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Las falsas expectativas de los libros de autoayuda te pueden hacer empeorar

La salud mental es una realidad y un tabú, pero cada vez son más las personas que acuden a los psicólogos para tratar su problema o a las librerías

Alfonso Álvarez-Dardet

Varios pacientes en una consulta de psicología / FREEPIK

Los libros de autoayuda son una paradoja. En una sociedad individualizada y obsesionada con los contenidos personalizados, estos textos prometen que una misma fórmula funciona para todos por igual. Es decir, que la infelicidad de un ejecutivo, un quiosquero y un jugador de fútbol tienen la misma raíz, y, por lo tanto, se pueden solucionar gracias a la misma receta. ¿Y qué tendrán que ver las preocupaciones de unos con los otros? Eso no importa, lo fundamental es tener una mente happy.

“El 95% de los libros de autoayuda te van a poner peor”, asegura el psicólogo Rafael Santandreu, autor de El arte de no amargarse la vida o Nada es tan terrible. Esta afirmación recuerda a la frase lapidaria de John Wanamaker, pionero del marketing a principios del siglo XX, sobre la inversión en publicidad: “La mitad del dinero que gasto en publicidad se desperdicia, el problema es que no sé qué mitad”. Es decir, hay tantos gurús de la felicidad que es difícil saber qué funciona y qué no .

¿Ayudan los libros que se venden como tales?

Sí, pero sólo a las personas que realmente no necesitan ayuda, es decir, a la población que no es clínica y que lo que quiere es leer y disfrutar de ello. Cada persona es un mundo en el que habitan miles de matices, así que por mucho que se piense que en el fondo todos compartimos la misma suerte, o desgracia, generalmente la raíz del problema suele ser distinta. “Estos libros te dicen que si piensas en positivo todo lo bueno te vendrá y hay pacientes que se convencen de que algunas cosas les pasaban por su negatividad. Esa forma de pensar te produce un castigo extra y al final entras en un bucle”, explica a Consumidor Global María León, psicóloga clínica de Madrid.

Sin embargo, siempre va a haber alguien que asegure sentirse mejor después de haber leído un libro de autoayuda. “Si se dan las condiciones, es posible que así sea pero no es lo normal”, asegura Javier Jiménez, profesor asociado en la Universidad de Vic y divulgador científico. 

El poder de apelar a las emociones 

Los libros de autoayuda son aquellos que facilitan, o eso se espera, la gestión de las emociones. Ofrecen una serie de herramientas, en forma de mensajes positivos, que se usan para solucionar un problema en cuestión.  Pero es importante establecer una diferencia entre los libros cuya temática está expresamente pensada para este fin y los que por su carácter filosófico y/o humanista pueden convertirse en una especie de faro hacia la felicidad. En la primera categoría se encuentran obras como El secreto, de Rhonda Byrne, que viene a decir que si piensas en positivo todo te vendrá. Y en la segunda, El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, que sin pretenderlo ha ayudado a muchas personas gracias a su mensaje de esperanza.

Hay textos que, por su positivismo o porque tratan en profundidad el tema por el que se acude a terapia, sí son recomendados por los psicólogos. “En alguna consulta he aconsejado Los cuatro acuerdos: un libro de sabiduría tolteca, de Miguel Ángel Ruiz Macías, porque transmite ser coherente con uno mismo y viene a decir que hay que ser auténtico y no parecer otra persona”, añade León.  

Un paciente en la consulta de un psicólogo / PIXABAY

Del caos a la esperanza

Los trastornos de la mente deben tratarse con seriedad. Los psicólogos alertan de que hay mucho tabú acerca de la salud mental. “Nos han enseñado a ocultarlo porque está estigmatizado, la gente está obsesionada con ocultarlo, y eso supone un sufrimiento extra”, explica León. La psicología va de eso, de liberación, por eso, expresar lo que se siente debería ser lo normal y esto pasa por educar a los más pequeños para que hablen con normalidad de sus emociones.

Alonso Caparrós, presentador de televisión que se hizo popular gracias al concurso Furor, en Antena 3, ha escrito Un trozo de cielo azul (Planeta), un libro donde describe su paso por el infierno de las drogas. “No es una guía de qué hacer en esta situación”, advierte, y asegura que no es su intención sustituir el papel del terapeuta ni de ningún otro profesional de la salud mental. Quería contar su historia y eso ha hecho. “Hay un mensaje de esperanza y deseo que esto no le pase a nadie. Si en ese sentido ayudo, me sentiré feliz”, añade. Quizás el libro no se encuentre en la sección de autoayuda de una librería, pero leer el testimonio en primera persona de alguien puede ser más valioso que una frase positiva enlatada.  

Frustración ante expectativas inalcanzables

La pandemia ha puesto en riesgo la salud mental de muchos. Por ello, ha crecido el número de pacientes en las consultas psicológicas. Y, al mismo tiempo, las librerías también han observado un aumento de compradores de libros de autoayuda. “Hemos visto cómo el número de clientes ha crecido, sobre todo buscan temas relacionados con aprovechar el momento o el poder del ahora”, explica una empleada de La Casa del Libro a este medio. Sin embargo, cuando un libro no viene aconsejado por un profesional, y por una causa concreta, se corre el riesgo de que el problema, en vez de desaparecer, empeore.

"Ha venido mucha gente frustrada después de leer estos libros, sintiéndose muy culpable por no poder pensar en positivo”, asegura León. Y es que las expectativas que generan no siempre son la solución. “En general, el problema de los libros de autoayuda es que llevan un caso concreto hacia una especie de caso general”, advierte Jiménez. Y esto puede ser un inconveniente porque, si no hay dos gotas de agua iguales, tampoco hay dos personas que lo sean.