personal de cada uno, ni tienen ningún interés por recomendar una u otra marca. “Lo importante con la copa menstrual es darle un buen uso y hacer los pasos pertinentes para su buen mantenimiento. Habrá mujeres a las que la regla les dure muchos días y otras que tengan retrasos menstruales, por lo que cada una se dará cuenta si su copa está deteriorada y necesita ser reemplazada”, asegura.
Y entre las más baratas, ¿cuál es mejor?
En las copas menstruales baratas la principal diferencia es el material y la vida útil del producto. La mayoría son fabricadas con silicona médica hipoalergénica, pero también las hay de elastómero termoplástico (TPE) de grado médico, que es hipoalergénico, no causa irritaciones y es el mismo material que el de las tetinas de los biberones. La doctora Laia Sánchez nos asegura que ambos son materiales seguros, y la única diferencia entre ellos es que el TPE tiene una vida útil más corta, de 3 a 5 años, y la de silicona médica puede llegar a durar hasta 10 años.
En este sentido, la experta de la Farmacia Trébol situada en el Centro Comercial Los Arcos en Sevilla, Maria Luisa Palacios, asegura que hay marcas económicas y con buena calidad como Inca, cuya copa cuesta casi 10 euros en farmacia y 5,90 euros en su página web. Y considera totalmente innecesario que la copa menstrual incluya un adaptador para introducirla porque no considera que cumpla su función. Respecto a la elección de una copa menstrual u otra valorando el precio, asegura que “esto es como todo, hay veces que pagas sólo por la marca”.