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Los favoritos de los bancos para dar hipotecas: 50.000 euros en el bolsillo y un trabajo estable
Las entidades financieras se cubren las espaldas con requisitos más duros para evitar 'comerse', una vez más, los pisos ante futuros impagos
Conseguir una hipoteca será más complicado este 2021. La actual situación económica, caracterizada por una gran incertidumbre y por la inestabilidad laboral, ha hecho mella en la confianza de los bancos. Por eso, las entidades son más cautelosas y endurecen las condiciones para aprobar préstamos hipotecarios y evitar situaciones de impago.
Así, los usuarios menos problemáticos serán los trabajadores en activo con dinero ahorrado y sin deudas. “Será más fácil para funcionarios o trabajadores con contratos indefinidos de una duración ya consolidada en la misma empresa y que dispongan de, al menos, un 30 % del precio de la vivienda”, explica a Consumidor Global Anna Puigdevall, portavoz de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (Fiabci) y directora de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña (Aic). Es decir, para una casa de 250.000 euros, un precio habitual en ciudades como Madrid o Barcelona, un 30 % equivale a tener unos 75.000 euros ahorrados. En otras ciudades, por suerte, con disponer de 30.000 euros puede ser suficiente.
Con 35 años y estabilidad laboral: los bancos te quieren
La edad del solicitante es un factor que también influye en la concesión de una hipoteca. “A partir de los 65 años, la aprobación se complica porque suele tratarse de jubilados con menos ingresos. Además, la esperanza de vida ya no es de 40 años y la perspectiva de ganar más dinero está limitada”, recuerda a este medio Óscar Martínez, presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios. Por el contrario, ser muy joven tampoco juega a favor. Ese colectivo está expuesto a más cambios e inseguridad laboral. Por tanto, la edad ideal para las entidades bancarias se sitúa entre los 35 y los 45 años. “Llevas ocho o diez años en la misma empresa y tienes una perspectiva muy buena de años de vida para pagar el préstamo sin problema”, agrega el experto.
Sin embargo, a juicio de Puigdevall, la aprobación de una hipoteca no está tan ligada a la edad ni al nivel de ingresos del solicitante. “La edad no influye tanto en que un banco conceda el préstamo, pero sí en que la persona cumpla con los dos requisitos principales para ello: tener disponible cerca de un 30 % del precio de la vivienda y un trabajo estable”, opina la experta. De hecho, “los bancos se fijan más en el porcentaje del sueldo que se dedicará a la hipoteca que en lo que se gana”, asegura Puigdevall. En ese sentido, las entidades recomiendan --y muchas establecen como requisito-- que no se dedique más de un tercio del sueldo a pagar la hipoteca. “Los bancos consideran que, si se paga más de ese porcentaje, al mínimo imprevisto, los clientes pueden dejar de pagar”. Todo esto se suma a una situación de acceso a la vivienda ya de por sí complicada en España. De hecho, según el último informe de la Sociedad de Tasación sobre el Índice de Esfuerzo Inmobiliario, los españoles necesitan 7,5 años de sueldo íntegro para la adquisición de una vivienda. Además, entre comunidades hay grandes diferencias. En Baleares se necesitan 16,5 años de sueldo, mientras La Rioja se sitúa a la cola de la lista, con 4,5 años.
Adiós a recibir una hipoteca del 100%
Una de las medidas que tomarán los bancos este 2021 será el endurecimiento de las condiciones de selección de riesgo. Desde la Asociación Hipotecaria Española, su gerente Enrique Benavides explica a este medio que las entidades financieras serán especialmente precavidas en su obligación de estudiar la solvencia de cada cliente. “Es probable que el importe inicial que se deba aportar sea mayor para minimizar el peligro de impagos”, coincide Puigdevall. De hecho, una financiación superior al 80% del precio de la vivienda es muy difícil de conseguir. “Hay que olvidarse de obtener financiación del 100 % como ocurría hace algunos años”, asegura.
Por su parte, Martínez explica que, aunque una persona que se compra una vivienda se involucra por muchos años, la forma en que se empieza es muy importante, “porque con una inseguridad inicial no es recomendable comprar”. Sin embargo, la pandemia ha dejado un gran número de desempleados y personas en situación de ERTE a su paso. “Los autónomos o quienes trabajan en sectores inestables y donde la crisis sanitaria ha hecho más mella, como la hostelería, lo tendrán muy difícil para comprar”, asegura.
Evitar tropezar con la misma piedra
Las condiciones de las entidades bancarias para prestar dinero ya no eran sencillas antes de la pandemia. “Desde finales de 2019, comenzaron a solicitar más requisitos, por lo que la compra ya era más difícil. Y este año no va a mejorar porque la inestabilidad será más fuerte y se van a cubrir más en salud”, vaticina Martínez. Así, uno de los cambios importantes tendrá que ver con los precios de las hipotecas, estiman desde Fiabci. “En los primeros meses del año, los bancos tienden a subir las tasas de interés. Una vez finalizado este período, puede que no rebajen los diferenciales de sus hipotecas variables para mantener la rentabilidad de sus productos, ya que se espera que el euríbor continúe cotizando en valores negativos todo el año”, agrega Puigdevall. Además, la directora de Aic matiza que los bancos exigirán la contratación de más productos, como seguros de vida y hogar o planes de pensiones, además de incluir comisiones extra por amortización anticipada o subrogación.
No obstante, y a pesar de que se establezcan condiciones más estrictas, las previsiones apuntan a un aumento en la demanda de préstamos hipotecarios por la tendencia a la baja del precio, que algunos expertos estiman en torno a un 5 %, lo que para una vivienda de 200.000 euros puede suponer una rebaja de hasta 10.000 euros. “Habrá más oportunidades de compra para muchos ciudadanos y, por lo tanto, más solicitudes de financiación”, apunta la experta. “En 2021 se va a notar un aumento de ventas porque 2020 ha estado muy parado por la pandemia”, coincide Martínez. De hecho, la compraventa de vivienda se desplomó un 17,7 % en 2020 respecto a 2019, la mayor caída en nueve años, según datos recientes del INE. No obstante, este experto no prevé una bajada notable de precios ya que, a diferencia de crisis anteriores, “la oferta está mucho más limitada porque se ha construido menos y los vendedores, si pueden, esperarán a que la situación mejore para sacar más partido”, concluye.
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